Cruciator: La Guerra Celestial

Empacando

—Y... listo... —dije, bastante cansado por empacar todo —Al menos eso creo. 

Ah, no me he presentado. 

Mi nombre es Amaranth Graves. Tengo dieciseis años, aunque a poco... y bueno, algunos dicen que soy suertudo. 

Yo no creo esa ultima parte. 

Si bien era cierto que estaba en el ultimo año de la Academia teniendo dieciseis (todos mis companeros tenian diecisiete o dieciocho, y algunos a veces mas) y mi apariencia ahora mismo habia mejorado exponencialmente (y no lo digo por arrogante. Yo no era feo, pero no me consideraba nada especial. Ahora podria ser una celebridad si eso quisiera, y estaba siendo modesto conmigo mismo), habia pasado dos meses en mi habitacion, con un dolor inmenso que estaba entre "me arrollo un camion de carga" o "me pisoteo el equipo de futbol" y lidiando con cambios de humor no muy diferentes a los de una chica en "ese" momento del mes. Ademas de que esto pasara una semana despues de que me dijeran que podria brincar al ultimo año a mitad de curso y una semana y media despues de mi cumpleaños numero 16... aunque admito que mi fiesta fue increible y salio en el periodico por el tamaño y la lista de invitados. 

Tampoco me consideraba desafortunado. Era de una familia acomodada... y asistia a una Academia para chicos de clase alta. La Academia Hesperia de Artes Liberales (o sea, tanto escenicas como cualquier otra... y si, eso incluia videojuegos) era considerada la escuela de arte y era una de las Academias mas prestigiosas de todo el condado de Allegheny y los condados aledaños. Gracias a mi habilidad en el teatro, habia sido aceptado hace un año y medio. Ademas, me habia encontrado con un antiguo amigo del campamento de verano... y me entere de que la Academia le pertenecia a su madre. Curioso, no? 

Tambien fue donde conoci a alguien... bueno, eso prefiero dejarlo para despues, si les parece. 

De apariencia, yo era un tanto diferente. Hasta hace poco, yo habia, como ya habia mencionado, cambiado considerablemente... y para mejor. Anteriormente, solo era diferente. Ahora? Diferente en un muy buen sentido. No era algo que se veia a diario. Mi pelo siempre habia sido largo y lacio, pero ahora la cola de caballo que ataba a mi espalda llegaba hasta mis piernas, el color cafe habiendose tornado un bermejo cobre. Mis ojos, que alguna vez habian brillado con un color ligero pero frio se habian vuelto azul glacial, tanto que ya no podia mirarme al espejo sin pasmarme un poco a mi mismo. Era alto ahora, probablemente entre 6'2" y 6'4" y si antes solo habia sido esbelto, ahora era esbelto cortado y con algo de musculo. Lo sufieciente para ser atractivo, por supuesto, pero no muchos para no verme intimidante. Los flecos cortos de mi anterior peinado ahora eran largos y resaltaban la nueva suavidad de mi rostro y facciones. Mi tes de blanco muerto ahora era de un marmol rosaceo, con un rubor que resaltaba el brillo de si misma, en especial en mi rostro. Y con esa descripcion, que me hacia poca justicia, tuve mis cinco minutos de arrogancia, soberbia y de jactarme de mi mismo. Ahora, regresemos con nuestra programacion tradicional. 

A diferencia de muchos chicos, mi familia no era distante. Mi viejo no estaba presente por la mayoria del Invierno y Otono, pero eso era por que Cedric Graves trabajaba para la NOAA en una base en la Antartica como Biologo Marino. Los seis meses que pasabamos juntos no eran muy diferentes a los de una familia normal, si bien adinerada. Mi madre Gracia (o Gracie, estando en America) era la curadora del Museo de Historia Natural del Condado de Allegheny. Ella tambien era oriunda de España, y nos habia educado a mi y a mi hermana para hablar el Español tan bien como el Ingles. Por ultimo, mi hermana mayor, Rachel. Al igual que mi madre (y no lo mencione por una buena razon), era muy sobreprotectora. Para colmo, tambien era una buena luchadora aficionada a las Artes Marciales Mixtas. A pesar de ser muy mona, no parecia conseguir novio... probablemente por que les asustaba su altura. Media casi seis pies, igual que mi madre y yo antes, y un poco menos que el yo de ahora. Sin embargo, la altura y sus hobbies le habian conseguido un lugar en la Academia antes que a mi, pues queria ser una anfitriona de programas de supervivencia. Y que lo fuerte no los engañe. Era muy agradable y diria que hasta consentidora.