Si hubiera sabido que toda mi vida iba a tornarse una pesadilla, creo que hubiese preferido morir, cuando menos lo espere, termine obedeciendo órdenes de personas que no tenían nada que ver conmigo, y me topé con él, Patrick Moore, el chico por el c...
Llegamos al aeropuerto, Lucas aparco en el primer lugar libre que encontró en el estacionamiento, nos bajamos del auto y ambos sacamos nuestro respectivo equipaje del maletero, cerramos todo y el paso la alarma y el seguro al auto, después de asegurarse de que nadie lo viera, lanzo las llaves debajo del auto que su tío buscaría después y nos dirigimos al aeropuerto...
Entramos y él se dispuso a comprar los boletos mientras yo me sentaba en una de las mesas de los pequeños lugares de comida con las maletas a cuidado, no pidió algo de dinero para los boletos y mucho menos vi el destino que poseen, aunque la curiosidad me carcome por dentro... Después de comprar los boletos me pidió acercarme con las maletas para hacerle el respectivo chequeo y que esa gran maquina se las llevara a quien sabe qué lugar...
Volvimos a sentarnos en otra mesa y comenzamos a charlas y a reír mientras esperamos a que nuestro vuelo sea llamado...
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Después de unas horas, dos específicamente la voz por los altavoces volvió a dar las indicaciones para el vuelo saliente...
Atención pasajeros del vuelo 108 por favor abordar por la puerta 15...
Atención pasajeros del vuelo 108 por favor abordar por la puerta 15...
—Ese es nuestro vuelo, pequeña – dijo Lucas y sonrió
Sonreí y ambos nos levantamos de la mesa, antes él se encargó de comprar algunas frituras y unas sodas para el vuelo –cosa que vi ridícula ya que en el avión pueden ofrecernos eso- pero decidí no opinar, después nos dirigimos a la puerta que la vocecita indicaba...
Al llegar, Lucas entrego los boletos y pasamos por la rampa hasta llegar al estacionamiento, la línea amarilla que indicaba nuestro avión parecía que brillaba y eso que no había luz solar, la seguimos directo a nuestro respectivo avión...
Llegamos y nos sentamos, no sé qué tengo yo con las ventanas pero volvió a tocarme allí, y el claramente a mi lado, sentí que estaba cometiendo una locura, pero, me encantaba, al este avión despegar ya no sería juguete de nadie, nadie nos encontraría en...
—Mi amor ¿A dónde vamos? – por fin me anime a preguntar
—Afganistán – respondió.
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