Capítulo 1.

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Bajé del caluroso y asqueroso vehículo que se hacia llamar taxi.

Jamás había sentido tanto asco por un vehículo, enserio todos mis sentidos estaban traumatizados después de subirme y hacer el trayecto hasta esta casa, la casa que mi madre me había buscado para dos cosas:

1) Para ser independiente.

2) Para sacarme de casa, ya que no me soportaba más. Aunque ella no lo quisiera admitir.

Miré de nuevo el pequeño trozo de papel donde mi madre me había apuntado la dirección de la que sería mi nueva casa.

Miré de nuevo el número que estaba colgado sobre la puerta de madera.

Sí, era mi casa.

Cogí mi maleta con ruedas y atravesé el pequeño jardín delantero por el camino de piedras pequeñas que te conducía a los tres escalones que tenía que subir para poder tocar el timbre.

Mi madre me dijo que tendría compañeros de piso, no le dí importancia.

¿Cuántos seríamos en la casa? ¿3, 4? Yo había convivido con 3 hermanos y hermanas, más mis padres en una casa durante 16 años, creo que podría con esto.

Llamé al timbre varias veces y esperé plantada frente a la puerta, hasta que esta se abrió dejándome ver a un chico moreno con ojos café, alto y, joder, muy guapo.

- ¿Eres Leah? - preguntó con su voz masculina, rompiendo el silencio.

Asentí.

- Yo soy Jack Gilinsky - se presentó con una sonrisa, mientras tendía su mano y yo la estreché -. Por favor pasa - se hizo a un lado y yo se lo agradecí con una sonrisa.

La casa era moderna, y muy grande, más de lo que parecía por fuera. Me extrañaba que Jack viviera sólo.

- Gilinsky ¿quién era? - preguntó otra voz apareciendo por el lateral derecho.

Era un chico rubio con los ojos azules, bajito, al menos de mi misma altura.

- Leah - el moreno se giró para mirarme -. Este es Jack Johnson - lo señaló con la mano -. Jack esta es Leah, la nueva - Jack Johnson se acercó a mí con una sonrisa y me tendió la mano y yo se la estreché con una sonrisa también.

- Un placer - dijo alegre.

- Lo mismo digo - imité su tono de voz.

- ¿Los demás aún no han venido verdad? - preguntó Jack G y Jack J negó con la cabeza.

Que lío de nombres, esperad, ¿los demás?, ¿Acaso habían más?

- Ven Leah, te enseñaremos tu habitación - asentí y los tres subimos escaleras arriba.

La segunda planta era todo un pasillo, lleno de puertas, con diferentes nombres sobre ellas, nombres que no me paré a leer.

Llegamos a una puerta blanca con letras lilas sobre ella, escribiendo mi nombre. Se situaba enfrente de una puerta blanca también, todas las puertas del pasillo lo eran, pero sobre ella estaba escrito en letras verdes Aaron.

Bonito nombre.

La puerta de la izquierda con letras azules estaba escrito el nombre Jack G.

Por suerte tendría a uno de los "Jack" cerca de mí.

Y la puerta de la derecha, con letras rojas estaba escrito el nombre Cameron.

Abrí la puerta de la que sería mi habitación, las paredes estaban pintadas de color mint, ese color me gustaba, y mucho la verdad.

Living with MagconDonde viven las historias. Descúbrelo ahora