Capítulo 4

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No alcanzaba a ver quién era porque Toby era alto, y estaba en medio. Lo retiré suavemente, se dejó, y alcancé a ver a mi no esperado ni bienvenido huésped. Era un chico rubio, un poco más bajito que yo, iba vestido un traje verde y un gorro muy gracioso. Me fijé en qué había causado el estruendo.

-¡GILIPOLLAS DE MIERDA! -Chillé y fui a recoger el jarrón en el que deposité las flores de Toby, el que le regalé a mi madre hecho por mí.

Me acerqué al enano y le di una bofetada que hizo que su cara se girase de la fuerza con la que propiné el golpe. Se me saltaron las lágrimas y maldecí a todos los muertos de ese enano asqueroso. Mi jarrón. El jarrón de mi madre, el jarrón que tanto apreciaba. Y ahora los dos están muertos. Esto es muy irreal, lo juro. Pero no sé siempre que me pasan cosas malas, mi mente lo deja ver como que es una pesadilla y así queda, me parece tan irreal, y a pesar de que intento pensar que no, que esta es la maldita, dura y fría realidad, no me entra en la cabeza.

Toby me levantó con rudeza del suelo y me estrelló contra la pared. Me hizo daño, muchísimo. ¿Qué había hecho mal? Sacó un cuchillo. Cuando me di cuenta, me lo estaba colocando entre el pecho y el brazo, fingiendo apuñalarme. En ese momento se acercó a mi oído y susurró:

-Ayúdate.

Le comprendí al instante y fingí una cara de horror. Qué bueno que era buena actriz. Él se quitó de enfrente y me dejé caer contra el suelo. Me di un golpe fuerte, pero no importa, luego me curaría. Si me movía ahora podría morir de verdad. Aunque me había hecho algo de daño con el cuchillo.

-¿Por qué la has matado con el cuchillo?- Dijo una voz que no conocía de nada.

El rubio no parecía ser muy inteligente, cualquiera se habría dado cuenta de que no estaba muerta por la ausencia de sangre.

-Lo intenté con las hachas pero era muy rápida esquivándolas. Ya sabes que necesito un poco de espacio para usarlas, pero al tenerla agarrada no lo tenía, así que saqué esta daguita que llevo para estos casos. - Respondió Toby.- Ah, y ¿qué haces aquí, gordi? Te dije que iba a cazar, que no te preocupases.

-Ya lo sé, cariño, pero no podía esperar a verte y quería ayudarte, yo también tenía ganas de cazar... -La voz del duende sonaba arrepentida.

-Anda, Ben, vuelve a casa, yo iré a matar a los padres de esta chica y volveré, no te preocupes. - Se oyó un beso.- Te amo. -Uno de los dos resopló, seguramente ese tal Ben, y se oyó la puerta abrirse y cerrarse. - __--___... 

Eres... ¿Como yo? (Ticci Toby x reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora