-¿Es una broma? -Hablé con una media sonrisa. -Por supuesto que sí- le dije pero Mattia no contestó. 

-De acuerdo.- Mattia no hablaba y apenas cruzaba miradas conmigo. -¿Qué tal estuvo tu examen? -Me preguntó el morocho. 

-Terrible.- apenas respondí revisando mis uñas rojas.- Ambos alzaron sus cejas. 

-¿Por qué? - dijo Mattia colocando ambos codos por encima de la mesa y trayéndo su cara más cerca. 

-Estoy muy cansada, no puedo concentrar la misma cantidad de información que suelo tener en mi cabeza. Hoy ha comenzado el receso, así que tengo dos semanas para recuperarme pero tan solo una, para saber si pasé el semestre. 

-¿Estas nerviosa?- volvío a tener la palabra el rubio. Genaro solo me miraba a mí.

-Demasiado. Necesito pasar, he estado esforzándome demasiado...-dejé inconclusa la frase y volví a bajar la mirada.

-Entiendo- dijo el morocho- pero eres muy capas, conseguirás pasar y obtener el título, conseguirás todo lo que te propongas. 

-Es cierto- asintió el rubio.

-Gracias- me limité a decir. La calidez con la que habitualmente nos encontrabamos Genaro y yo se había disipado, obviamente, no había sido tan buena idea encontrarnos con su primo y que -probablemente- Leticia llegara en breve. 

Aurelio repartió nuestros cafés y Mattia pareció estar muy complacido al punto de sonreír abiertamente. Genaro y yo sonreimos con él. La radio vieja pasó una canción de los Guns n' Roses y fue inevitable reír casi a carcajadas con Genaro. El rubio nos miró simpático. 

Volvimos a cantar y como pudo, Mattia se unió a nosotros. 

-Tendré que ir al baño- dijo Genaro tiempo después. Así que nos dejó solos, Mattia yo, solos. 

-No sabía que eras fan de los Guns...-dejo de hablar.

Reí- hay muchas cosas que no sabemos el uno del otro. 

-Dime que más debo saber de ti. 

-Bueno-dudé. - Soy alemana. 

-Eso sabía, también que serás abogada.

-Trabajo en una librería.

-Oh.- dijo sin demasiado interés. 

-¿Y que tal tú siendo contador? 

-Me está yendo excelente, aún tenemos un par de disputas con Genaro, después de todo la empresa es de sus padres, pero que más da, aún le queda una materia para recibirse de Director de empresas. Alguien tiene que hacer, momentáneamente, el trabajo. Además, él está sumido en su compromiso. 

Me extraña que haya hecho amistad contigo, Emma. 

-¿Te extraña?- alcé ambas cejas. 

-La relación con Leticia es muy formal, creo que van a casarse.-sonreí pero no dije nada.-No creo que tenga tiempo para "amigas" dentro de un tiempo.

-¿Un tiempo? ¿Cuando se case? 

-Eso mismo. 

La puerta se abrió repentinamente y entró una chica que parecía extraída de una catálogo de ropa de Victoria's Secret. Vestía una calza de cuerina y unos botines de gamuza con un tapado rojo. Su cabello castaño claro caía por su espalda y su caminar exagerado colocando un pie por delante de otro. 

Me mordí el labio aguantando la risa. 

Mattia miró por encima de su hombro y rió. -Leticia- dijo.

Lo había imaginado. Pesaba al menos cincuenta kilos y medía como un metro ochenta. 

-Matti- saludó y me miró. 

-Emma- dije mientras me paraba y extendía mi mano. Ella no la tomó y dijo: 

-Leticia- secamente. 

Tomó asiento junto a Mattia y le susurró algo al oído a lo que él contestó apresuradamente: -Está en el baño. 

Entró en escena Genaro y todo se volvió más turbio. 

Tuvo que sentarse junto a mí y nuestras miradas no se encontraron más. Leticia estaba distante, ni siquiera quiso pedir nada. Iba con la intención de "terminar con esto", entonces entendí porque Genaro quería escapar de esa situación pero yo no tenía soluciones.  

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

Esta es la primera parte del capitulo! Gracias por leer.

Les escribo pronto. 

Saludossssssss♥ 

Emma  & GenaroWhere stories live. Discover now