Almas encontradas || EDITANDOSE

~Capítulo dos~

ANTES QUE NADA ¡MIL GRACIAS POR EL APOYO QUE LE ESTÁN DANDO! YA SON MAS DE 200 LEÍDAS Y ESO ES MUCHO <3 Y TAMBIÉN LES RECOMIENDO ESCUCHAR ESTA CANCIÓN (MULTIMEDIA) ESTA SUPER BONITA Y QUEDA DE MARAVILLA CON EL CAPITULO <3 DISFRUTEN :3

PAUL.

Boston. 30 de octubre del 2016.

—¿Me puedes explicar qué demonios haces? -me pregunta Nathan, tanteando el suelo con su bastón blanco, hasta que el mismo toca mis pies.

—Tirando cosas ¿tú qué crees, genio? -tiro y entonces, una de esas cosas llama mi atención. Suspiro y tomo aquella libreta para después desecharla.

Nate suspira negando con la cabeza, dobla su bastón blanco y cruza sus brazos sobre el pecho.

—No puedes tirar eso -dice.

Frunzo el ceño.

—¿Qué?

—No puedes tirar esa libreta, Paul, sácala de allí -mis ojos se ensanchan.

—¿Cómo...?

—Soy ciego, no idiota. Puedo escuchar lo que has tirado.

Estrujo la bolsa de basura con mis manos, viendo mal a mi primo.

—Ya estoy grandecito para saber que tirar -gruño.

—Dámelo.

—Nathan...

—Paul...

—Son mis escritos, mis escritos con Rose... -veo aquella vieja y sucia libreta amarillenta en el fondo de la bolsa negra, la nostalgia llena mi pecho y atraviesa mi corazón cual espada afilada y solo deseo que se detenga-. No puedo, no puedo tenerlo aquí, es... -me detengo.

Observo como Nathan avanza a paso lento con su mano alzada, hasta que la misma toca mi hombro y le regala un leve apretón.

El recuerdo del dia que inicie estos escritos llega a mi cabeza de la peor manera, ese dia me encontraba sentado en la orilla de la banqueta: cerca de la Universidad más prestigiosa de Boston. Me habían contratado como docente titular. No había querido salir a celebrarlo, solo deseaba pasar la tarde con mis hijos, como todos los días. Recuerdo como su fuera ayer esa mañana, no podía dejar de garabatear palabras y fragmentos en aquella banqueta. Rose se sentó a mi lado, mirando.

"—Es hermoso -dijo y yo fruncí el ceño.

—¿Esta mierda? Sí, claro -ironice y cuando voltee a verla, mis ojos no pudieron despegarse de los de ella. Fue la segunda vez que la vi, la segunda vez que no pude despegar mis ojos de ella.

Parecía mejor, más brillante. Menos apagada.

—Bueno, opino que esas bellas palabras no deberían ser desperdiciadas de esa manera -una bella sonrisa llenó sus labios-. Deberían estar en un libro, alentando a miles de personas con problemas familiares a salir adelante."

No sé si fue su belleza o su aura tan pura lo que me llevo a escribir mi primer escrito esa noche: sobre un padre soltero que lograba encontrar el amor luego del abandono de su antigua mujer.

Ese fue el dia que descubrí mi talento oculto y el dia que me interese por ella.

—Por esa única razón debes quedártela -de alguna manera encuentra la libreta-. Y antes de que hagas alguna estupidez, la guardare y no te la devolveré hasta que recapacites.

—Tú no harías esos, como mi amigo no.

—Rétame -su expresión es seria pero una sonrisa se asoma-. Y no soy tu amigo, soy tu primo; tu mejor amigo y tu hermano.