Familia, Amigos y... Rock n' Roll? (Nanamin One Shot)

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Se encontraba en esa habitación, sentada en su sofá preferido, sosteniendo y admirando su guitarra. Esa guitarra, compañera de tantas audiciones, actuaciones, llantos, risas, alegrías e historias que si ese instrumento pudiera hablar, no pararía de contarlas.
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Cómo olvidar cuando recibió esa guitarra de parte de su padre, para su cumpleaños número 15, dónde él la llevo a pasear, en esa tarde de sábado. Iban juntos caminando por la ciudad, cuando se detuvieron en una pequeña tienda de instrumentos musicales.

Esa tienda siempre le llamó la atención, ya que pasaba por ahi todos los días de vuelta de la escuela y siempre se quedaba unos minutos, contemplando esa hermosa guitarra acústica color caoba, que descansaba en su atril, en la mampara del negocio.

Había heredado el gusto por la música de parte de su padre: él era un músico, parte de una banda de rock famosa y era el guitarrista principal. Sus riffs eran geniales y muchos jóvenes intentaban imitar su estilo al tocar la guitarra.

- "Ah... Hashimoto!! tanto tiempo sin verte!!" -le dijo el dueño de la tienda a su padre al momento de entrar- "Qué te trae por aqui... y quién es esta hermosa chiquilla? No me digas que es tu hija?"-dijo mirando hacia la niña.

- "Ha pasado mucho tiempo, viejote! Jejeje, si... ella es mi hija, Nanami" -dijo su padre, trayendo hacia adelante a la chica- "Hemos venido por su regalo de cumpleaños"

- "Asi que estas de cumpleaños? Felicitaciones!!" -mientras le daba la mano le preguntó- "Cuántos años cumples?"

- "Ya tengo 15 años" -dijo Nanami, bajando un poco la cabeza, con algo de vergüenza.

- "Asi es viejote... y como cumple sus 15, quiero darle algo especial" -decía su padre mientras miraba algunos instrumentos.

- "Creo que dejaré que mi hija elija su regalo..." -su padre miro a la chica y le guiño el ojo- "Vamos Nanamin, elije el instrumento que quieras!"

Al decir esto, la chica se dirigió lentamente a la mampara y mirando la guitarra, volteó a mirar a su padre

- "Me gustaría... esa guitarra" -dijo apuntando al instrumento y mirando algo sonrojada a su padre.

Su padre la observó con alegría y mirando al dueño, le pidió ver la guitarra. El dueño se acercó a la mampara y sacando la guitarra de ahí, se la pasó al padre de Nanamin.

Este la tomó y comenzó a afinarla, para luego tocar unos acordes para probar si habia hecho un buen trabajo.
Nanamin y el dueño, observaban como el hombre hacia todo eso, con una calma y un cuidado, que sólo un profesional podía hacer.

Al terminar la afinación, le pasó la guitarra a Nanamin y la chica no podía ocultar su entusiasmo y alegría, al tener el instrumento tan deseado en sus propias manos. Era menos pesada de lo que habia imaginado y más hermosa de lo que había pensado.
- "Anda Nanamin, pruébala" -le dijo su padre
- "Pe-pero... sólo se tocar el Do-Re-Mi nada más... aún estoy aprendiendo" -dijo la chica, algo nerviosa por la petición de su padre.
- "Tranquila, yo te enseño algo rápido" -y el padre se acercó a la chica y poniendose detrás de ella, sujeto sus manos con la guitarra, enseñandole unos pocos acordes para que probará la guitarra.

Luego de unos minutos, Nanamin tocó los acordes enseñados y al terminar, miró a su padre y al dueño de la tienda con una enorme sonrisa de satisfacción.

- "Papá!! Lo hice!!" -dijo gritando de emoción- "Se sintió sensacional!!"
- "Entonces nos la llevamos!" -dijo el padre, mirando al dueño- "Viejote, nos llevamos esa guitarra, con atril y todo"
- "Perfecto! Acompañame por favor" -dijo el dueño dando un pequeño aplauso.

