Hello

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Tamara POV'S

- Hey Ashton, ¿le harías un favor a tu hermana favorita? - grité desde mi habitación.

- ¿Y esa quién es? - recibí como respuesta. Puse los ojos en blanco y me levanté de la silla de mi ordenador, me dirigí hacia su habitación.

- ¿Quién va a ser? - Le abracé por detrás, mientras él estaba en su ordenador revisando su Facebook. Eran las cuatro de la tarde y no llevaba camiseta. Mi hermano era un tipo extraño, pero lo quería, a fin de cuentas era mi hermano mayor y mi mejor amigo. - Yo. Venga por favor necesito que me lleves a un sitio del centro.

- Ahora no puedo, estoy ocupado - contestó secamente.

- En que va a estar ocupado un chaval de 20 años, a las cuatro de la tarde en pleno julio. Mirate, hace 20 grados y estás sin camiseta, no quiero ni imaginar cuanto porno te habrá dado tiempo a ver ya. - Hice un puchero. - Por favor...

- Ok, ok, está bien, a dónde hay que llevar a su majestad. - Sonreí y le di la dirección que había conseguido minutos antes en internet.

*Media hora después*

- Ya puedes irte chofer.

- ¿No me puedo quedar? - Me preguntó mi hermano.

- ¿No era que estabas tan ocupado?

- Ahora que estoy aquí, no tengo nada que hacer...

- Ya te llamaré, dame una hora tío, luego haremos algo para que te entretengas. -La verdad es que me encantaba la relación que tenía con mi hermano, más que hermanos parecíamos amigos de toda la vida.

- Ni que te necesitase para ser feliz. - Contradijo él.

- Ya.. Claro, venga adiós.

Cuando se alejó con su moto salté la valla blanca de esa casa y llegué hasta el jardín. Trepé por una caseta de perro vacía, di un pequeño salto y pude llegar a colgarme de una ventana abierta y subir. Había llegado hasta un baño, perfectamente amueblado y completamente limpio, con miles de productos de belleza. Abrí la puerta, la cual me llevo a una habitación de típica adolescente. Vi un teclado y el estuche de un violín, luego comprobé una foto y sabía que había llegado al lugar correcto. Hoy en día gracias a Internet puedes averiguarlo todo.

En el escritorio, había un movil, intenté encenderlo pero tenía contraseña y no la sabía. Decidí tumbarme en la cama para probarla, a mi lado había una mesita, la abrí y encontré una caja de pitillos "Chica mala pensé", solo por entretenimiento cogí uno, pero no tenía mechero por lo que no pude encenderlo, me dediqué a mordisquearlo. Seguí abriendo cajones, en el segundo había bragas, sujetadores y calcetines, encontré un conjunto de lincería negra bastante subidita de tono, vaya, la que parecía una mosquita muerta. Cuando me disponía a abrir el tercer cajó sentí que se abría la puerta.

- Hola - dije cuando se abrió, mostrándome a la chica del otro día. Ella dio un salto de sorpresa y se tapó la boca para no gritar.

-Fuera de mi casa ahora mismo o llamo a mis padres. - Amenazó.

- ¿No te gusta que te haga una visita? Yo puedo decirles a tus padres lo de tu tabaco y esto. - Cogí el sostén negro de antes y se lo lacé.

-Ninguna de esas cosas es mía. - Susurró cerrando la puerta tras de si.

- Ya... Excusas. - Levanté las cejas.

- ¿Qué quieres de mi? - preguntó ella.

- Mmm... Al principio pensé que me atraías. - Sus mejillas se pusieron completamente rojas, supongo que no se lo esperaba.- Luego me acordé de que no soy lesbiana, busqué sobre ti y aquí estoy, intentando hacer amistad.

Un silencio incomodo se produjo. Abrí la puerta del baño y me dispuse a volver a saltar.

- ¿A dónde vas? - preguntó ella.

- No sé... No haces ni dices nada y... Me aburro, así que voy en busca de diversión.

- Estás loca, mi madre esta en el jardín puede verte. - Sonreí.

- ¿Me estás pidiendo que me quede?

- No te estoy diciendo que no te vayas ahora, mi madre te verá.

- Eso no me vale... - Estaba a punto de saltar cuando ella interrumpió.

- Ok, ok... Quiero que te quedes. - Dijo al fin.

- Genial si tú me lo pides. - Volví a subir, saqué el cigarrillo de mi boca y lo guardé en el bolsillo de mi pantalón.

Pude notar como Andrea ponía los ojos en blanco. Me recosté en la cama mientras ella se sentó en la silla de su escritorio. De vez en cuando nuestras miradas se cruzaban, pero inmediatamente ella la apartaba, me aburría bastante así que decidí romper el silencio.

- Cuéntame sobre ti.

- ¿Qué? - parecía sorprendida de mi espontaneidad.

- Me tienes retenida en tu habitación y me aburro. Ya que no me dejas salir, cuéntame sobre ti. - No estaba bromeando en absoluto, mis ojos lo mostraban. Quería saber sobre ella.

- La verdad... No soy especialmente interesante. Vivo para la música, me encanta el piano, pero toco el violín en la banda, a la que supongo que tu no volverás. Porque nadie realmente bueno lo hace, bueno... No es que me considere mala pero... Tú pareces... Una autentica batería, es como.... como si fueses profesional.

- Te dije que hablaras de ti, no de mi. Y te aseguro en absoluto que no soy profesional tocando la batería, me enseñó mi hermano.- Ella estaba roja, se dio cuenta de mi seriedad y parecía intimidada.

- Quizá quiera saber antes de ti, para que pueda confiar en ti. - Contradijo.

- ¿Quieres saber de mi? Ven a mi casa y te diré todo lo que quieres saber. - Me acerqué a la ventana del baño y me aseguré que su madre no estaba para irme. - Es tu elección.

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⏰ Last updated: Jul 26, 2014 ⏰

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Rock Star - TandieWhere stories live. Discover now