Day 4 Hugs

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-Waaahh, no lo entiendes Yuri, me siento tan miserable-

El joven de ojos rosas rodó los ojos, había estado escuchando las quejas del joven de ojos carmesí por más de una hora y ya estaba totalmente fastidiado. No, no era que no quisiera a su primo y no lo apreciara, sin embargo, oírlo quejarse una y otra vez acerca de los "defectos" de su casi siempre perfecto novio era por demás cansino.

-No, ¿cómo puedes llegar a entenderlo? él es tan maravilloso, tan considerado ¡y tan condenadamente guapo! ¿cómo puedo siquiera atreverme a quejarme sobre él? es tan perfecto- lloriqueó Yuya antes de darle un trago a su cerveza, Yuri estaba considerando seriamente el impedirle tomar más.

O quizás ahogarlo en más cerveza, si, un coma etílico podría ser la solución a sus problemas actuales.

-Es que no quiero lastimarlo Yuriiii- habló Yuya después de darle otro gran trago al tarro -dime ¿como le digo que no me deja dormir por las noches?- lloriqueó.

En otros tiempos y quizás en con un mejor humor, Yuri hubiera estado encantado de hacerle una broma a su primo sobre sexo para sonrojarlo hasta las orejas, pero no esa vez, sobretodo cuando el problema del joven de ojos carmesí no era el exceso de sexo. Oh no, era algo mucho más...

-¿Cómo puedo decirle que no podemos seguir durmiendo de cucharita porque muero de calor cada noche?-

Si, era mucho más patético.

Yuri se llevó una mano al rostro, hastiado, era en serio, su primo había estado fastidiándolo las últimas tres horas con la misma maldita ridiculez, quería tanto ahorcarlo.

-Yuya, no me importa si Yuto se mata, dile que ya no quieres dormir con él y ya- dijo Yuri con fastidio.

-¡Jamás podría!- contestó de inmediato el joven de ojos carmesí -¿¡cómo puedes ser tan cruel?!- dramatizó, su primo solo rodó los ojos.

Para su suerte y la desgracia de Yuya alguien los había escuchado.

-¿Es eso cierto Yuya?-

Yuri volteó encontrándose con cierto joven de ojos grises, novio de su idiota primo, y el estúpido amigo de éste llamado Yugo. El dolor en esos bellos ojos fastidiando un tanto más al joven de ojos rosas, sin embargo, esperaba que ahora que Yuto lo sabía hiciera algo para que su primo dejara de darle la lata.

-Yuto yo...- los ojos color carmesí se llenaron de lágrimas mientras se mordía los labios, lo había echado todo a perder.

-¿De verdad ya no quieres dormir conmigo?- preguntó Yuto, se veía seriamente herido, Yuri quería patear a ambos novios.

-¡No Yuto, no es eso!- gritó Yuya alarmado -yo siempre querré dormir contigo- se apresuró a agregar -es solo que...- desvió la mirada, nervioso, asustado, y rogándole a Yuri con la mirada que lo salvara.

A lo cual el chico de ojos rosas se encogió de hombros y le dio un trago a su tarro de cerveza, le encantaba ver el mundo arder.

Yuya le miró mal antes de volver su vista a su novio.

-Yuya... - dijo el joven de ojos grises antes de apretar sus puños con fuerza y mirar al suelo -está bien, lo entiendo, no te molestaré más-

Se dio la vuelta para irse, por supuesto, no pudo dar más que un par de pasos antes de que unos brazos se envolvieran alrededor de su cintura y le impidieran irse, la calidez familiar le dijo que se trataba de su novio.

-¡No! ¡dormiré contigo! ¡no importa que me muera de calor por las noches dormiré contigo!- gritó con fuerza para que Yuto lo escuchara cuando escondía el rostro en la espalda de éste.

Sin embargo, gracias a eso todos en el bar lo escucharon. El silencio sepulcral se hizo antes de que todos alrededor se echaran a reír, unos con vergüenza, otros en realidad divertidos. Yuya quería que el suelo se lo tragara.

Las vibraciones de la espalda de Yuto, sin embargo, le dijeron que su novio también se estaba riendo. Su agarre se aflojó y el joven de ojos grises se dio la vuelta para mirarlo.

-Con que de eso se trataba- dijo Yuto acariciando una de las mejillas de su adorable novio de ojos carmesí.

-Lo siento- murmuró Yuya sonrojándose un poco más, adoraba cada toque de su pareja.

Yuto negó -yo soy el que lo siente, no sabía que el dormir abrazados te impedía dormir- se inclinó dándole un suave beso en los labios -lo siento mucho, intentaré darte un poco más de espacio- prometió.

Yuya negó de inmediato -no, no me importa que seas un pulpo abrazador por las noches, adoro tu calidez y tu tacto así que lo soportaré, de alguna manera- la decisión en sus ojos hizo que Yuto sonriera, su novio era adorable.

Después de esas palabras se volvieron a besar mientras Yugo se acercaba a Yuri quien terminó su cerveza, el show se había terminado, lo mejor sería volver a casa.

-Ahora tengo antojo de takoyaki- murmuró Yugo a su lado.

Yuri asintió, él también, dejó el tarro en la barra y echó a andar hacía la salida siendo seguido por Yugo, pasaron a un lado de la feliz parejita que seguía con sus arrumacos en medio del bar. Tan fácil que era comprar un aire acondicionado para su habitación, par de idiotas.

My only oneOn viuen les histories. Descobreix ara