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Las trompetas del reino resonaban en todo el castillo.

El rey Grisha y su reina Carla, se acercaron a la entrada mirando al corcel, galopando rápidamente hacia ellos.

-¡Madre!¡Padre!-El castaño se bajo-¡Ya he llega...-se cayó al piso-¡Uhg!-le dolía el trasero.

-¡Cariño!-Su madre lo recibio entre sus brazos-¿Como te fue?¿Donde esta tu princesa?-

-Sobre Jean...-apunto.

Las perdonas se quedaron absortas ante la princesa de Eren.

-¡Un travesti pedofilo!-Gritaron las perdonas horrorisadas.

-B-bueno... jeje...-Carla sonrió-Él... ¿Va ser tu esposa...?-Pregunto.

-No...-Eren se sentó en el piso y se sonrojo-Yo soy la esposa...-dejo sus manos en su rostro.

Carla no sabia que decir, pero le dio lo mismo, si su hijo era feliz, ella era feliz.

Se casaron dos horas después, no habían vestimentas de hombre con la talla de Levi, así que él tuvo que utilizar el vestido blanco.

Aunque le dio lo mismo.

Pero eso no le impidio, darle la noche de pasión a su esposa.

-¡Haaa!¡Aahg!-gemia el castaño.

-Me da lo mismo el maldito vestido, mocoso... tu eres mi maldita esposa...-siguio embistiendolo.

Todos disfrutaron.

El hombre lobo y el señor chiva en su cueva, la casa siendo una casa, La bruja siendo ¿Bruja?

Armin y Erwin asustaban a los niños juntos.

Y Jean se quedo solo como siempre, hasta que un jinete de cabello negro llegó.

El jinete profesional, llamado Marco Bodt.

Y todos vivieron felices por siempre.

A excepción del trasero de Eren.

Fin

UNA PRINCESA, NO TAN PRINCESA (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora