Sádicos deseos se esconden de los traviesos que se atrevan arriesgar su bienestar por un poco de prohibida diversión. Seres de ultratumba se encuentran a la espera de inocentes e incorruptibles criaturas que se paseen por sus jardines para poder atr...
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Kino Sakamaki.
Personaje x OC.
Temática: Confesión.
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Los tacones de la rubia resonaban por los largos pasillos de la mansión del chico que la había salvado de una mortal vida sin sentido, lo cual se podía simplificar diciendo que la había secuestrado.
Cuando Yūri, el fiel sirviente del vampiro, le explicó a groso modo el qué hacía en esa misteriosa habitación algunos meses atrás, Yuno no lograba comprender por qué un supuesto descendiente de la realeza se había fijado en ella. Estaba consciente que ella destacaba en varias cosas, pero ser buena en los deportes y tener ciertas dotes artísticas no le parecían suficiente razón como para ser llevada en contra de su voluntad a un lujoso hogar que compartía con dos criaturas no humanas. Sin embargo, conforme el tiempo había pasado y las cosas aclarecido, Yuno supo de los propios labios de Kino que en ella había un débil rastro de sangre de fundador ya que al parecer siete generaciones antes que ella hubo una relación entre una humana y uno de esa especie.
A partir de ese dato y gracias a la ayuda de Yūri, quien le resolvía todas sus dudas mientras que no interfirieran demasiado en asuntos privados de Kino, fue que la chica comprendió por qué él tenía esperanza de que si terminaban enamorándose mutuamente la sangre de Eva que dormía en ella podía despertar para convertirlo en su Adán. Sin embargo las cosas no eran tan sencillas como se podían decir ya que tragar al de ojos carmesí era casi imposible. Y eso sin mencionar que como el carácter de ambos era tan parecido, la mitad del día Yūri tenía que buscar la manera de apaciguar las discusiones que se creaban de todo.
—Más te vale que no estés jugando, maldito freak. Si sigues pegado a ese celular te voy a castrar —murmuró entre dientes la esbelta muchacha una vez que estaba ya a solo unos metros de la puerta doble que daba a la habitación privada de Kino que estaba llena de consolas y videojuegos, misma donde perdía el poco tiempo que tenía de provecho.
