¿Quién dijo que sería fácil? / Jacob Black y tú. [Terminada]

(39) Para siempre. / Maratón 3-3.

Jacob y yo fuimos a casa de Charlie, Bella se alegró muchísimo al vernos juntos y extrañamente, Charlie también.

Estábamos Jacob y yo en mi habitación cuando Bella entró.

-Jacob, quería decirte que, muchísimas gracias por lo que hiciste contra ese Vulturi.
-No es nada, sabes que no dejaría que le pasara nada. -Jacob tomó mi mano mientras hablaba.

Cuándo Bella se marchó me cambié de ropa para ponerme cómoda y me tumbé en la cama.
Sentí un brazo alrededor de mi cintura, sonreí y alcé la vista para mirarle.

Besé sus labios con lentitud, no me cansaría nunca de hacerlo.

No se cómo ni cuándo pero estaba sentada encima de Jacob a horcajadas y esta vez el beso era más... intenso, no sé siquiera cuánto tiempo pasó exactamente, ¿10 minutos? ¿30? ¿Una hora? afuera estaba completamente oscuro, y la habitación apenas estaba iluminada.

Mi cuerpo experimentó una nueva sensación, sentí una extraña necesidad, a medida que el beso y las carician avanzaban, aumentaban mis ganas de que fuéramos solo uno.

-Jake... -Susurré entre jadeos.

Éste alzó la mirada dejando de besar mi cuello.

-Yo...l-lo siento, ¿quieres que pare? -Contestó con la respiración agitada.
-N-no, no es eso, Jake... quiero que me hagas tuya.

Él se sorprendió y después sus ojos reflejaron pura preocupación.

-¿E-estas segura?
-Lo estoy. -Dije con tono decidido tomando sus manos. -No quiero ser de nadie más.
-¿Para siempre?
-Para siempre. -Concluí.

Entonces Jacob besó mis labios de nuevo, pero de una forma tán especial.
Y así, comenzó aquella mágica noche que no olvidaría jamás.

*

Abrí mis ojos con lentitud, mi cuerpo estaba rodeado por unos cálidos brazos, sonreí al recordar la noche anterior, acaricié con la yema de los dedos su mejilla.

-Buenos días princesa. -Escuché un susurro en mi oído.
-Buenos días mi príncipe. -Susurré alzando la mirada para contemplar su angelical rostro.

Me abracé aún más a él y miré el reloj.

-¿Sabes que hora es?

Jacob frunció el ceño y miró el reloj, las 1pm.
Agradecí que fuera domingo pues a Charlie no le gustaría que faltara a clases cuando apenas quedaban poco más de dos semanas para terminar el curso y estaba con los exámenes finales.

*

Los siguientes días pasaron sin dificultad alguna, todo fué genial excepto porque debía de pasar demasiadas horas dedicándolas a los estudios.

-¡Tengo una idea! -Saltó Bella.

Estábamos pensando en los regalos de la fiesta de fin de año.

-Podemos regalarles a Edward y Alice entradas para un concierto que sé que les encanta.
-¡Genial! Ya tenemos regalo.

Yo a Bella iba a regalarle un colgante el cual se abría y mostraba dos fotos, una de Renee y Charlie jóvenes y otra de nosotras dos.
Aunque tenía un problema, no sabía que podría regalarle a Jake...

-Espera, espera. -Dije de inmediato, Bella me miró.
-¿Qué? -Preguntó Bella confusa.
-Tengo una idea de lo que puedo regalarle a Jacob.
-¿El qué?

Le conté la idea a Bella, le pareció un poco atrevida pero con un poco de ayuda y de información podríamos hacerlo.

-Oye, piensas ir al baile ¿no?
-No lo sé. -Contesté.
-¿Porqué no le dices a Jacob que vaya con tigo? No creo que esté interesado en ir al de su instituto.
-¿Si? No lo había pensado.

Ni si quiera estaba interesada en ir, pero no sería mala idea pedirle a Jacob de ir.

-¿Tu vas a ir?
-Parece que no me conozcas. -Dijo obvia.
-¿Y Edward?
-Ya le he dicho que no iré pase lo que pase.

Estoy segura de que Edward hará algo para convencerla de ir, aunque no le será para nada fácil.

Después de cenar Jacob volvió a mi habitación como cada noche, inspiré hondo antes de sacarle el tema del baile.

-¿Tienes pensado ir al baile de fin de año?

Jake se encogió de hombros.

-¿Porqué?
-Me preguntaba si querrías acompañarme al baile de mi instituto. -Estaba un poco sonrojada.
-¿___ Swan me está pidiendo ir al baile con ella? -Dijo burlón.
-Ya no. -Dije fingiendo estar enfadada.

Jacob sonrió y me tomó de la cintura para atraerme hacia él, pasé mis brazos por su cuello en una clara rendición.

-Claro que iré contigo. -Susurró cerca de mi rostro, atudiéndome, y alborotando todos mis sentidos.

Junté mi frente con la suya y besó mis labios tiernamente mientras me sentaba en sus piernas.

Al día siguiente, en el insituto Edward trató de convencer a Bella para ir al baile pero se negó en rotundo.

-Por cierto chicas, me encanta vuestro regalo de fin de año. -Nos dijo Alice emocionada.

Nosotras la miramos extrañadas.

-Pero si aún no lo tenemos. -Dijo Bella.
-Lo sé, pero lo he visto, y me encanta, muchas gracias. -Nos besó a ambas en la mejilla.

Con Alice es imposible hacerle sorpresas.

-Por cierto, ___ tienes que venir conmigo de compras, necesitamos vestidos. -Dijo Alice, yo rodé los ojos.
-¿No tengo opción verdad?
-No, te recogo en tu casa a las 6. -Dijo sonriente y se marchó con paso bailarín.

Las clases pasaron rápidamente, Eric me dijo si tenía intención de pedirle ir al baile y Mike sólo se limitó a preguntar si asistiría.

Por la tarde, efectivamente, Alice me recogió y fuimos a Seattle, pasamos por tantas tiendas que perdí la cuenta.

-¡Mira éste para Bella! -Dijo enseñándome un vestido azul oscuro con volantes en la parte baja.
-Bella a recalcado que no va a ir.
-Lo sé, pero Edward la va a llevar sin que lo sepa.

Puse los ojos en blanco, seguimos mirando vestidos, ella eligió el suyo, uno hermoso color verde que le quedaba perfecto ceñido al cuerpo y yo escogí un vestido rojo granate con escote de corazón y tirantes, ceñido a la cintura.
Cuando llegamos a Forks ya había anochecido, estaba nerviosa por el baile, seguía teniendo las mismas habilidades de torpeza que mi hermana.

*

-¿Estas lista? -Preguntó mi hermana.

Llevaba mi vestido rojo, unos tacones negros, poco maquillaje y en el pelo Rose me salvó haciéndome un peinado distinto, dos pequeños recogidos que luego se unían haciendo una trenza, era realmente hermoso.

-Si, eso creo. -Contesté, ella también estaba arreglada sólo que sin saber a dónde iba.
-¿No tendrás idea de a donde me quiere llevar Edward? Odio las sorpresas.
-No, supongo que pronto lo sabrás. -Me encogí de hombros.

Me miré una última vez en el espejo antes de comenzar a bajar las escaleras.

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