Capitulo 8

963 29 2
                                    

C. 8: Confesiones

Volteé a ver a Gery, cuyos ojos parecían de fuego, y respondí con voz quebrada:

-Sí.

Gery me miró a los ojos y se dio la vuelta.

-Lo sabía...-dijo alejándose.

-¡No! ¡Espera, Gery!-la detuve tomándola de la muñeca-¡Eso no tiene importancia!

-¡¿Qué no tiene importancia?!-exclamó desesperada-¡Tiene mucha importancia, Diego! Si tu sientes algo por Violetta está mal que estés conmigo, es un error.

Comprendí lo que decía.

-¿De dónde viene esto de repente?-cuestioné.

-Los vi.-reveló-Los vi afuera del Studio, la abrazaste y la elevaste, ambos se reían, y después la fuiste a dejar a su casa.

-¡Eso no significa nada!

-¡Por supuesto que sí!-replicó con fuerzas-Yo reconozco el amor cuando lo veo, y lamentablemente, ese amor que tienes por ella, jamás lo tendrás conmigo. Y si está relación no tiene futuro, ¿cuál es el punto?

Noté que sus ojos se llenaron de lágrimas.

-¿E-estás terminando conmigo?-le pregunté tristemente.

-N-no lo sé.-respondió cabizbaja-Lo tengo que pensar.

Se alejó corriendo, limpiándose algunas lágrimas.

Mi garganta se hizo nudo, no quería que las cosas terminaran con Gery. No de esta manera...

Regresé a casa, desolado, triste. No quería hablar con nadie, salvo con una persona.

-¿Aló?

-Francesca.-sonreí ligeramente.

-Diego...-dijo ella extrañada-¿qué hacés llamándome a estas horas?

-Necesitaba hablar con una amiga.-respondí.

-¿Ah, sí?-dijo en un tono irónico-Pues decime, "amigo".

-¿Tenés tiempo?-le pregunté-Es una larga historia.

-Sí, decime.-me apresuró amablemente.

-Bueno, pasó algo con Gery...-expliqué recordando todo lo sucedido-ella terminó conmigo.

-¿Qué?-exclamó con sorpresa-¿qué pasó? ¡Contáme!

-Al parecer se dio cuenta de que estoy enamorado de Violetta, y me lo preguntó, y yo lo admití.

-¿En serio? ¿Hiciste eso por Violetta? Debés estar enamorado de ella en serio.-notó Francesca-Eso es muy tierno, ojalá Marco fuera así de nuevo.

-No te preocupes, todo saldrá bien, te lo prometo.-la animé.

-Eso espero.-contestó algo triste-Pero bueno, en fin, ¿qué vas hacer con esa situación?

-Pues, supongo que le diré a Violetta la verdad. Que soy capaz de terminar con Gery por ella, porque la amo.

-Espero que todo salga bien.-río Francesca-Bueno Diego, hablamos mañana, ¿sí?

-Vale, buenas noches.-me despedí de ella.

Colgué y me recosté, pensando en lo afortunado que era en tener amigas como Francesca. A veces sólo quisiera regresar a casa y hablar con ella, no con nadie más.

Al día siguiente, le llevé a Violetta unas flores, para confesarle lo que sentía por ella.

-Hola, Vilu.-le dije, nervioso, mientras me acercaba a ella.

Violetta, quien estaba tocando el piano, se dio la vuelta, sonriéndome.

-Hola, Diego, ¿qué pasa?-estimuló una sonrisa.

-Eh, tengo que decirte algo...-trataba de hallar lo mejor para decirle-yo...

La mirada de Violetta me atravesaba como enormes cuchillos en el pecho.

-Eh, yo...

Le extendí las flores.

-Quería decirte que...-las palabras querían salir, pero no conseguían hacerlo-Gery y yo hemos terminado.

-¿Qué?-Violetta parecía confundida.

-Sí, y, lo he hecho por...ti.

Listo, lo dije. Mi corazón sintió que por fin era libre. Lo había dicho todo, sin ocultar nada.

-¿Qué dijiste?-Violetta se levantó de su asiento, parecía alterada-¿Qué terminaste con Gery por mí?

-Así es.-continué-Estoy enamorado de ti, y nada cambiará. Está mal que esté con Gery cuando yo quiero a alguien más. Y honestamente...creo que deberías hacer lo mismo con León.

-¡¿Qué?!-exclamó Violetta, como si cada palabra que salía de mi boca la petrificara-Diego, a ver, yo sé que vos y yo quedamos en buenos términos. Yo te perdoné, vos me explicaste todo. Pero eso no significa que esté enamorada de vos...

-¿Cómo?-no podía creer lo que Violetta me estaba diciendo.

Violetta se acercó a mí, y puso sus manos en mis hombros.

-Yo...tal vez sienta algo por ti.-dijo, podía escuchar su corazón latir-Algo pequeño, muy diminuto. Pero amo a León, y no voy a terminar con él por vos.

Mientras escuchaba estas palabras, mi garganta se hacía nudo, mi estómago se retorcía, y mi corazón...latía cada vez menos.

-Oh...-fue lo único que pude decir, conteniendo las lágrimas-Bueno, entonces, supongo que eso es definitivo.

Violetta asintió.

-No lo sabía...-mi interior estaba destrozado.

-Lo siento.-se disculpó ella.

-No, está bien.-sonreí fragilmente.

Me excusé y salí corriendo de ahí. No quería ver a nadie. Mi pecho me dolía tan intensamente. ¿Acaso era capaz de ser rechazado dos veces por la misma chica? ¿Y acaso fui capaz de lastimar a una increíble chica por un amor imposible?

Me topé con Gery, quien estaba sentada en una banca junto a mi casa, triste.

-Gery...-jadeé, la caminata desde el Studio me había cansado.

-Diego,-respondió ella-vine aquí a comunicarte mi decisión.

Antes de que pudiera hablar, la tomé de los hombros y la abracé. Con fuerza.

-Lo siento tanto...-dije, una lágrima resbaló por mi mejilla.

-Pero...-trató de decir.

-No, escúchame.-dije con voz temblorosa-Te prometo que me esforzaré más en nuestra relación, en serio. No quiero lastimarte, quiero estar contigo.

Mentí.

Quería estar con Violetta, era lo único que quería hacer en ese instante.

Pero a veces es mejor conformarse, a seguir soñando con algo que jamás pasará.

Novela Diego - Ser quien soyWhere stories live. Discover now