-Dice mi'jo que si quieres venir a comer-

Leo se quedó en silencio unos segundos, lo bueno es que tenía la excusa perfecta.

-Verá, ya que hoy es 15 voy a comer aquí con mi amigo Miguel, disculpe, gracias por la invitación pero...- antes de que terminara la frase el hombre de mayor edad lo interrumpió.

-Oh ya veo, entonces no te preocupes, podemos trasladarnos para allá ¿A qué hora comienza la reunión?- 

El mexicano se quedó en blanco. El hombre no había entendido lo que quiso decir con aquello  y ahora para no ser descortés tendría que invitar a Kubo a su casa. No malentiendan, el japonés le agradaba, pero Marco esperaba hacer un avance con Miguel ese día y Leo no quería lastimar a Kubo con lo que fuese que su contraparte estuviera planeando.

-A las cinco...- 

-¡Deacuerdo! le pasas la dirección a mi hijo. Hasta luego.- Se despidió el hombre y el morenito soltó un suspiro.

¤Ah pero tenías que contestar. ¤

Leo se encogió de hombros y se tiró al sillón, diciéndole a Marco que el chico había prometido no interferir en sus intentos con Miguel así que no habría de que preocuparse, siendo que en realidad el mexicano se encontraba más preocupado por no causar nuevamente la expresión de tristeza que el japonés tuvo hacía unos días.

Solo esperaba que todo saliera bien. 

Tomó su teléfono y le mandó la dirección a Kubo para que pudiera venir más tarde, poco después de haber soltado el aparato este vibró con la notificación de un mensaje.

>>Kubo (El chino al que le gusto 7u7)<<

Quería llamarte para otra cosa pero mi abuelo presente  estaba  así que puse me nervioso.

Al mexicano se le escapó una sonrisa. Al menos se había esforzado al traducir lo que quería decir al español.

De qué querías hablar?

Me preguntaba si quería salir pero creo que estás ocupado.

Estoy haciendo el pozole...

Ya veo... entonces te dejo, para que sigas trabajando.

Las alertas se prendieron para Marco que rápidamente se decidió por apagar el celular, ya que Leo planeaba decirle al muchachito que viniera a ayudarle al leer la contestación desganada del güero.

-¡Tenemos mucho que hacer!¤- expresó la personalidad antes de que el dueño del cuerpo se quejara por lo que había hecho.

Leo frunció el ceño pero no dijo nada y prefirió hacerse el tonto sobre el hecho de que aquel era su cuerpo y Marco no tenía que actuar si ambos no habían llegado a un acuerdo previo o era necesario. En lugar de eso decidió checar si el platillo ya estaba listo.

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Mientras tanto Miguel paseaba por las calles, un pasatiempo entretenido que le había hecho amigos durante su estadía allí, razón por la cual, con solo haber paseado por tres calles el músico ya había invitado a 20 personas.

Planeó llamar a Leo para advertirle y que hiciera más pozole pero cuando lo intentó lo único que le respondió fue la contestadora de Telcel, diciendo que el número estaba fuera de servicio.

Lo bueno fue que uno de los grupos de amigos a los que había invitado vieron sus intenciones de poner en aviso al joven y le comentaron que le apoyarían con la comida, siempre y cuando él pusiera el lugar, Miguel aceptó y no volvió a llamarle.

Sukoshi kurutta [ΩHiguelΩ/¤Kuban¤]Where stories live. Discover now