• Don't Tell Noona... | 2jae •

• O N C E •

Youngjae trató con todas sus fuerzas de ignorar los latidos acelerados de su corazón al ver a Jaebum sonreír, aunque sabía que esa era una batalla perdida.

-¿Nos vamos ahora? -preguntó Jaebum, y Youngjae asintió con la sonrisa todavía grabada en el rostro.

Al cabo de una hora de viaje, finalmente llegaron al recinto en el que sería el dichoso evento de R&B. En el camino Jaebum le había explicado al menor que irían a un bar donde siempre había reunion de cantantes y raperos underground, y en esta ocasión habría una especie de show del que cualquiera podía participar hasta cierto horario con simplemente anotarse previamente. Era libre, podían hacer competencias, freestyle, covers, presentar canciones originales, absolutamente cualquier cosa que quisieran siempre y cuando fuera R&B. Por este motivo, en cuanto Jaebum aparcó, Youngjae se sintió un poquito demasiado emocionado y comenzó a gritar exageradamente, como siempre que estaba nervioso o feliz. Apenas puso un pie fuera del auto nuevamente empezó a hacer pequeños bailes raros con los que se ganó más de una mirada extrañada de las personas que pasaban por allí y lo veían moverse como si tuviera alguna especie de desequilibrio químico, en verdad estaba entusiasmado. A Youngjae le importaban poco las miradas burlonas que le dedicaban, le bastaba con que Jaebum lo mirase divertido e incluso sonriera ante sus movimientos raros, evidentemente encontrando su comportamiento extraño como algo divertido.

Aunque no podía negar que había algo cálido por dentro de su cuerpo cuando notó que Jaebum fulminaba con la mirada a todos los que lo miraban mal a él. Nuevamente se sintió un poquito enamorado de Jaebum al darse cuenta de ese detalle.

Después de que Jaebum pagara las entradas en la puerta (aunque Youngjae luchó, Jaebum terminó ganando como siempre al simplemente ir y pagar, ignorando todas sus protestas), al fin pudieron entrar al bar Killuminati. Youngjae quedó sorprendido porque el lugar era verdaderamente enorme y aún así parecía no ser suficiente para toda la gente que había tanto dentro como afuera, aún haciendo la fila para entrar. A pesar de las barras enormes y repletas de bebidas que Youngjae ni siquiera sabía que existía, los tubos -Youngjae no sabía el nombre oficial de esas cosas- de los que bailaban mujeres con poca ropa colgadas haciendo acrobacias, los apartados con cojines de cuero rodeando mesas circulares, las luces y la decoración con cuadros de raperos famosos, lo que más llamó la atención del pelimarron fue el escenario que se alzaba en medio de tan grande lugar, y en donde en ese preciso instante se encontraba un tipo haciendo un cover de una canción de Tupac, Hail Mary. Cuando quiso llamar la atención de Jaebum se dio cuenta de que había entrado pegado a él, tomándolo del brazo, y por algún motivo eso lo hizo sonrojarse un poco, pero gracias a las luces de colores sería imposible que el mayor lo notase. Aún así, jaló de su brazo para que se acercara y así poder hablar cómodamente con él sin tener que gritar para hacerse oír.

-¡Esto es alucinante! -exclamó, sonriendo aunque Jaebum no viera su sonrisa-. ¡Este lugar es genial, hyung!

-Me alegra que te guste, bebé -fue la respuesta de Youngjae, también sobre su oído-. Me imaginé que te gustaría.

-¿Gustarme? ¡Me encanta! -corrigió él-. ¡Gracias por traerme!

Jaebum le restó importancia con un movimiento de mano y se encaminó hacia la barra. Una vez allí se sentó sobre uno de los taburetes, acto que el pelimarron imitó. Unos pocos minutos después la chica de la barra se acercó a ellos y Jaebum pidió dos latas cervezas que no tardaron en llegar. Mientras que Youngjae bebía de su trago Jaebum llevó una mano a su pierna y la reposó sobre su muslo, acariciando suavemente de una forma que para el pelimarron se sentía relajada y casual, algo totalmente natural. Youngjae pensó que tal vez estaba volviéndose loco -y por loco se refería a cursi, en realidad-, pero podía asegurar que Jaebum lo acariciaba sin dobles intenciones. Lo acariciaba porque quería tocarlo, porque el contacto se sentía correcto y ya, no buscaba encenderlo ni nada por el estilo. De repente recordó aquel mensaje del mayor... "podría estar enamorándome de ti"... y algo se revolvió dentro de él. Se removió incómodo en su asiento, pensando en esas palabras y en los consejos que Bambam le había dado, y se sintió ofuscado de un momento a otro. Las luces de colores, toda la gente amontonada, la cerveza atorada aún en su garganta, la mano de Jaebum pesando sobre su pierna, la música y el rapero que escuchaba como un eco, todo eso combinado le provocó un mareo y una horrible sensación de asfixia que lo llevó a apartar la mano de Jaebum para ponerse en pie.