Traición

Cosechas Lo Que Siembras

Se acercaron con sigilo a aquella casa que a pesar del abandono evidente, parecía tan pulcra como si alguien se hubiera tomado la molestia de arreglarla sabiendo de su llegada, era eso demasiada coincidencia o en realidad esa pequeña casa a escasos metros de la playa no estaba tan sola como aparentaba.

Después de pasar horas en la reducida sala de la madriguera con los corazones encogidos por la preocupación y el desasosiego, parecía que nadie tenía nada que aportar y eso les agobiaba demasiado.

Un gran grupo de aurores se había movilizado por cuadrillas, sumado a esto una gran cantidad de voluntarios no solo magos y brujas, si toda clase criaturas se habían alistado entre ellos un par de duendes, algunos elfos domésticos y centauros inspeccionaban las entrañas de los bosques intentando rastrear a Granger, después de todo era lógico todo el revuelo armado, considerando que se trataba de un miembro del trió dorado, además de una importante funcionaria del ministerio, y si eso no fuera suficiente esa pequeña castaña de enorme corazón y voluntad que siempre se había preocupado por los más desprotegidos y débiles, ahora cosechaba lo que había sembrado a lo largo de su  vida.

Muchos de esas criaturas que ahora se mostraban dispuestos a ayudar, en algún momento habían recibido de ella grandes cosas, su protección y cuidados no solo de manera profesional, por que como siempre Hermione iba más allá de cumplir con su deber.

Entre sus muchas obras promoviendo el derecho de los Elfos, había logrado el reconocimiento de los duendes, así como el respeto de los bosques para los centauros y gigantes. Asi que eran muchos los que se habían sumado a la causa proveyendo de su ayuda y sus conocimientos para localizarla.

 Draco en un intento desesperado de movilizar a las masas para que ayudaran a localizar a Granger, había hecho un comunicado formal, solicitando cualquier información que ayudara a dar con su paradero, inicialmente había pensado en ofrecer una cuantiosa recompensa, pero desistió en el último momento cuanto Potter tomo la palabra.

-No tengo palabras que puedan expresar la angustia que sentimos en estos momentos, pero estoy seguro que quienes han tenido el placer de conocer a Hermione Granger podrán comprenderlo, saben de a lo que me refiero cuando digo que ella es mucho mas que una mujer inteligente y brillante, Hermione es de las pocas personas que entregan todo sin esperar nada a cambio, es noble, valiente, leal y tengo que  confesar que de no ser por su ayuda y colaboración en estos momentos muy posiblemente seguiríamos bajo el yugo del innombrable. Por eso les pido a todos su ayuda para encontrarla.

Malfoy sintió un gran orgullo por la manera en la que se expresaba Potter de su mujer y aun mas cuando fueron muchos los presentes que inmediatamente prometieron colaborar.

Lo que vino después solo fue la constatación de los hechos, el mismo ministro proporcionaba su ayuda, dando todos los recursos a su disposición para encontrarla, decenas de personas acudieron a su llamado, fueron muchos los grupos de búsqueda.

Las cuadrillas de aurores trazarlos los lugares en los que podía encontrarse Andrew, pero a pesar de todos los recursos puestos en la búsqueda no parecía haber ningún cambio.

La noche caía ya, cuando todos se reunían de nueva cuenta en la madriguera, Draco estaba sentado en un viejo sillón con la cabeza enterrada entre sus manos, estaba agotado, se notaba por las oscuras ojeras bajo su ojos y a pesar de lo pulcritud de su vestimenta, era obvio que no había ido a cambiarse de ropa.

Se había hecho costumbre que cada vez que Fred veía llegar a Draco se lanzaba a sus brazos  o comenzaba a llorar para llamar su atención y hacer que este terminara cargándolo. Y esa noche no había sido la acepción, en cuando Astoria bajaba las escaleras y su pequeño noto la presencia del rubio salto de alegría estirando sus bracitos.

-He Malfoy, creo que tienes un admirador. -Le dijo George intentando animarlo un poco.

Draco sonrió a penas, recibiendo a Fred de los brazos de su madre.

-¿Cómo estás? -Le pregunto Draco al pequeño que dejo de reír y lo miraba con seriedad, incluso con preocupación como si de una persona mayor se tratara. -Yo he estado mejor. -Admitió al comprender que su aspecto era lamentable.

Alguien toco a la puerta haciendo a todos sobresaltarse, Molly fue a ver de quien se trataba, seguida de George y Ron. Pasaron solo un par de minutos antes de que regresaran sobre sus pasos, tras los Weasley venia Aime Greengrass, pero curiosamente no hiba sola a su lado iba Adolph Magnus el padre de Astoria.

La rubia se tenso al verlos entrar, ya conocía la verdad pero no sabía si estaba dispuesta a enfrentarlos en un momento como este. Pero antes de darle tiempo a reaccionar. Su madre tomo la palabra.

-Creo saber donde puede tener a Granger. -Dijo a penas en un susurro logrando que el silencio se hiciera más profundo.

Fue Malfoy quien reacciono primero, poniéndose de pie, sin soltar al pequeño pelirrojo.

-¿Donde? -Pregunto con urgencia mientras todos contenían el aliento llenos de esperanza.

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Hermione se había golpeado con fuerza contra el piso cuando se dejo caer, había logrado su objetivo y en su mano tenía un trozo de cristal, torpemente comenzó a cortar las cuerdas, pero su corazón se encogió de angustia cuando escucho pasos acercándose, aparto su vista de la puerta que había estado vigilando desde esa incomoda posición en el piso  e intento seguir cortando las cuerdas para soltarse.

Tenía su corazón latiendo con fuerza en su pecho debido al miedo y la adrenalina que corría por sus venas, sabiendo que no tenía mucho tiempo intento hacerlo más rápido lo que ocasiono que se cortara la palma de su mano y esto dificultara aun mas su tarea, pero no paro, solo contuvo el aliento cuando escucho como habían abierto la puerta, sabía entonces que estaba perdida, que su fin había llegado.

Lo supo en el momento cuando escucho pasos rodeando donde encontraba tendida y un par de zapatos frente a ella, apretó los ojos aterrada, esperando que al menos fuera rápido. Su último pensamiento se lo dedico a Draco y una lagrima rodo por su mejilla.