—Hola —me dice con una sonrisa al ver que me quedo en silencio.

Nunca me había fijado en él y, al tenerle tan cerca, me doy cuenta de que es bastante atractivo. Las fotos de las redes no le hacen justicia. Sus rasgos son peculiares: a pesar del color de su pelo, ahora que le veo mejor, tiene los ojos azules, pero los tiene rasgados y sus pestañas son enormes. Además, tiene un lunar en el cuello que me resulta muy curioso. No es el Adonis que parece su compañero de equipo, pero sí es más natural. Y no tiene pinta de ser un creído. Ni un traidor.

Tomo aire e intento comportarme como una persona normal.

—Hola —digo y sonrío con amabilidad—. ¿Qué tal?

La voz no me tiembla, lo cual es un logro.

—Voy a clase de mates. ¿Y tú?

—Lengua —respondo asintiendo. Esto es raro, no sé qué hacer, ¿me voy? No. no es una opción así que digo lo primero que se me ocurre—. He oído que te van a dar una beca para la universidad, enhorabuena.

Aprovecho el dato que me ha dado Abby.

—Gracias, lo cierto es que ha sido muy difícil. El entrenador me ha ayudado mucho.

—¿Y qué vas a estudiar?

—Algo de Biología, estoy seguro —dice asintiendo y siento un hormigueo en el estómago.

Intento contener la sonrisa, pero no puedo evitarlo. Es él. ¡Es Skyhitter!

—Debe ser interesante.

—Lo es —comenta y su sonrisa se desvanece al instante—. He oído lo de Wade y el video, vaya faena. Lo siento.

Le observo con duda y confusión. Recuerdo el video, pero no entiendo por qué me habla de él ahora.

—¿Qué video?

—El de vuestro beso en el pasillo.

Estoy más desconcertada que antes.

—No sé a lo que te refieres.

—Dicen que él lo subió.

Pensaba que había sido anónimo.

Se me desencaja la mandíbula al instante y me arde el estómago por las ganas de vomitar. Reprimo la rabia y pregunto:

—¿Quién dice eso? ¿Por qué va a haberlo subido él?

—Hablaban de ello en el entrenamiento de ayer. Decían que lo hizo para chantajearte y que fingierais estar juntos.

No me lo puedo creer. No podía haber caído más bajo.

Sin despedirme de él, salgo corriendo al baño y me encierro en un cubículo. El desayuno de esta mañana sale de inmediato. No solo me ha tachado de ridícula delante de todo el instituto al mostrar mi correo, sino que ahora también quiere humillarme diciéndoles a todos lo de nuestro trato.

¿Tan mala he sido con él para que me haga todo esto?

No salgo hasta que suena el timbre y sé que todo el mundo ha desaparecido de los pasillos. Cuando salgo, cojo mi bici y pedaleo hasta Hoosier. Necesito un café solo. Bien cargado.

En realidad, solo tengo que esperar una semana más y las clases se acabarán. Entonces le perderé de vista para siempre y todo acabará. Sin embargo, hasta las malditas baldosas de la cafetería me recuerdan a él. Y pensar que este fue el lugar en el que se conocieron mis padres. Cierro los ojos y trato de tranquilizarme.

—¿Un bombón? —pregunta la camarera con voz cantarina.

Abro los ojos y veo la bandeja que tiene entre sus manos. Es como la primera vez que quedamos.

—Hoy no me apetece, gracias —contesto y me centro en mi café, pero esta vez ni eso me ayuda a levantar el ánimo.

Mientras vuelvo a casa, repaso mentalmente la teoría que he estado repasando en la cafetería para el examen de mañana. Me detengo antes de llegar cuando veo el coche de Wade parado en la entrada y me escondo detrás de un árbol. Está hablando con mi madre como si nada hubiese ocurrido entre nosotros. ¿Cómo se le ocurre?

No aparezco en casa hasta que el coche desaparece. Paso junto a mi madre y la miro con enfado.

—¿Qué pasa?

Ella me observa con inocencia por encima de sus gafas de lectura. Aunque no sabe lo que ha pasado entre nosotros, lo siento como una ofensa. Sé que a ella le cae bien y no me gusta en absoluto esa idea.

—Nada, no pasa nada —respondí con sequedad, haciéndome la tonta. Doy un beso a mi hermana, que está jugando con muñeco que hace mucho ruido.

Prefiero no insistir. Seguro que acabaría sacándome todo, así que me marcho a mi habitación y me pongo música. Ni la visita de Wade ni el ridículo con Owen alias Skyhitter va a impedir que saque el curso adelante, por lo que abro los libros y me pongo a estudiar mientras escucho a Olivia Rodrigo. Obviamente acabo llorando en la cama cuando sale «Traitor».


Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.
Conquistando al chico de mis sueños © |COMPLETA|Où les histoires vivent. Découvrez maintenant