Prólogo

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             Prólogo

Titanio....

¿Por qué estaba aqui? ¿Por qué en un bosque? ¿Por qué estaba sola?.... Pues, por el simple hecho de que no quería ser vista por algúno de aquellos guerreros. ¿Y su hermano? Esa misma pregunta se hacía ella una y otra vez ... su hermano ... Diecisiete ... El simplemente fue un idiota, inmaduro y egoísta al que no le importa ni su propio trasero.

»Ella lo había encontrado, donde Cell lo adsorbió. Estaba allí sentado, con la mirada perdida, como analisando lo que había pasado. Pero él no tenía ni idea; no pudo presenciar lo que su hermana había presenciado, vivido y sufrido ... ella vió como ese monstruo absorbía-asesinaba, desaparecía a su única familiar; ella tuvo que luchar consigo misma para no desesperarse ante la horrible situación.

Se dió por vencida una vez que tuvo a Cell frente a ella a punto de absorberla, nadie iba a impedirlo. Se suponía que ese era su fin, sin embargo, allí estaba. Viva e intentando darle una explicación, un resumen de lo sucedido a su hermano.

Trató, como pudo, de unir todos los puntos y una vez hecho se decidió al fin a sentarse junto a él y contarle lo sucedido hasta ahora.

El se quedó en silencio sin siquiera mirarla, no se había movido ni un poco desde que ella legó. No podría culparlo por su actitud, pues lo entendía, ella se sentia igual de ...impotente, miserable, vacía, inútil....

Los segundos se convirtieron en minutos; los minutos en horas, tal vez. Había pasado un rato significante y él seguía sin responder, en un momento pensó que estaba tratando de ignorarla, pero antes de decir algo para reclamarle, él se levantó aun sin mirarla.

"Ellos solo nos dejaron vivir". Dieciocho asintió. "¿Por qué simplemente mataronos?" 

"No lo sé."

"¿Y que se supone que debemos hacer ahora?".

Dieciocho se encogió de hombros.

"Entonces eso es todo..."

"Supongo."

Diecisiete abrió la boca para decir algo pero la volvió a cerrar, miró al cielo, que ya formaba tonos rojisos y naranja...volvió su mirada a Dieciocho, le dió una sonrisa amarga de lado e hizo un gesto con su mano antes de desaparecer en lo alto de las nubes sin dar explicación.

Dieciocho, atónita, se disparó a toda velocidad también pero él no estaba en ninguna lugar ... simplemente se había ido, sin dejar rastro.»

No lo había visto desde entonces, no se molesto en vuscarlo pues estaba claro que él no quería estar con ella. Desde ese día su vida se volvió miserable.

Semanas atras se encontró con el guerrero calvo, Krilin, el que inútilmente quiso salvarla. Él le había ofresido su ayuda, otra vez, pero ella lo rechazó. Por su culpa ella estaba así allí. No necesitaba su ayuda, no necesitaba a nadie, ella estaría bien sola.

Mentiría al decir que no le dolió lo de su hermano pero no por eso iba a caer en los brazos, implorando la ayuda de aquel hombrecillo.

Era absurdo sentirse así ¿No se supone que ella no tenía sentimientos, que no podía sentir? Pero al pensar en eso sentía el lair de su corazón recordandole, de forma amarga, que estaba allí; negándose a creer que era una androide, recordandole la poca humanidad que le quedaba.

Se haía prometido a sí misma que nada de lo que estubiera pasando la afectaría, actuaría como si su corazón también fuera una pieza de metal...

"Corazón de titanio".

Se dijo así misma mientras limpiaba una pequeña lagrima que se le había escapado y jurando que sería la última. Volvió su rostro a su habitual mirada neutral, ignorando tercamente el remolino que tenía en su cabeza.

TitanioWhere stories live. Discover now