Matteo un adolescente de 15 años, no tiene novia pero quiere tenerlo, sus amigos bromean con ese tema
Luna una chica alegre de 15 años, sus amigas tienen novios y ella no, se siente sola, pero a pesar de todo siempre tiene una sonrisa
Solo adol...
Hoy la acompañe hasta su casa. Nadie sabe cuánto la quiero.
Salieron. Habían estado toda la mañana sentados en su banca, y por la tarde, se habían balado juntos en aquella piscina del club. Ahora, él la acompañaba hasta su casa por primera vez. Luna se moría de que hermano le acusara a mamá. Matteo también tenía miedo. << Ese niño es una pesadilla >>pensaba, pero al mismo tiempo se sentía feliz de acompañarla. ¡Cuánto la quería mientras la caminaba a su lado! La veía con su traje blanco y sus zapatos blancos, y eso de que fuera hija de mexicanos le parecía la cosa más exótica del mundo. La adoraba mientras miraba de perfil y comprobaba que su nariz era muy respingada, y que tenía las manos muy blancas y limpias. Adoraba el movimiento de sus pies al caminar. <<Es linda. Debe ser buenísima.Parece un conejo >>. Y desde entonces la llamó << coneja >>, y a ella no le molestaba porque le gustaban los conejos, y les gustaban las bromas. La adoraba cuando se reía, y se le arrugaba la nariz: << Es tan linda >>. Al llegar a una esquina, Luna le señalo su casa, y le dijo que era mejor que se despidieran allí. Matteo le confesó que ya conocía su casa, y que la había seguido un día. Ella sonrío, y le dijo que mañana también iría a la piscina.
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