En un tiempo antes de mi tiempo

Primera noche

Todos comieron tranquilos y se fueron cada uno a su cuarto.

En la sala común de Gryffindor lo que había empezado con una disculpa entre Dean y Ginny terminó con otra discusión y su ruptura. Harry estaba más que contento.

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En la sala de menesteres la mayoría de los futuristas ya es habían acostado o estaban por hacerlo.

Un rubio platinado se acercó a la pelirroja idéntica a Hermione.

-¿Podemos hablar Rosie?- preguntó el chico.

-Si Scor, vamos a esa habitación- accedió Rose señalando una habitación que acababa de aparecer.

-Vamos.

Adentro de la habitación...

-¿Que vamos a hacer Rose? ¿Lo vamos a decir?- preguntó en rubio.

-No se. Tengo miedo- confesó la chica- casi nos separan cuando se enteraron que éramos amigos, ¿cómo van a reaccionar con esto?- preguntó la pelirroja en medio de un sollozo. Odiaba verse débil pero con él era diferente.

-Rosie...- Scorpius se acercó a ella y la abrazó- Rosie, mírame- la chica hizo caso omiso al pedido- Rose, por favor, mírame- el chico agarró suavemente la cabeza de la chica haciendo que lo mire. En las mejillas de la chica había algunas lágrimas; esto le partió en corazón al rubio- no voy a dejar que nos separen, no otra vez, lo juro. Te amo, con toda mi alma, no voy a permitirlo. -Dicho esto la besó con mucho amor y ternura.

Scorpius sacó un hermosa cadena con un dije de cuarzo (Piedra) que tenía grabado el escudo de la familia Malfoy.

-Ese collar me lo dio mi padre cuando cumplí 16 años. Es un collar que se pasó de generación en generación y cada Malfoy se lo dio a la persona que él creía el "amor de su vida", así que quería dártelo; te amo Rose Weasley, con toda mi alma y no imagino mi vida con otra mujer que no seas tú. - Rose tenía lágrimas en los ojos y lo miraba con una enorme sonrisa- mi padre me lo entregó para que se lo diera a alguien, pero no creo que se le haya ocurrido que pensaba dartelo a ti. Pero no hay otra persona a la que quisiera dárselo que no seas tú, así que es tuyo- Rose se abalanzó sobre su novio y lo abrazo con todas sus fuerzas.

-Te amo, te amo, te amo, como no he amado a nadie en mi vida; de verdad, te amo- Rose lo beso como nunca antes lo había hecho.

Habían mantenido su noviazgo en secreto. ¿Por qué? Simple. La familia de la pelirroja. Eran muy celosos y ni siquiera aceptaron que fueran amigos; fue todo un problema cuando se enteraron que lo eran. A Scorpius casi lo cambian a Durmstrang y a Rose a Beauxbatons pero lograron persuadir a sus respectivos padres para que no lo hagan diciendo que no se hablarían más. Claramente no lo cumplieron ya que dos meses despues comenzaron a salir; eso había ocurrido el año anterior. Se pucieron de novios el primero de noviembre luego de una fiesta de Haloween en donde fueron disfrazados de Romeo y Julieta. Esa historia se asemejaba mucho a la suya. Un amor prohibido gracias a que las familias de los enamorados se odian. Dos chicos a los que no les importaba esta enemistad, solo ellos y el amor que sentian el uno por el otro.

Iban a anunciarlo en las vacaciones del siguiente año, una semana después de la fiesta de cumpleaños número 18 de la pelirroja que sería, en el futuro, un año y algunos meses después del día en que viajaron y no se separarían; no importaba lo que dijeran sus padres. Si la relación no era aceptada se fugarían. Esos planes sólo los conocían Albus y Sara quienes eran sus confidentes. Decidieron que fuera luego de terminar el colegio para que si la relación no era aceptada, podrían fugarse sin problemas de edad ya que ambos eran mayores tanto en el mundo muggle como Em el mundo mágico.

-Te amo mi Julieta- dijo el rubio una vez que se separaron. Luego de esto le puso la cadena en el cuello de su novia.

-Te amo Scor.

Se besaron y, luego de un rato, muy a su pesar, se separaron y cada uno fue a su habitación.

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Dominique se acerco al azabache que tan loca la tenía.

-¿James podemos hablar?- preguntó la chica.

-Claro, vamos- respondió el adolescente.

-¿A la habitacion de allá?- Nique se notaba algo nerviosa.

-Okey- James estaba igual que su acompañante.

En la habitación...

Se besaron...

-Odio decir que esto está mal, pero lo está- dijo la chica cuando se separaron.

-¡Lo se! Ser novios entre primos no es muy bien visto que digamos, pero eso no me impidió sentir lo que siento Niqui.

- Si... A mi tampoco- se dieron un tierno beso.

-Te amo- James de verdad la amaba.

- Yo igual, pero aún así, me siento un poco culpable- respondió la chica.

-¿Desde cuando seguimos las reglas?- preguntó el chico con una sonrisa divertida.

- Nunca lo hicimos- le respondió Dominique con el mismo gesto.

-Las reglas están hechas para romperse. Somos el claro ejemplo.-dijo el chico de ojos color avellana- ¿Somos bromistas no? De los que nunca siguen las reglas.

-Siempre.

-Siempre- aseguró James- te amo princesa.

-yo a ti- se besaron y se fue cada uno se fue a dormir.