Capitulo 23

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Furioso se queda corto al describir el estado en el que ahora esta Evan, sabia que solo era cuestión de tiempo para que se enterara que al fin estoy dentro de las peleas clandestinas y también para lograr que se enfadara conmigo. Estamos en el estacionamiento de la preparatoria con un Evan más que furioso frente a nosotros, hasta tal punto en el que a querido golpear a Dylan por haberme ayudado.

— Te he dicho que lo siento — le digo a Evan ya fastidiada a lo que él me lanza una mirada asesina

— Un simple lo siento no arreglara nada, Daira — los chicos que pasan a nuestro lado nos miran con curiosidad

— ¿Y entonces que lo arreglara? — pregunto fastidiada

— Sabes de sobra que lo arreglara

— Entonces tendrás que conformarte con un simple lo siento porque no planeo dejar las peleas ahora que he entrado — Evan suspira frustrado

— Sabias que era peligroso, sabias que podían haberte echo mucho daño y no te importo, a ninguno de los dos le importó. Tu la ayudaste aun sabiendo que no debías — le dice a Dylan

— Yo fui la que estuvo insistiendo, él solo quería que lo dejase en paz

— Ayudándote no era la manera mas razonable para que le dejarás en paz

— Evan, se que estuvo mal que hiciera esto a tus espaldas pero sabemos que tu nunca me hubieses ayudado

— No, nunca lo hubiera echo porque se de sobra que es peligroso — me mira con odio

— ¿Lo ves? Por eso es que tuve que pedirle a Dylan que me acompañara y si pretendes que me arrepienta y deje las peleas, no lo haré

— ¡Por dios, Daira porque no entiendes de una maldita vez que es peligroso! — me grita a la vez que golpea su moto, los chicos que en ese momento pasaban por ahí pegan un brinco y nos miran aterrados

— ¡Y tu entiende de una maldita vez que nadie me a echó daño! — intenta respirar con normalidad y me mira con preocupación

— Tal vez Adrián no te haya echo daño, pero no en todas tus peleas saldrás ilesa, no siempre ganaras

— Eso lo se, Evan. Pero no es como si yo me vaya a dejar pisotear por los demás, si tan solo me dieras la oportunidad de demostrarte que puedo defenderme, demostrarte que soy buena en esto, que puedo hacerlo.  Tal vez eso logre qué cambies de opinión

— No creo que verte pelear logre calmarme y mucho menos hacer que cambie de opinión

— Vamos, Evan ¿crees que si no fuera buena peleando, Jordan la hubiera aceptado?

— Dejame demostrarte que puedo, Evan — mi celular comienza a sonar, lo saco de mi mochila miró en la pantalla pero aparece que llama un número desconocido, decido contesto — ¿Hola?

— ¡Daira! — la voz de Jordán suena del otro lado de la linea — ¿cómo esta mi nueva peleadora? — me alejo de los chicos para tener un poco de privacidad

— Jordán. Estoy bien gracias por preguntar, ¿pasa algo? — preguntó

— Solo llamaba para decirte que por la noche tendrás tu primera pelea oficial, en la que te daré conocer a los demás

— ¿En serio? ¿Donde sera?

— Supongo que los chicos debieron de llevarte en una de sus peleas al Matadero, una bodega abandonada ¿o no?

— Si, ya antes e estado ahí

— Pues ahí sera tu pelea, a las diez te quiero ver ahí se puntual. ¿Ya has conocido a Héctor? — pregunta

La ApuestaWhere stories live. Discover now