La Marca de la Media Luna [Los Originales] Finalizada.

Capítulo 9. El Reino De Nueva Orleans.

Cuando Klaus entro en la parcela pasando la verja, Elijah dice.

-Eres bienvenida a nuestra casa-dice con una leve sonrisa.

Solo sonrio y atravieso la verja y después de mi Elijah. Cuando llegamos al porche esta Klaus sentado en un banco blanco de madera, que parece de hace muchos años.

-Echaba de menos esta casa-dice Klaus levantándose y girando el pomo de la doble puerta, para que dejara ver una sala a donde se encontraban las otras habitaciones, y en todo el medio, unas escaleras de color blanco.

-Esta tal y como la recordaba-dice Klaus sonriendo caminando a lo que parece una sala de estar.

Elijah y yo seguimos a este, y vemos que todos los muebles están protegidos por un plástico transparente para que no se estropeen.

-Si Niklaus, no creo que haya venido nadie desde 1866-dice Elijah paseando por esta.

Klaus ríe, y dice.

-Deberás que me encantaría quedarme con vosotros ha ordenar todo-dice sarcástico-pero me temo, que tengo a alguien que visitar-dice sonriendo y se va hacia la puerta principal, por la que sale a continuación.

-No me jodas que nos acaba de dejar a nosotros dos a cargo de que ordenemos todo-digo yo con una cara un tanto impresionada.

-Pues por lo que parece, y como conozco a mi hermano, me temo que si-dice Elijah sin ninguna expresión fija en el rostro.

A Elijah se le coloca una sonrisa de lado en el rostro, y sin ningún motivo, empieza a recoger. Yo al principio me negaba a cooperar, pero no dure mucho tiempo, ya que me gustaría conocer mas a ese antiguo pero guapo y atractivo vampiro.
Fui a donde estaba el, quitando uno de los plásticos de encima de un sofá de tres plazas. Iba ha hablar en ese momento, pero se me adelanta.

-¿Qué tal lo llevas?-dice Elijah levantando la vista del sofá para mirarme.

-¿El que?-digo con ironía-¿tener en mi vientre creciendo, un ser milagroso?

Elijah sonríe y me dice.

-Lo de ser madre.

La pregunta me sorprendió bastante.

-Creo que eres el primero que me pregunta mi opinión-río leve-pues la verdad, no lo se. Yo no tuve nunca a mi madre a mi lado. Y yo solo espero que esta criaturita tenga tanto a la madre como al padre, aun que sea un tanto complicado aguantar a Klaus-reímos los dos.

-Nadie conoce mas a mi hermano que yo-dice seguro de si-el puede ser ruín, manipulador, egoísta, orgulloso y vengativo. Pero si ama, se que lo hace de verdad, aun que lo exprese a su extraña manera-sonrio y prosigue cambiando de tema-ven conmigo, en la parte de arriba, hay que enseñarte tu habitación.

Sonrio y sigo a Elijah que sale de la sala y sube las escaleras para dar a la planta superior, donde hay ocho puertas distintas.

-Puedes escoger la que quieras, excepto las tres últimas puertas, que son las de mis hermanos y mía.

-De acuerdo-sonrio y voy hacia la de en frente de una de las habitaciones ocupadas, la abro y entro.
En esta, hay una gran cama con dosel, y en frente de esta, una cómoda de madera con un espejo circular en cima de esta, un armario empotrado en la pared, un balcón, y al lado de la puerta de entrada, una puerta que da a un baño.

-Para ser una casa de hace casi trescientos años, esta súper bien-digo entrando en esta, donde miro cada detalle con atención-una pregunta, ¿que obsesión tenéis con los doseles?-pregunto y Elijah ríe, y e de decir que es una risa bonita y verdadera.

-Échale la culpa a Rebekah-dice y volvemos a reír esta vez los dos.

-No le voy a echar culpa ninguna, ya que siempre quise tener una cama así-dije y fui hacia esta y me senté en el borde -¿te puedo hacer una ultima pregunta?

-Claro, dime-dice Elijah mirándome mientras se sienta a mi lado.

-¿Cantas algo conmigo?-digo mirándole sonriendo.

Vale, se que soy un autentico desastre, ya que llevo bastante tiempo sin subir contenido, pero como comprenderéis tengo que estudiar para estos últimos exámenes, y como no es que sea la persona mas trabajadora del mundo, me es bastante difícil. Pero bueno, no estoy aquí para contaros mi patética vida, si no para pedir disculpas. Gracias!! 😉❤