8.

488 57 8
                                    

NOTA: Lamento MUCHO la demora. Tenía preparado esto, pero no encontraba la imaen donde me basé. Creo que muchos la hemos visto antes. No es mía, los créditos siguen ahí -no recuerdo la página donde yo la encontre, sorry-. Muchas gracias por leer. 

.

.

.

.


Cuando Barnes abrió los ojos, no recordaba más cosas que una oscuridad tan pura, que nada se distinguía delante de sus ojos. Tan oscuro era que ni siquiera podía afirmar si había abierto los ojos en primer lugar. Su mente era justo eso. Un vacío completo. Poco a poco, de una manera tortuosa, fragmentos fueron llegando uno a uno.

Luego de tantas décadas, quizá ya hubiese sido justo que su mente se acostumbrara a aquella dolorosa experiencia.

Continuaba bajo el control de aquella maldita organización, eso era seguro. Y, por alguna razón, ellos requerían de él en ese momento, pues de otro modo continuaría en esa oscuridad, sin formular pensamiento alguno. Sin vivir nada, sin morir realmente. Solo estar allí a la deriva, accesible a los monstruos que le obligaban a realizar actos horrorosos, de los cuales jamás podría escapar.

Sintió ganas de llorar, sin saber que aquella era una rutina que se repetía incontables veces. Cada vez que era usado para los propósitos de Hydra pasaba por aquella misma experiencia.

Comenzaba a recordar cosas horribles. Luego le controlaban de nuevo, sin que pueda evitarlo. Perdía toda noción de su propia existencia, cumplía misiones, regresaba arrastrando sangre ajena en su cuerpo... Entonces era encerrado de nuevo, congelado a la espera de "recalibrarlo", siempre pasando un momento amargo antes de volver a aquella muerte vívida, donde debía aguardar hasta que el ciclo empezara de nuevo.

Pero algo cambiaría en aquella ocasión.

Escuchó ruidos, y alzó la vista en esa dirección inmediatamente. Unas enormes puertas metálicas fueron abiertas de par en par, permitiendo que la luz del exterior entrara sin problema alguno, lastimando sus ojos habituados a la oscuridad profunda en el proceso.

—Arriba, Barnes... Kraust tiene una nueva misión... —declaró el agente que había llegado a buscarle

No iba solo. Nadie nunca acudía solo a su encuentro.

A pesar de que había dejado de luchar años atrás, las leyendas decían que el Soldado 17 había asesinado a cientos de agentes en un intento de escapar. Nadie nunca confesó que al reconocer las muertes de éstos caía al suelo llorando, haciéndole increíblemente fácil de llevar.

Armas distintas le apuntaban todo el tiempo, y él, pese a no desear saber nada más, se veía obligado, como cada ocasión, a acompañar a esos hombres a donde fuera que requirieran su presencia.

Ellos nunca se molestaban en arreglar esos momentos de "debilidad" por parte de su control mental... Hydra disfrutaba torturándolo de aquella manera. Debilitándolo tan lentamente que apenas y quedaba rastro del héroe que fue en aquellos gloriosos días de su pasado.

Todo estaba tan atrás ahora.

Barnes siguió mecánicamente los pasos de sus verdugos, su mente continuaba intentando de manera infructuosa encontrar respuestas. ¿Qué habría hecho esta vez? ¿Qué es lo que debía hacer en esta ocasión? Lo único que tenía con certeza es que si nadie había muerto hasta ese momento... Solo era cuestión de tiempo.

Él nunca fallaba. El Soldado del Invierno siempre ganaba.

—Aquí está, señor... Justo como ordenó—declaró el agente que le guiaba, una vez llegaron a una amplia habitación.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 21, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Cuando Termine El Invierno {Avengers}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora