♦ Anónimo. ♦

497 26 2
                                    

"Querido Muerto..."

Fueron las primeras palabras que leí al abrir una carta que había llegado a mi correspondencia, sin un destinatario ni un autor, todo estaba en blanco, me llamó la atención tanto que la abrí, la carta decía lo siguiente:

"Querido Muerto...

Lamento tanto haberlo hecho, pero mi gusto por la sangre fue tal que no pude aguantarlo.

Lamento tanto haberte hecho aquello, lamento tanto haber disfrutado cada una de tus entrañas y haberte devorado mientras aún seguías consciente de cada una de tus extremidades".

A este punto de la lectura no pude aguantar más y mis ojos comenzaron a ponerse llorosos, mi estomago débil y mis palmas sudorosas, pero cogí valor y seguí.

"Aquí escribo esto mirando tu ventana colando esta carta en la bolsa de tu cartero, esperando a que llegues a este punto, con cariño.

Anónimo."

Inmediatamente tocaron a mi puerta.





A lo mejor eran los testigos de Jehova, y si fuera así, yo en su caso les pediría que me lleven con ellos a la iglesia:)

º

º

º

(Me imagine que pasó algo así, no tengo oficio, sorry).

Toc toc.

-¿Q-quién es?

-Querido muerto...

-Ah no, chinga tu madre pinche loco, estaré sabroso pero no delicioso, plis no me comas.

→ Las historias de los creepypastas. ←Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt