Con Otra En Mi Cama

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Nota: Los personajes no me pertenecen son de la grandiosa J.K. Rowling yo solo los tomo prestados un poco para divertirme y en el caso de este fic muy especialmente me sirvio de terapia ocupacional por eso le tengo un especial cariño ;)

Espero disfruten leerlo tanto como yo disfrute escribirlo.

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En una pequeña casa en las orillas de Londres una pareja discutía acaloradamente, después de que de improviso llegara una mujer a su propia casa y se encontrara con una escena que la dejo sin habla por unos minutos.

Cuando recupero el aplomo se paro firme, encarando al hombre que estaba pálido como la cera esperando una respuesta.

-No me debes nada, puedes irte sin remordimiento alguno que no ha pasado nada que no tenga remedio, así que ahórrate tus disculpas y solo vete. No me mires así, ¿Qué esperabas? ¿Qué me pusiera a llorar por tus acciones? ¿Qué suplicara porque te quedaras a mi lado?, pues no lo hare y si es eso lo que esperas ya puedes largarte, porque tus ojos no lo verá jamás. -Dijo contundente viéndole a los ojos con desafío y sabiendo cuanto le afectaban sus palabras.

-Pensé que me amabas.

-Y lo hice, pero no esperes que suplique por amor, mas cuando de manera tan fácil me has cambiado. Y aun no entiendo con que cara me hablas de amor cuando te encontré revolcándote con otra.

-Fue solo un error.

-Solo un error. -Replico exasperada. -Un error es llegar tarde, olvidar mi cumpleaños o nuestro aniversario, pero dudo mucho que "solo sea un error" encontrarte entre las piernas de otra en mi propia cama.

-Perdóname. -Suplico e intento acercarse a ella pero se arrepintió cuando le miro con tanto desprecio que tuvo que dar un paso atrás abatido como si esa mirada le hubiera golpeado sin aviso.

-Te perdono. -Dijo lentamente y el alzo la vista esperanzado. -Pero no volveré a contigo. -La firmeza en sus palabras lo golpeo de nuevo.

-Por favor, lo siento tanto.

-Yo lo siento más. ¿Y sabes que es lo que más lamento? Lamento haber invertido tanto tiempo en ti, me arrepiento por ser una estúpida y no darme cuenta del canalla que eres.

-Dame una oportunidad. -Suplico de nuevo intentando convencerla.

-No. -Dijo contundente. -Si no te vas tú, me voy yo. -Advirtió y el pelirrojo se quedo atónito, congelado en su sitio no se pudo mover. -Entonces me voy. -Tomo su abrigo y su bolsa y salió de esa casa para siempre, con la frente muy en alto y el corazón destrozado.

Había llegado a esa gran mansión hacia unos minutos, la hicieron pasar y la condujeron a la estancia, mientras anunciaban la visita a los dueños de la casa.

Estaba nerviosa, aun temblaba de pies a cabeza, había sido incapaz de tomar asiento en el estado en que estaba y buscando calmarse un poco caminaba alrededor de la estancia. Tenía las manos heladas y el rostro pálido, si se había controlado hasta ese momento era porque se aferraba a al coraje y la rabia que sentía para no derrumbarse.

Escucho que la puerta se abría y daba paso a un hombre que la observo con cautela, con sorpresa disimulada, levanto la ceja incrédulo, pues creía que se habían equivocado al anúnciala, pues hubiera esperado muchas visitas, pero nunca a ella.

-¿A qué debo el honor de tu visita?

-Vengo a hacerte un favor. -Dijo la mujer que se frotaba las manos.

TraiciónWhere stories live. Discover now