Capítulo 15: Arrepentimientos.

Start from the beginning
                                    

Mi cabeza comenzaba a doler, llevé mi mano hacia mi frente para dar pequeños masajes.

— ¿Qué es lo que verdaderamente pasó ayer, Aidan? —preguntó cauteloso el Alfa Erick.

Poco a poco comencé a decirles como Mason me había atrapado en el baño, en lo que me hizo prometer, lo que pasó después de que me descubriera, todo.

—Él se veía arrepentido de alguna manera.

— ¿Arrepentido? Mató a cinco personas, te lastimó a ti ¿Crees que se arrepiente de lo que hizo? —Jev simplemente no creía lo que escuchaba, los chicos parecían realmente furiosos.

—Él parece que, cuando me apuñaló fueran sus instintos, sus reflejos, cuando se dio cuenta pareció arrepentido.

Un bufido acompañado de una sonrisa irónica es lo que recibí de parte de Iker, me encogí en mi lugar.

—Creo que lo mejor será que descanses.

—Iré a ver a Jacob—quité las mantas que me cubrían, el frío se filtró en la delgadez de la bata del hospital, sin embargo, eso no fue lo que me preocupó, si no que el tan solo poner mis pies en el suelo, no logré mantenerme de pie, Iker y Jev me sostuvieron.

— ¿A dónde vas? — me regañó el Alfa Fuego.

—Iré a ver a Jacob, él les contará lo que sucedió porque al parecer ustedes creen que miento— pero los chicos comparten miradas, y ahí, en ese momento es cuando me comienzo a alterar.

—Vamos Aidan, tus heridas aun no sanan por completo— intentan arrastrarme de nuevo hacia la cama, pero me resisto.

— ¡Suéltenme! — me remuevo, mientras que el dolor empieza a atacarme y el temor a cegarme.

— Ya basta— Jev me abraza por detrás inmovilizando mis manos, para que no pueda dar ningún golpe.

— ¡No! Tengo que ir con Jacob — escucho pasos apresurados.

— ¡Ya es suficiente Aidan! ¡Jacob está bien! — Ashaia replica, pero sabía que mentía, solo lo hacía para tranquilizarme.

—Oye, eh mírame Aidan— Iker presiona mis mejillas —Está bien, ahora todo está bien, ¿sí? — sus ojos cafés me resultaron tranquilizadores, eso era lo que ocurría, Iker siempre estaba ahí, en los breves ataques que tenía.

Siempre estabas ahí, hermanito.

—¿Qué es lo que...? — Jev deja su pregunta al aire.

— ¿No lo sabes? Ella en ocasiones...

—Estoy bien, lo siento creo que necesito descansar— corto todo lo que tenía que decir mientras me comienzo a recostar, todos guardan silencio.

— ¿Quieres agua? — pregunta de pronto Ashaia, todos lo voltean a ver, sus comentarios fuera de lugar.

— ¿Que demo...? — empieza Iker.

—Ashaia traerá esa agua. — dice mi padre. Se miran unos con otros después me miran a mí.

— ¿Esa agua? — nadie me responde.

Llevé ambas manos a mi cara, me estaba sintiendo mal, todo era confuso, simplemente quería irme y no recordar nada.

Después de unos minutos de la ausencia de Ashaia entra dando un portazo.

— ¿Qué es lo que te tomó tanto tiempo? — Jev lo reprende.

—Aidan— me llamaron, estaba a punto de quedarme dormida, Ashaia extiende el vaso de vidrio con agua.

— ¿Tiene veneno? — me empiezo a sentar, tomé un sorbo mientras veo como detrás de Ashaia se encontraba un señor de aspecto avanzado y una bata blanca, el doctor.

Mi Luna AzulWhere stories live. Discover now