-Hijo, no olvides el protector solar- dijo mi madre mientras entraba a la habitación.

Volteé para verla y noté que tiraría el protector solar hacia la maleta que estaba abierta en la cama, pero como mi suerte era tan asquerosa como comer gusano frito, el pequeño envase de protector solar terminó impactando contra mi frente.

-¡¡Ash mamá!! ¡Sabes que no tienes puntería! - espeté cubriendo mi frente con mis manos y haciendo un gesto de dolor.

-¡Lo siento bebé!- exclamó mi madre con preocupación y llegó hasta mi - ¿Estás bien?.

-Si sí, solo voy a terminar con un volcán morado en la frente- resoplé molesto.

-Y justo cuando mañana vas a la playa...- murmuró ella- Lo siento.

-Si, ya mamá, debo terminar de empacar- dije quitandola de encima con suavidad y la tomé de los hombros para llevarla fuera de mi habitación- Chau- finalicé con una sonrisa fingida y cerré la puerta.

Mi vida estaba siendo asquerosa y increible al mismo tiempo. Estaba tan confundido que a veces me daban ganas de quedarme durmiendo todo el día solo para no enfrentarme a la loca realidad de Malena.

*LLAMADA ENTRANTE DE MALENA*

-Qué pasa Malena- dije en un tono fastidiado.

-Abre la puerta que es hora de ver si tienes buen gusto- respondió animada

-Voy a cortarte el pelo rubio ese que tienes- espeté.

-Intentalo y despídete de tu cara- respondió ella sin más y colgó la llamada.

Quizás en el viaje me cobraría los fastidios que me hacía pasar Malena.

(...)

-¡¡Ken quita tus estúpidas piernas de mi asiento!!- escuché que gritaba enojada Malena en el autobús.

Como me había propuesto fastidiarla durante el viaje, ella se había levantado para ir al baño y allí aproveché para hacerme el dormido y colocar mis piernas en el asiento de ella, que para mala suerte de ambos, estaba justo a mi lado.

-Di la palabra mágica- dije con los ojos cerrados.

-Idiota- espetó.

-No Malena, esa no es- respondí y sentí que me tiraba con fuerza del cabello- ¡Ey no seas agresiva!- exclamé abriendo mis ojos y quitando mis piernas de su asiento.

-Te pasa por estúpido- dijo ella y se sentó en su asiento.

No sería fácil joder a la agresiva chica de cabezota rubia.

(...)

-Debo admitir que este es un hotel hermoso- dije admirando el gran hotel tres estrellas que estaba frente a todos los del salón.

El viaje había tardado tres horas y me dolía el trasero de tanto estar sentado, pero había valido la pena. Las tres horas de viaje terminaron en un gran hotel en la playa.

Todos, incluyendo el profesor, quedamos asombrados con el hotel que daba un gran aire Caribeño.

-El lugar perfecto para imponer moda- dijo Malena entrado junto al resto del salón al hotel.

Ya era de noche y la mayoría estábamos agotados, incluido yo, pero conociendo a Malena, no me dejaría dormir.

Pasamos al lobby del hotel y todo estaba decorado con cosas marinas y flores muy coloridas.

Las habitaciones ya estaban reservadas y a cada uno se le otorgó una llave con su correspondiente habitación.

-Soy 51¿Tú cual eres?- preguntó Malena llegando hasta mi con su llave en la mano.

-No lo sé, soy 5..52- murmuré y suspiré.

Estúpida suerte.

-Pues entonces nos vemos, estas al lado mío- dijo ella caminando con una gran sonrisa hacia el ascensor.

(MALENA JONES)

Ken era un pobre niño que creía que el mundo giraba a su alrededor, por eso, me propuse fastidiarle la existencia todo el tiempo que pudiera.

Entré al ascenso que estaba vacío y apreté el bontón de mi piso. Estaba en el tercero.

El ascensor abrió sus puertas en el piso dos y ví al hombre más guapo que había visto en mi vida.

Lo gracioso era que el se sentía feo ya que en el estúpido mundo en el que vivía la gente tenía caca por cerebro y pensaban que ser guapo era algo desagradable.

-Espera amigo, hay una chica muy fea a mi lado, te llamo luego- dijo hablando por telefono y lo miré asombrada.

Cuando me dijo fea sabía bien que se refería a que era bonita.

Me sonrojé por ese halago tan repentino y después de que el chico colgó la llamada me miró sin demasiado interés.

-En realidad era mentira lo que dije, solo no tenía ganas de hablar con esa persona que me llamó- dijo cuando notó lo embobada que había quedado.

Imbécil...

-Igual no me importa, eres guapo y eso es...iugh- dije mirándolo de pies a cabeza y él tenso su mandíbula.

Había utilizado la lógica de mi extraño mundo para darle un golpe bajo.

El ascensor abrió sus puertas y salí con una sonrisa de engreída.

( KEN WALT )

Llegué a mi habitación y por suerte no me había encontrado a Malena en el pasillo. Estaba cansado de verle la cara.

-Mañana será un día muuuy largo- murmuré tirándome a la suave y cómoda cama.

-Oye, ¿Notaste que en este hotel se escucha todo?- escuché a Malena y di un brinco de mi cama por el susto -Estoy en mi cuarto y escucho hasta tu respiración Ken- observé la pared de la que venía la voz de Malena.

-¡¡Solo déjame en paz 10 minutos por favor!!- grité y me tapé la cabeza con la almohada.

-¡¡Buenas noches también!!- soltó un sonora carcajada.

Malena había pasado de parecerme atractiva a parecer una cucaracha que necesitaba aplastar para que me dejara vivir en paz.

___***___

DISCULPEN LA TARDANZA.

Ya estoy de vacaciones he intentaré actualizar más seguido, solo me atrasé esta vez.

Besos y muchas gracias por leer.

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