EPILOGO.

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El amor es el sentimiento más hermoso que podemos experimentar, lo llegamos a sentir cuando nos enamoramos, cuando padres ven nacer a sus hijos. Mis padres en algún momento de sus vidas llegaron a experimentarlo. Hasta...un mes de mi nacimiento en realidad, todo iba muy bien hasta que mi padre se le ocurrió cagarlo todo.

Con tan solo un mes de vida ¿Quién iba a pensar que su mundo se derrumbaría antes de que comenzase? .La mayoría de las personas que me rodeaban creían en la errada teoría que mi padre no le haría ningún daño a mi madre-pero desgraciadamente se equivocaron-yo incluso llegue a pensarlo hasta que supe toda la verdad.

Mi padre le monto los cuernos a mi mamá en mayo del mismo año en que nací-Que hijo de puta ¿verdad?-pero nadie llego a saberlo además de mi mama. A pesar de todo esto decidieron volver a intentarlo, aunque ya no era lo mismo, había dolor en los ojos de mi madre cada cuanto el la veía.

Solo puedo imaginar que mi mamá siguió soportando aquello por mi y mi abuelo-aunque puede que a ese punto todavía le quería.

Bueno, pasaron los años, exactamente dos, para que llegara aquel día espantoso que cambio completamente la vida de mi mamá. Mi abuelo murió y con él se llevo a mi madre- no literalmente claro- ella no volvió a ser la misma desde aquel día.

Después de todo aquello, mi gran padre se fue de la casa, dejándonos a mi madre y a mi desamparadas, pero gracias al ingenio de mi madre supo cómo salir a delante.

No crean, no todo fue tan malo. Mi mama consiguió un buen hombre-aunque un poco loquito- para remplazarlo, y juntos me ayudaron a crecer.

Gracias a ellos tuve una muy bonita y divertida niñez ya que lograban sacarme una sonrisa cuando menos la esperaba.

Y juntos me dieron el placer de ser hermana mayor.

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Unos cuantos años después mi cuerpo fue cambiando y yo junto a él, llegando a aquella etapa que los padres desearían que no viviéramos: la adolescencia. En aquel momento yo lo veía algo irrelevante, sin sentido; aunque había cambiado un poco mi aspecto físicamente yo seguía siendo demasiado infantil-aunque admito que todavía lo soy- y mis padres no tenían ningún problema con eso, al contrario.

Pero nunca pensé que al entrar a la preparatoria todo mi mundo iba a colapsar al conocer a aquel raro chico de aquel lugar.

Un segundo a tu lado.Where stories live. Discover now