Capítulo 4

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      De como ella se resigno

Los relámpagos hacían estremecer a todos los huéspedes y a todas las trabajadoras.
Hanji estaba en un mar de lagrimas.
Su alma había sido vendida.

Nanaba únicamente se limito a abrazarla y buscar consolarla de muchos modos pero no logro encontrar ninguno.

La rubia la dirigió a su habitación esta se encontraba a la orilla de las escaleras de las habitaciones donde se atendían a los clientes.

Abrió la puerta encontrándose con una muchacha pelirroja igualmente de cabello corto. Ella utilizaba un vestido negro aterciopelado de escote de modo que descubría sus hombros y posteriormente cubría sus brazos y antebrazos haciéndola ver realmente hermosa.

Extrañamente las mujeres con las que se había topado hasta ahora no parecían ser sexoservidoras.

Parecían damas de compañía, mujeres que no se habían acostado en su vida y que parecían ser princesas o las esposas de algún presidente o artista famoso.

Realmente todas eran hermosas y vestían de forma elegante. Sus movimientos y también la forma de caminar parecían pequeñas diosas pérdidas. 

Cuando lo hacían parecía que estuvieran caminando sobre un lago y que ciertamente tenían que tener cuidado ya que si presionaban la planta del pie demasiado fuerte estas podrían hundirse en el y no podrían volver a salir.

El maquillaje les enmarcaba la cara de una manera elegante.  No era como las prostitutas baratas que vestían como vagabundas y se maquillaban de forma vulgar, combinando colores a su antojo.

No...realmente era un prostíbulo elegante. Caro al parecer. Y había de todo tipo de servicios.

Tanto sexuales como de acompañamiento o amantes románticos de una sola noche.

La muchacha en la habitación se llamaba Nifa. Al parecer su madre tenía deudas económicas con Erwin de modo que decidió pagarlas con su única hija.

La muchacha tenia al menos un año ahí. Solo se había acostado una vez. Y había sido con un chico rubio. Curiosamente se parecía a ella.

Sus amigos lo habían llevando ya que al parecer nunca le habían conocido a una novia. De modo que sospechaban que tenia tendencias homosexuales.

Preocupados llevaron a aquel rubio. Al ser la primera vez de ambos no sabían realmente que hacer. De modo que ambos se dejaron llevar por sus instintos carnales. Según su historia el muchacho parecía inocente pero realmente se desató en la cama. Contaba la pelirroja entre carcajadas.

Narra que después del acto ambos se besaron  de una forma tan tierna que nunca ninguno de los dos había experimentado. Fue el primer beso de ambos.

El chico la visitaba frecuentemente. Por la ventana. Los dos se llamaban y mandaban cartas. Erwin se dio cuenta y decidió permitir aquel romance juvenil. Por tal motivo no permitió que ella se acostara con nadie mas. Solamente era dama de compañía y acompañante.

Ayudo a que Hanji asimilara las cosas. Había permisos pero no había ninguna forma de salir del prostíbulo.

Pasaban los meses y Hanji se resigno a que su padre ya nunca iría por ella.

Hizo algunas amigas y conoció a las demás muchachas. De día vestían y hacían sus rutinas normales. Algunas descansaban toda las tarde.

Pero, al sonar las 9 todas se dirigían a sus habitaciones a buscar el vestido que usarían en la noche. El prostíbulo abría a las 10.

Tragos de licor, esencia de dinero y tabaco era de lo que se impregnaba aquel burdel.

Hombres jóvenes y mayores. Los mayores no los atendía nadie. Cuando entraban a las habitaciones simplemente con unas gotas de mimosa quedaban dormidos en segundos.

Bailes, elegantes bailes de salón adornaban la pista del burdel.

La vida de Hanji no era tan mala. No se le había permitido acostarse con nadie simplemente hablaba con los comensales. A pesar de ser pobre tenia la mente muy abierta y eso les agradaba.

Realmente se había acostumbrado a aquella vida que no resultó ser tan mala como ella lo había pensado.

Todas las muchachas tenían un amantes en especial.

Una chica trigueña de ojos grandes llamada Sasha tenia a un muchacho que estudiaba en una universidad de gastronomía.  Su nombre era Nikolo. Siempre iba a su casa a comer y ahí hacia su trabajo. Cuenta que era más cómodo y más íntimo.  Ambos llegaron a ser muy grandes amigos y compañeros sexuales.

Ymir era una morena hermosa y pecosa curiosamente ella atendía a una rubia alcaldesa de una cuidad cercana. Era la única que atendía a una mujer.  Si bien Erwin no tenia prejuicios si le pareció un poco curioso. Ambas se había enamorado y decidieron ser mas que cliente y trabajadora.

También estaba Mikasa. Una muchacha morocha con finos rasgos orientales. Ella estaba enamorada de un castaño llamado Eren pero al parecer el solo se desestrezaba y se retiraba sin mostrar palabra.
Jean el mesero estaba perdidamente de ella. Trataba de hablarle todas las noches pero nunca le hizo caso.

Hanji estaba sin duda mejor que en su casa. Pero el simple hecho de pensar que seria utilizada solo para ganar dinero la entristecía de sobremanera.
Los días y los meses pasaron las cosas iban tranquilas. Hasta que una noche fría en vísperas de Navidad apareció un muchacho que le daría la vuelta a su mundo.

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Bueno amigos lamento no haber subido capítulo la semana pasada me enorgullece anunciarles que fui aceptada en la universidad.
Agradezco mucho su apoyo en esta historia. ^^

Me enamore de una prostituta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora