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Myoui Mina se encontraba encerrada en su habitación como de costumbre, escuchando a todo volumen a su cantante favorita, Birdy. Escuchar aquella voz le provocaba una calma inmensa y a la vez una inquietud, porque le daba tristeza pensar que nadie nunca iba a expresarse de una manera tan bonita sobre ella, le daba tristeza pensar que iba a quedarse toda la vida sola.

Mina estaba consciente de que era un poco ridículo ponerse triste por eso, pero a la misma vez no lo podía evitar. Suspiró y miró fijo al techo mientras pensaba en Son Chaeyoung, una chica menor que ella, en su cabeza no dejaba de tenerla presente ya que estuvo enamorada de ella durante un año y cuatro meses... sí, los tenía contados porque ansiaba poder superarla, pero se le dificultaba mucho.

La chica japonesa era de ese tipo de personas que amaban con toda su fuerza a la persona con la que estuviera saliendo, a veces quería ser cursi, pero se le dificultaba poder expresarse, así que sus parejas simplemente se conformaban con que fuera empalagosa cada que se veían.

Ella recuerda la noche en la que Chaeyoung la llamó muy enojada, diciéndole que se fuera a la mierda y que nunca más la buscara porque para ella, ya no existía ninguna posibilidad de volver a sentir lo mismo de antes, le recalcó mil veces que ya no la amaba e incluso finalizó la conversación con un "preferiría nunca haberte conocido, sólo fuiste un estorbo". A Mina le costaba creer que aquella chica dulce se había convertido poco poco en alguien que la agrediera verbalmente todos los días.

Su cabeza repetía una y otra vez las escenas en donde Son Chaeyoung la insultaba a más no poder, incluso solía poner la excusa de que estaba "bromeando", pero no quitaba que Mina quisiera desaparecer cada que hacía un mal comentario.

"-Me das mucho asco, ¿por qué tu cuerpo no puede ser como el de otras chicas? Dios, el tuyo realmente es horrendo- dijo Chaeyoung mientras observaba al equipo de porristas a lo lejos e imaginaba estar con una chica como ellas.

-¿Puedes parar de decirme eso?- preguntó Mina cabizbaja, le daba vergüenza no ser como ella quería. Chaeyoung rodó los ojos.

-Mira, si no vas a soportar que te diga estas cosas, podrías simplemente ser como ellas y listo- contestó mientras se ponía de pie, dispuesta a irse lejos de la chica japonesa.

-Chae... no te vayas- pidió tomando su mano firmemente. La otra chica la miró con el ceño fruncido.

-No me dirás que hacer, ¿de acuerdo? Adiós- y se fue, dejando a Mina hecha un desastre."

La chica no paraba de llorar al recordar esos momentos tan dolorosos donde su autoestima era enterrada cada vez más. De pronto su celular comenzó a vibrar, su mejor amiga la llamaba.

-¿Hola?- dijo Momo del otro lado de la línea.

-Ho-hola, ¿necesitas algo?- preguntó Mina tratando de controlar sus sollozos.

-Necesitaba oír tu voz... por algún motivo sabía que estabas triste, Sana y yo hemos tratado de que respondas los mensajes, pero nunca lo hiciste y bueno, aquí me tienes llamándote- hizo una pausa, Momo a veces hablaba mucho- ¿quieres que vaya a visitarte?

-Sí, estoy cansada de estar s-sola- suspiró.

-Bueno, en quince minutos voy, no te preocupes. Te quiero, Minari.

-Yo también te quiero, Momo.

c h e a t e r- minayeonWhere stories live. Discover now