-No, pequeña. El x es un número cualquiera. Debes averiguar qué número es- dije señalando el cuaderno.
-¿Y cómo hago eso?- preguntó mirándome. Suspiré, ella de verdad no entendía nada.
-Como aquí el 15 está con el signo de la multiplicación, debes pasarlo aquí con el signo de la división- dije y ella me miró aterrada.
-¿Y eso que significa?- suspiré pesadamente y me dí un facepalm.
-¿Qué hacen?- dijo mi novio entrando a mi cuarto y dejando un beso en mi mejilla.
-¿Cuántas veces te he dicho que toques la puerta antes de entrar? ¿Que pasaría si yo me estuviera cambiando y tú entras como si nada?- y ahí salió mi yo histérica.
-Sinceramente, me pondría nervioso, pero disfrutaría del espectáculo. Sería una buena vista- dijo sentándose a mi lado, en una silla que sacó de no sé donde. Ah, no, ya lo sé. Es la silla en donde acumulo la ropa, a veces me da flojera ponerme a ordenarla en mi armario.
-¡Hay una niña presente!- susurré y me dí vuelta para ver como mi pequeña prima nos miraba con cara de asco.
-¿Qué haces? ¿Álgebra?- preguntó Jaeden acercándose al libro de matemáticas- ¿En qué grado estás?
-Estoy en séptimo- dijo y el ojiverde la miró con los ojos bien abiertos.
-Loco, ¿no crees? Parece de siete años, y luce como una niña de primaria- dije divertida, ganándome una mirada mala por parte de la adolescente.
-¿Cuántos años tienes?
-Doce- le respondió la castaña a mi novio.
-"15 • x = 75"- leyó Jae en voz alta- Oye, esto es pan comido.
Tomó el lápiz y escribió algo en el libro.
-Sal de aquí- dijo y lo miré indignada- Obviamente soy mejor profesor que tú.
Me levanté y me senté al borde de la cama mientras los miraba atentamente.
-Mira, pequeña...- dijo y comenzó su gran explicación.
Los miré con una sonrisa, y mi mente se encargó de hacer el resto. Me imaginé a Jaeden varios años más tarde, y a la niña con un rostro parecido al de él. Ni siquiera sabía por qué estaba pensando eso. Mi sonrisa se ensanchó, y me cubrí la boca ligeramente con mis dedos en cuanto ví a la pequeña abrazar emocionadamente a mi novio.
-Mira, él sabe explicar, tú no- dijo mostrándome el libro con los ejercicios todos hechos.
Me puse una mano en el pecho, fingiendo estar ofendida. La castaña se acercó a mí y me abrazó.
-Gracias- dijo y salió corriendo de mi habitación. Seguro ahora ira a jugar con el nintendo, había sido la condición de su madre.
-Gracias- dije hacia Jaeden, quien me sonrió abiertamente.
-Ahora... me gustaría saber en qué estabas pensando mientras ayudaba a tu prima.
-¿Qué?- le pregunté con los ojos bien abiertos.
-Por favor, te conozco demasiado bien- dijo acercándose a mí y comenzó a susurrar sobre mis labios- Tal vez yo estaba pensando lo mismo.
Junté sus labios con los míos, mientras él me recostaba en la cama. Acariciaba el cabello de su nuca suavemente, y mis pulgares acariciaban su cuello. Sentí sus manos meterse por debajo de mi blusa, y yo metí las mías por debajo de su camiseta. Acaricié su abdomen mientras él bajaba sus besos hacia mi cuello.
Tranquilos, nunca habíamos llegado a más, y esa no fue la excepción.
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Ya que quería hacer una semana de One Shots, lo voy a hacer. El problema es que no tengo imaginación alguna en estos momentos, y los OS los sacaré de otro de mis libros. Lo siento gg 🤦♀️
Esta no será la única semana de One Shots, otras semanas tal vez tengan OS más largos que este. Mientras tanto...
Disfrútenlos ;)
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