Capítulo 16. La Nueva Guerra Por El Mandato. Parte 2.

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 Cuándo Elijah y yo llegamos a la mansión de Marcel, sabemos que nada bueno esta por suceder, y mas cuándo vemos a un montó de vampiros alrededor de algo que les esta divirtiendo ver. Al irnos acercando reconozco a varios nocturnos de Marcel riendo y festejando algo. Elijah que sigue a mi lado y yo nos vamos abriendo paso entre la multitud, hasta casi llegar al centro dónde al llegar nos encontramos a una Davina gritando para que lo que se estuviera produciendo parara. Cuándo llegamos a su lado, ella nos mira nerviosa y dice con lastima, sin aún yo no haber prestado atención a lo que sucedía a mi alrededor.

—Siento no haber podido hacer nada para evitarlo Adri-dice ella mirándome con lástima, y vuelvo mi vista hacia el centro, donde Klaus está atado a unas cadenas que están sujetas al suelo, mientras que vampiros de Marcel le están hierros y echándole una especie de liquido que distingo que es una mezcla de verbena y acónito. 

Yo miro con impacto la escena, y cuándo iba a gritar para que pararan, veo en la parte superior asomada al balcón a una tranquila Rebekah  al lado de un Marcel mirando atento la escena.

Miro hacia donde estaba Elijah hace unos segundos, y no está, pero lo localizo rápidamente quitando a los vampiros que están torturando a Klaus. Cuando ya no queda nadie alrededor de Klaus, Elijah mira a todos lados y cuando sus ojos localizan a Rebekah que esta levemente más asustada que minutos antes, pero aún con su rostro bastante tranquilo. Cuando Elijah vuelve en si dice para Rebekah y Marcel en voz alta.

—Rebekah, Marcel, ¿Que creéis que estás haciendo?

Rebekah y Marcel se miran, y Rebekah dice.

—¿Por qué lo defiendes siempre hermano? ¿No entiendes que durante siglos a echo que no tengamos nada de felicidad?-dice esta.

—¡No es necesario hacer esto Rebekah!-dice Elijah furioso-¡Somos familia Rebekah! La familia antes todo, por y...

Elijah iba a acabar la frase pero Rebekah la termina por el.

—Si Elijah, por y para siempre. No se me olvida el trágico día que decidimos decir eso.

Elijah asiente varias veces y girándose hacia Klaus, rompe las cadenas a velocidad vampírica y coge a una humana para que beba, lo que hace rápidamente, y cuando Klaus a acabado, Elijah iba a decir algo, pero yo, que he estado en un segundo plano todo el tiempo, me acerco a Elijah y Klaus y le digo a este último.

—Es hora del plan B Klaus. Solo no hagas daño a Rebekah, yo me encargo de ella.

Este sonríe, y levantándose de golpe y con los ojos amarillos se empieza a derramar corazones por el suelo de cada vampiro que se metía en su camino.
Mientras tanto, Elijah y yo vamos hacia dónde Rebekah y Marcel se encuentran, ya muy alarmados y digo enfadada al llegar junto a ellos.

—¿En que momento pensásteis que sería una buena idea retar a un híbrido?-pregunto enfadada.

Marcel me mira frunciendo el ceño y dice.

—Adriana, ¿no entiendes que es un asesino, un loco y manipulador?-dice el con desdén.

—Y tú no te estás dando cuenta que está intentando cambiar, ¡Maldita sea!

Rebekah que se a mantenido callada todo el tiempo dice mirándome.

—Adriana, Klaus no va a cambiar. ¡Nunca lo ha echo! Y ahora no lo va hacer.

Yo los miro y digo lo más suavemente posible.

—Lo está intentando, lo sé que lo está intentando maldita sea. Yo sé que sí-digo y ellos me miran serios y digo-Os jurásteis estar juntos por y para siempre. Los juramentos no se rompen Rebekah. Y tú Marcel, al niño que recogió de la calle y lo cuido y le transformó en lo que es ahora, se merece por lo menos tus respetos, y que quede claro antes de que te defiendas. Él no huyó por qué si, lo perseguían-digo-y ahora que ya he dicho todo lo que tenía que decir, páralo antes de que mate a todos tus hombres.

Estos me miran y caminan hacia donde Klaus se encuentra deshaciéndose de los vampiros que van a por el, y cuando ya no queda ninguno que le ataque dice mirando a la gente con la boca manchada de sangre y todavía con sus ojos amarillos, y al encontrarse los ojos de Klaus con los Marcel y Rebekah este sonríe y dice seguro de si.

—¿Que pasa Marcel? Vienes a pedir clemencia.

Klaus sonríe, y Marcel dice con el rostro serio.

—Vale Klaus, tú has ganado, has conseguido lo que querías. Has ganado, mi imperio vuelve a ser tuyo.

Klaus sonríe, pero en un momento posa los ojos en mi que le sonrío leve y este vuelve a mirar a Marcel con más compasión y dice.

—No quiero que me entregues lo que tu cuando yo me fui, construiste. Yo solo quiero que reines conmigo

Marcel junto con Rebekah, y con los pocos vampiros que quedaban los miraban como su fuera una cosa rara. Pero Marcel, acercándose a Klaus, y al llegar dice.

—Sería un placer reinar contigo, Klaus-dice sonriendo-Podéis pasaros a vivir aquí. Ya me encargaré yo de donde me quedo yo-Marcel mira a los vampiros y dice para todos en voz alta y clara-ahora, Klaus también es vuestro rey. Darle sus respetos, igual que me los dais a mí.

La Marca de la Media Luna [Los Originales] Finalizada.Onde as histórias ganham vida. Descobre agora