Ambos se alejaron hacia el mostrador, mientras Nanamin aún seguía contemplando esa guitarra color caoba, imaginandose tocando en algún concierto en la escuela, en esos festivales escolares o tocando alguna canción frente a sus amigos en algún lugar. Ella se sentía feliz.

El padre veía como su hija contemplaba maravillada la guitarra y no pudo evitar sonreír con orgullo. 
- "Y esto es todo..." -el dueño apareció de repente con un estuche para la guitarra, una cajita con uñetas y una correa.

- "Gracias viejote, eres el mejor"-dicho esto, se despidió del dueño con un abrazo y acercándose a su hija le dijo que tenían que irse.

- "Muchas gracias por todo!" -dijo Nanamin, corriendo hacia el dueño y abrazandolo, algo que sorprendió al viejo y a su padre.

- "Cuida bien de esa guitarra, pequeña... pues ella será tu compañera por mucho tiempo si la sabes tratar bien" -el dueño la abrazó de vuelta y al separarse, la chica corrió al lado de su padre.

- "Hasta pronto, viejote... muchas gracias por todo!!" -el padre y la chica se despidieron del dueño y salieron de la tienda.

La chica pasaba tiempo después de la escuela, practicando con su guitarra, a veces sola, otras veces su padre le enseñaba alguna que otra cosa cuando no estaba de gira y otras veces, la llevaba al estudio donde grababan, para que los demás integrantes de la banda le ayudaran.

Asi paso casi 1 año y Nanamin ya sabía tocar la guitarra perfectamente, no al mismo nivel que su padre, pero por lo menos se defendía...
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Estaba sumida en esos hermosos recuerdos de infancia, cuando tocaron a la puerta, algo que la saco de dichos pensamientos.
- "Nanamin, estas ahí?" -se escuchaba una voz desde el otro lado.

- "Si, ya voy!" -dijo Nanamin, quien, levantándose del sofa, dejó la guitarra en su atril y se dirigió a abrir la puerta.

Al abrir la puerta, vio que su mejor amiga estaba de pie, observando su celular, quien al darse cuenta que Nanamin estaba frente a ella, esbozó una sonrisa.

- "Maiyan, que sucede?" -le preguntó Nanamin

- "Kazumin acaba de llegar y estaba preguntando por ti..." -Maiyan la miró y comenzó a arreglarle un poco el vestido- "Es de mala educación dejar solos a tus invitados"

- "Lo sé Maiyan... pero sabes que no me gustan este tipo de eventos" -Nanamin dio un suspiro al decir esto- "Aún no sé como es que accedí"

- "Pues, tienes una pareja muy convincente" -con un tono algo burlón y habiendo terminado de arreglar el vestido, Maiyan tomó de las manos a Nanamin- "Sabes que mereces esto y mucho más... asi que tienes que aguantarte, por lo menos una noche"

Nanamin miró a su amiga a los ojos y le dió un fuerte abrazo
- "Tienes razón... gracias por estar conmigo en este momento"
- "Sabes que estamos aquí, para tí"
-Maiyan correspondió el abrazo y después de unos segundos, se alejo un poco y le dio un pequeño golpecito en el hombro- "Además... no harías nada sin nosotras, cierto?"
- "Jajaja... y ustedes tampoco harian nada sin mí" -Nanamin le dijo mientras le devolvió el golpecito en el hombro.

Ambas rieron y después de un momento, Nanamin se acercó a la puerta y contemplandola una vez más, la cerró por fuera.
Ahora ambas se dirigían hacia la escalera, donde en el 1er piso, se encontraban todos sus amigos y familiares, para celebrar ese sueño tan anhelado...

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Este es el primer Fanfic que escribo, además de ser mi primera historia publicada...
Espero que les guste, dejen algún comentario, opiniones, quejas y lo que se les ocurra, asi podré seguir mejorando en esto y podré traer historias mejores :)

Saludos a todos y nos leemos por ahi! 



Mini historias del SakamichiWhere stories live. Discover now