Love, love me. || 5 Seconds of Summer.

17. ¡No estoy segura!

Mis pensamientos ahora eran tirarme desde un décimo piso mientras gritaba cuan estúpida soy. Sí, eso estaría bien. Pero ahora mismo estoy en unos pasillos de un instituto, donde ahora medio de éste pensaba que me gustaba Michael. Aun que no estoy segura de esto, aún, no me gusta ser el centro de atención. No pasaba desapercibida ni con mi carpeta de color rojo sangre y mis cascos negros. Alguien me agarró del brazo llevándome hacia atrás.

–¿Es verdad eso? – Preguntó, después de halarme a un sitio más silencioso.

–¿El qué? – Dije, mirándolo a sus ojos marrones.

–Lo de Michael. – Contestó, serio.

–¡Aún no estoy segura! – Le grité.

–¿Cómo no se puede estar segura de eso?

–Pues soy así de complicada, ya ves. – Dije, cruzándome de brazos.

–No, si eso ya lo veo. Porque después de lo que te dije ayer, acabaste viendo a Michael. – Gruñó, apoyando un puño en la pared dejándome sin escapatoria.

–¿Y? Tengo derecho y lo sabes.

Apretó su mandíbula y yo la mía.

–Si te atreves a dañarle, el que te hará la vida imposible seré yo y nadie más. Tenlo claro. – Dijo, molesto, antes de irse con un giro  brusco y un gruñido.

¿A tal se ha expandido los cuchicheos de una primera hora? ¡Maldita profesora! Salí del escondite y reanudé mi camino hacia la clase de literatura, la cual me estaba un poco lejos. Pero mejor para mí, quería tardar en ir a esa clase que tendría que compartir con él. Y de nuevo, no sé quién me haló hacia atrás y me acorraló en las taquillas.

–¿No estabas saliendo con Michael? – Preguntó, el rubio.

–¿Eh?

–Le he preguntado a unos cuantos de tu curso y nunca os han visto juntos y hace poco me enteré que estabas por él. ¿Me puedes resumir que ha pasado en esta semana? – Sus ojos azules, se habían vuelto curiosos.

Bufé y le halé de la muñeca hasta el patio trasero del instituto.

–Primero, Michael y yo no tenemos nada que ver con una relación a más de amigos.

Asintió y se apoyó en la pared.

–Segundo, él está enfadado por defenderte a ti en vez de a él en la fiesta.

–Ajá.

–Y por último, no estoy segura de que siento por él.

Bajé la cabeza y jugueteé con mis dedos.

–¿Cómo que no lo sabes?

–Pues, quizás porque… ¿nunca he tenido novio? – Dije, con un tono incrédulo.

–No me jodas, ¿nunca?

Negué con la cabeza.

–¿Algo más que desee saber para que se entere todo el instituto?

–Eh, que de esto no se va a enterar nadie, ¿no te fías del hermano del primo de tu padre? – Rió, parecía algo tierno, pero no superaría a Michael durmiendo en clase.

–No. Además tu hermano hace trampas al Monopoli. – Dije, antes de irme a mi clase.

***

Entré al aula y me senté en mi asiento. Quería que fuese la hora del descanso, pero aún quedaban dos horas, que al menos para mí serían eternas.

Él se adentró en el aula con un rostro serio y de pocos amigos, se le notaba algo de mal humor a su alrededor. No me digas que ya sabe lo que…

–Tenemos que hablar. – Dijo, al llegar a mi lado.