—¡Y—ya casi termino!— Exclama y YukHei se obliga a no tomarlo en brazos y sacarlo del cuarto.— ¡Ah! ¡Y–yaaa! ¡No! ¡Q–quitate!— Lo escucha soltar miles de quejas y palabras sin sentido a la pantalla de la computadora. No sabe cuanto tiempo ya pasó pero JungWoo suelta un suspiro de alivio, al instante apaga la computadora y se pone de pie para abrazar al castaño.
—¿Terminaste?— Le pregunta, tratando de peinar su cabello desordenado.
—S–sip.— Murmura, sonando cansado.
—¿Ya comiste algo, ángel?— El menor mueve su cabeza a los lados, negando.— Y supongo que tampoco te has dado un baño ¿Me equivoco?— Vuelve a negar, YukHei lo observa un par de segundos.— Bien, iremos a que comas algo, después vas a tomar un baño, vas a cambiarte de pijama y después vas a descansar ¿De acuerdo?
—D–de acuerdo.— Entonces ambos caminan hasta la cocina. JungWoo se sienta, viendo como YukHei mueve y va de un lado a otro, él podría ayudarlo pero el mayor le dijo –ordenó– que se quedará sentadito así que... ¿Quién era él para decir que no?
—Listo, ven aquí, bebé.— Le dice, señalando su regazo y él al instante se dirige a sentarse juntamente donde YukHei le ha dicho.— Abre.— Lo hace, abre su boquita recibiendo la cucharada de comida y su pancita se lo agradece.— Mi amor, sabes que no puedes saltarte tanto tiempo la hora de tus comidas.
—P–pero...
—Sin pero, pequeño.— JungWoo frunce su ceño y en sus labios aparece un pucherito. El mayor se ríe al ver su expresión para después seguir dándole de comer. YukHei nota lo tranquilo que está el menor, sin hablar mucho y nota sus ojitos somnolientos.
Cuando termina, le limpia su boquita y lo toma en brazos, su bebé lo rodea también con sus brazos; sujetándose con fuerza. Antes de partir hacía el piso de arriba, deja los trastes sucios en el fregadero. El menor comienza a acariciar el cabello de YukHei, con lentitud, ese pequeño gesto le roba una sonrisa.
Después de un buen baño y que YukHei le ha colocado una pijama limpia, lo ayuda a secar su cabello con una toalla, JungWoo suelta suaves quejidos adorables porque sinceramente, le gusta cuando XuXi lo ayuda y después le da cariñitos en su cabello.
—¿Sucede algo, ángel?— Le pregunta porque su bebé no le ha dirigido la palabra, más que lo necesario.
—C–cansado...— Murmura, su voz es muy bajita, más de lo normal.
—Bien, es hora de que descanses, llevas días durmiendo muy tarde.— JungWoo se deja hacer, está muy cansado sí quiera para moverse por su cuenta. No procesa mucho, solamente una mantita caliente sobre su cuerpo y los brazos de YukHei a su al rededor.
YukHei lo observa, es muy fácil lo rápido en que su bebé se ha quedado dormido después de unas cuentas caricias sobre su espalda. Se ve cansado, muy agotado y las ojeras se notan levemente. De acuerdo, él se va a encargar de que descanse como debe y merece.
Sonríe al verlo removerse y frotar su rostro contra su pecho, como gatito. Es muy tierno.
—Te amo, ángel.— Susurra, muy, muy bajito porque teme despertarlo. En respuesta recibe un tembloroso suspiro, entonces lo abraza con un poquito más de fuerza.
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—¿A d–dónde?— Murmura, todo tembloroso, hay mucha gente... No le gustan los lugares llenos de tanta gente. YukHei lo sujeta desde los hombros, pegándolo hacía su cuerpo, al menos eso lo hace sentir más seguro.
—Izquierda.— Murmura, solamente para que ellos dos escuchen, JungWoo al instante comienza a caminar hacía la izquierda, YukHei lo sostiene y una vez que han salido de entre toda esa gente, el menor suspira.— Ven aquí, bebé.— Dice, mientras se detiene y abraza al menor, el peliazul al instante se abraza tremendamente fuerte hacía él y puede sentir la manera en que su pequeño cuerpo tiembla.— Ángel, quiero que respires, lento, inhala y exhala.— JungWoo tarda solamente unos segundos en hacerlo, comienza a inhalar y exhalar lento y YukHei lo ayuda a tener un ritmo estable.— Eso es, lo estás haciendo excelente, cariño.— Comienza a darle suaves besos sobre su frente, sabiendo cuanto JungWoo ama estos. Se mantienen un ratito así, de esa manera hasta que el castaño puede sentir que el temblor del cuerpo de su pequeño ángel se detiene de manera considerable.— ¿Cómo te sientes, ángel?— Pregunta, prácticamente con sus labios pegados en su frente.
—M–mejor...— Dice pero para ser honesto, no quiere separarse del cuerpo del mayor, se siente más seguro de esa manera. El mayor le acaricia el cabello con cariño, robándole suaves soniditos adorables.— N–no.— Murmura cuando YukHei hace el amago de soltarlo, el peliazul se abraza más fuertecito a él.
—Bebé, debemos seguir caminando.— Le comienza a dar caricias en su espalda, lenta y suavemente. JungWoo niega con su cabeza un par de veces.— Ya no hay tanta gente, pétalo, no hay problema, no tienes que temer, voy a estar a tu lado todo el tiempo.
—¿D–de verdad?— Pregunta, sonando asustado y aún negándose a soltarse del cuerpo del mayor.
—¿Alguna vez te he mentido, ángel?
—...No.— Y es cierto, YukHei siempre le habla con la verdad y nada más que la verdad.
—Correcto. Dime cuando podamos volver a caminar, pétalo.— Le sigue dando suaves besos sobre su frente y su cabello junto con las suaves caricias sobre su espalda. JungWoo suspira temblorosamente, cuenta del uno al diez lentamente, inhalando el aroma del mayor.
—E–está b–bien.— Murmura, mejor que antes y sintiéndose seguro con su gigante a su lado.
—Buen bebé, eres muy fuerte, te amo muchísimo.— Le dice para después darle un besito corto en los labios y sonreírle.
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