¿Quién dijo que sería fácil? / Jacob Black y tú. [Terminada]

(19) Te quiero.

-No puedo perderte. -Confesé con la voz quebrada.

Jacob pareció sorprendido por mis palabras y luego puso una sonrisa reconfortante.

-No me vas a perder. -Susurró.

Alcé mi rostro para mirarle pero lo único que ví fué su rostro a escasos centímetros del mío, seguidamente, sentí unos cálidos labios presionando tiernamente los míos.

Cerré mis ojos y correspondí al beso.
Sus labios se amoldaron a los míos perfectamente, eran tán dulces, tan suaves... mi cuerpo experimentó una nueva sensación, una sensación que se sentía realmente bien, como si ambos hubiéramos esperado este momento desde que nos vimos por primera vez.
Subí mis manos hasta su rostro para acercarlo más al mío y después entrelacé mis brazos en su cuello.
Era tan... perfecto.

Después de unos 30 segundos que se me pasaron como si fueran uno, separamos lentamente nuestros rostros, despegando con lentitud nuestros labios, pero, manteniendo unidas nuestras frentes.

Miré sus hermosos ojos con detenimiento, los cuales tenían un brillo especial.

-Te quiero. -Susurró, pude sentir su aliento en mis labios.

Una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro, y otra vez esa sensación vino a mi cuerpo.

-Te quiero. -Dije de igual forma.

Volví a escuchar los aullidos.

-Ten cuidado, por favor. -Dije poniendo ambas manos en su rostro y acariciándolo con mi dedo.

Sus ojos también reflejaban dolor, no quería irse, aunque ambos sabíamos que debía hacerlo.
Besó mi frente con delicadeza y asintió.

-Te veo luego. -Dijo acariciando mi mejilla, después, comenzó a alejarse.

Corrió por el bosque y de un salto aterrizó como un enorme lobo, escuché su fuerte aullido antes de desaparecer.

Volví lentamente hacia donde estaban todos, no sabía exactamente si habían visto la escena pero Edward la vería de todos modos en nuestros pensamientos.

Sentí las miradas de todos clavadas en mí, sin mirar a nadie entré en la tienda de campaña y me senté, soltando un fuerte suspiro.
Seguidamente entró Bella quien tomó mi mano.

-Va a estar bien.

Yo la miré.
Ella parecía más tranquila, quizás porque lleva casi un año tratando con vampiros, yo recién lo estaba asimilando.

-¿Cómo te sentirías si fuera Edward el que estuviera allí?

Era una comparación arriesgada pero era la más cercana.
No contestó a lo que suspiré.

-Me he dado cuenta de que le quiero, más de lo que pensaba. -Y no era mentira, cuando esa nueva sensación recorrió mi cuerpo, supe que nunca antes había querido tanto a una persona en tán poco tiempo.

Entonces entró Edward y clavó sus dorados ojos en mí.

-Jacob es más fuerte de lo que crees.

Antes de que pudiera reaccionar a sus palabras, comenzamos a escuchar pequeños aullidos por parte de Seth.

Salimos de la tienda rápidamente.

-¿Qué ocurre? -Pregunté.
-Ha olido algo, pero yo no alcanzó a olerlo aún. -Dijo Edward.

Nos quedamos inmóviles, esperando a que algo sucediera.
Edward parecía estar atento a los pensamientos de Seth, entonces se tensó y tomó una posición defensiva delante de Bella y de mí.

-El que estuvo en el cuarto de ___ , está aquí.

Mi cuerpo fué dominado de nuevo por el terror, nos había encontrado.
Seth volvió a aullar.

-Lo sé. -Contestó Edward.
-¿Que? -Preguntó Bella con desesperación.
-No está solo.

Mi respiración se volvió agitada, miré a mi hermana con puro terror en los ojos, ella estaba igual que yo, Seth se acercó a nosotros con cautela, el pelaje de su lomo estaba erizado.

-Victoria... -Susurró Edward.

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