☕ ; c a t o r c e

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—Jyerin está dormida, por favor, no griten. —dijo con calma— Seokjin, haz lo que dice tu papá, ¿sí?

—Mami, ¿a dónde iré? —preguntó de nuevo pero con suavidad.

—¡¿En serio no nos vas a hacer caso?! —exclamó el alfa mayor, asustando a los otros dos presentes.

—Por dios, ¡no grit- —el mayor empujó a la omega, haciendo que esta impactara contra la pared fuera de la habitación.

Seokjin ahí ardió en furia, su lobo gruñendo. Habían lastimado a su mamá, a su progenitora, a la mujer que le dio la vida. ¡No iban a permitirlo así como así.

—¡¿Qué mierda te pasa, imbécil?! ¡Acabas de golpear a tu esposa y a mi mamá, insensible! —gritó, empujando la mayor del pecho, tratando de hacer que entrara en razón.

Jyerin, quien dormía plácidamente, escuchó el escándalo y se levantó de su cómoda cama, caminando con algo de miedo hacia donde se escuchaban los gritos. Vio a su mamá haciendo muecas de dolor por el golpe que había recibido y corrió hacia ella, con lagrimitas en sus ojos.

—¡M-mami! ¿Q-qué pasó? —preguntó, pero ella había llegado en el peor momento.

Sus ojitos voltearon para ver hacia el cuarto de su hermano, y ver cómo su papá lo sostenía del cuello.

¡Empaca tus cosas y obedece a tu padre! —rugió desde lo más profundo de su garganta.

Todos quedaron paralizados. Hyerin tembló y cayó al suelo, incapaz de hacer algo más que mostrar el cuello donde la marca se encontraba. Seokjin, aún cegado por el coraje, no pudo hacer más que inclinar la cabeza y empezar a empacar como si de un robot se tratara. Y la pequeña Jyerin, quien nunca había visto esa parte de su padre, empezó a llorar. El alfa mayor escuchó el llanto, observando a su hija menor llorar por su culpa, a su esposa en el suelo mostrando sumisión y dolor al mismo tiempo y a su hijo mayor, recogiendo las cosas con lágrimas en los ojos y un olor insoportable a flores marchitas. Todo por su culpa.

Seokjin sólo supo en ese momento que ya su familia no era lo mismo y nunca lo volvería a ser.

El sólo recordarlo hacía que su lobo gimoteara del dolor. Él admiraba a su padre, y a pesar de todo, lo amaba aún así. Pero todo eso que sucedió cambió mucho la perspectiva que tenía hacía él, demasiado. La imagen de "caballero que me va a salvar por cualquier cosa" cambió a "hombre que me va a traicionar por culpa de trivialidades". 

Si tan sólo hubiera una manera de comunicarse con Namjoon para saber su estado, para saber si se encuentra bien, para saber si la persona responsable está siendo amable con él. Tal vez así la angustia en su interior se disiparía al pasar el tiempo, y quizás así los meses pasarían con rapidez, siempre y cuando estuviera en contacto con el menor, pero no tenía ni siquiera idea de cómo funcionaba tal instituto, tenía la leve esperanza de que le dejaran usar al menos su celular. 

Sus ojos vagaron por la ventana del transporte, viendo cómo poco a poco las calles que conocía se esfumaban de su campo de vista, dando paso a nuevos horizontes de los cuales él no estaba al tanto. El ir a una nueva ciudad le parecía interesante, sin embargo, estar lejos de su familia no era lo más emocionante del mundo pues había estado tan acostumbrado al constante apoyo familiar que de repente verse "independizado" y por obligación de su propio progenitor lo situaba en una situación un tanto frustrante, más cuando el último recuerdo que tendría de su papá por un buen tiempo sería malo y traumático.

Bien, quizás Ilsan no estaría del todo mal. Era un lindo Estado con personas agradables, paisajes lindos, y si tenía suerte, sus compañeros de clase también serían gente amable. Pero nada comparado al amable y torpe corazón de Kim Namjoon, eso sí lo iba a extrañar mucho, junto con el alfa en sí. Suspiró, se estaba volviendo de esas personas que pensaban todo el puñetero día en alguien en especial. Pero no era sólo el humano que lo pensaba, sino también en lobo que tenía impregnado el olor a café y hogar en el hocico. Se sentía como un perrito abandonado a mitad de la calle por estar alejado de Namjoon, y su lobo desanimado no ayudaba en su intento de pensar positivamente de tal cambio.

¡Tú, idiota! 🌷  namjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora