¿Este Es Nuestro Final? [MHYY #2]

34.Nueva oportunidad [Especial, Scott POV]

Podría continuar, a fin de cuentas ¿Qué tengo que perder?

«Todo» recuerdo las palabras de Roy, eso hace que me detenga, ¿Por qué ahora estaba pensando en sus torpes consejos si nunca le hago caso? «Si sigues actuando de esta forma, podrías herirte severamente sin darte cuenta. A la larga perderías a tus hermanos, a tus amigos o conocidos, a tus padres, perderías tanto a Max como a Wiki. Aunque no me guste aceptarlo, también me perderías a mí. Conociendo como te pones, eres capaz de atentar contra ti mismo, así que también perderías la vida. Lo perderías todo, Scott, y nosotros te perderíamos a ti».

Entonces suelto un suspiro mientras con lentitud suelto mi pelo, mentalmente cuento hasta 10 para tranquilizarme. Cuando termino, empiezo a pensar en todos los lugares en los cuales podría estar Roy en estos momentos. Si Roy sólo escapó y no fue secuestrado, hay dos lugares en los cuales es posible que esté.

Tomo la decisión de que ya es momento de escapar. Si Roy pudo hacerlo, yo fácilmente puedo lograrlo.

Me coloco un gorrito y meto el celular al bolsillo de mi chaqueta, es todo lo que necesito. Sin hacer mucho ruido, me acerco a la ventana de mi cuarto. Puede que Gale escuche mis gritos y golpes sin la necesidad de invadir mi espacio personal, pero en el momento que escuche alguna puerta o ventana siendo abierta tiene todo su derecho a entrar como si fuera mi propio jefe. Después de todo, ese era su trabajo.

Con cautela llevo mis manos al cerrojo de la ventana para quitarle el seguro, abro la ventana y todo parece salir perfectamente bien. Sonrío, así de fácil es ganarle a este sistema.

Pero mi plan falla totalmente cuando saco un pie por la ventana, desde aquí escucho el timbre que se activó tras encender los sensores de movimiento. Quiero correr, lanzarme y fingir que no existo, pero cuando intento continuar mi recorrido ya Gale está dentro del cuarto y me jala hasta lograr que regrese a este.

-¡Scott! ¿Qué m*erda haces? -me regaña cerrando la ventana nuevamente. Yo bufo cruzándome de brazos, ¿Cómo Roy logró pasar estas cosas?- Sabes perfectamente que no puedes abrir la ventana, si quieres salir tienes que avisarme así voy contigo. No puedes ir solo por ahí con un demente suelto, ¿O acaso te crees inmortal, niño? Tus padres me matarían si dejo que algo te pase.

-Gale, tú y yo iremos al cementerio -me digno a decir, el pelinegro frunce el ceño al escuchar mis palabras-. Apresúrate, vamos, vamos. No quiero que lleguemos tarde. -y con eso salgo de allí, puedo oír como sus pisadas siguen las mías.

Sólo espero no equivocarme respecto al paradero de Roy, es la única pista que tengo.

***

-¡Oh, vamos! ¿En serio? ¿Desde cuándo hay tanto tráfico en esta ciudad? A este paso nunca llegaremos. -me quejo, Gale rueda los ojos al volante. Llevábamos cerca de 15 minutos varados frente al centro comercial y lo único que se oían eran las bocinas de los vehículos siendo totalmente inservibles.

¡Sí, tú, el del Lamborghini! ¡Deja de tocar la bocina que no andamos aquí parados solo porque nos gusta ver la calle mojada con la lluvia!

Suelto un bufido cuando escucho nuevamente esa ridícula bocina, realmente tenía ganas de bajar la ventanilla para gritarle un par de cosas respecto a su insensatez. En un ruedo de ojos decido que ya es un caso perdido seguir quedándome acerca del tráfico inoportuno. Con tal de llegar, era más que suficiente.