Capitulo IX: Película, masaje y un poco de sexo

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Los amigos siempre están para ti cunado lo necesites, en las buenas y malas, en la salud y en la enfermedad, en las perversidades y ayudarte en los momentos de sexo que te pide tu cuerpo cuando esta excitado.

Recuerdan el grupo de chicos que les comenté en el capítulo seis de esta historia, bueno en el mismo grupo la conocí a ella, una chica hermosa no lo puedo negar, con una personalidad estupenda y un poco extrovertida.

Le pedí su Facebook, comenzamos hablar y poco a poco conociéndonos mejor. Al pasar los días que hablábamos fue naciendo el interés, un gusto hacia ella, pero no le dije lo que sentía por miedo a que terminara nuestra amistad.

Poco a poco fui agarrando una confianza con ella donde se volvió mi confidente, mi diario y mi consejera, y creo que también cumplía esa función.

Llego el día en que le iba a decir lo que sentía por ella, la invite a cine con un plan que al final le iba a contarle lo que sentía por ella. Pasamos una tarde agradable, compartiendo, riendo y una que otras miradas coquetas. Al final le dije lo que sentía, lo que me gustaba y solo ella sonrió y me dijo que había que conocernos un poco más porque ella por ahora me quería y me veía como un amigo (directo a la friendzone T_T), pero esto no permitió que nuestra amistad se acabara.

Vamos a ir al grano. A medidas del tiempo seguimos hablando y una tarde la invite a mi casa a ver película, ella acepto y alrededor de las dos a tres de la tarde llego con ropa muy cómoda, jean color azul oscuro un poco roto, una blusa color blanca con azul y sandalias negras. Todo normal, empezamos a ver películas, yo la elegí, pero con ganas de algo más sugerí una erótica solo para calentar el momento. Al momento aquella chica no mostraba ningún síntoma de excitación o de incomodidad que algo lo estuviera inquietando ni a medidas que mostraban aquellas escenas eróticas y pornográficas de la película. Confieso nos besamos un par de veces y le agarre el seno izquierdo entre una o tres veces no recuerdo buscándole una parte sensible donde la pudiera excitar.

En conclusión, no terminamos de ver largometraje porque era un poco mala en si entonces nos quedamos hablando en el sofá de mi casa y contando una que otra charada. Hubo un momento donde su cabeza de posiciono sobre mi hombro haciendo un suspiro, se notaba algo agotada, yo como buen amigo le pregunté que le sucedía, contesto que la noche se había dedicado a escribir uno que otro escrito, por mi parte le sugerí hacerle un masaje y ella con gusto acepto.

Empecé a darle aquel masaje von un poco de crema para el cuerpo que había sacado del cuarto de mi madre, primero comencé por el cuello a masajearlo suavemente y allí note que se estaba excitando (me hizo acordar la del capítulo siete e incluso use esa estrategia como tal con ella). Poco a poco se fue surgiendo la idea como tal de cómo conseguir algo más que unos simples besos. Percatándome de la situación por la que estaba pasando le pedí el favor de quitarse aquella, al inicio se molestó un poco y me dijo que eso no iba a suceder, pero poco a poco la fui convenciendo hasta que se quitó por su cuenta y vi aquellos hermosos senos que estaban cubierto por un sostén de color negro. Se acostó para que le pudiera masajear su espalda y yo para seguir con mi travesura me senté encima de ella de tal forma que mi pene quedara rozando su trasero y se pudiera excitar un poco más y a medida que hacia el masaje lo iba logrando porque hubo un tiempo donde se quitó el sostén por su cuenta porque la estaba molestando haciéndole el masaje, pero aun no le podía ver sus senos completamente desnudos.

Cuando pensé que estaba totalmente excitada y de primera podía pasar a segunda base, me detuve en hacerle el masaje me puse frente de ella y la inicié a besar tanto así que se dio vuelta mostrándome sus pechos el cual toqué el instante excitándola a mi manera, fui bajando a medida que pude llegar a esos senos tan ricos y provocativos que todo su pezón estaba del color de sus ojos (cafés oscuros), el cual no perdí tiempo y lo empecé a besar mientras ella acariciaba mi cabeza y me pedía que no parara que le gustaba la forma de cómo se los besaba, se los tocaba, como hacia sus senos solo míos para jugar con ellos. Fui bajando un poco más besando su estómago mientras le desabotonada aquel jean que había llevado puesto, me tomo un poco de trabajo quitárselo, pero al fin lo logre, su braga hacia juego con el sostén el cual también le quite dejándola totalmente desnuda en aquel sofá de mi casa el cual pase mi lengua por su vagina mientras le introducía mis dedos y la empezaba a masturbar mientras gemía y me decía que no parara que siguiera que todo eso le gustaba, que le parecía muy rico, que le diera duro a medida que pasaba mi lengua por toda su vagina, con mis manos agarraba sus senos y lo empezaba a masajear. Tampoco aguante esa excitación, me pare para desabrocharme el pantalón que traía puesto en aquel entonces, saque mi pensé y me empecé a masturbar frente a ella, vendo aquella situación ella me detuvo y fue cuando en mi pene puso su mano izquierda y siguió con el trabajo que había empezado, la seguí besando mientras que me masturbaba, hubo un momento donde la cargue así desnuda y la lleve a mi cama donde allí no tuve piedad y mi pene se lo metí en su vagina toda mojada, al momento cantaba melodías hermosa que se había convertido sus gemidos en señal que lo estaba disfrutando y quería que continuara. Cuando ya casi me venía le avise, me dijo que sacara mi pene, lo cogió y me lo empezó a chupar con la poca falta de experiencia que tenía hasta que todo el semen provocado empezó a salir tragándose un poco y el otro cayéndole en su cara. Siguió masturbándome y pidiéndome más que quería aquel néctar, le di diez minutos más de placer porque sabía que la h0ra de llegada de mi madre a la casa se aporismaba poniéndola en posición para ser un sexo rápido.

Nos bañamos juntos el cual hubo uno que otro beso y una que otra masturbada, pero teniendo un rato excitado y plasmando esta historia en este libro.

En fin, la chica se cambió y se marchó con unos besos y desde aquella tarde – noche no nos hemos visto más, pero si he hablado con ella. A veces se menciona lo que sucedió con el inicio de un masaje teniendo una muy buena anécdota y algo más para contar.

el coleccionista de sex nudes 2: Anécdotas y algo másWhere stories live. Discover now