Parte 5

889 51 16
                                    

—Yo lo quería mucho, pero luego de tu partida, todos cambiamos, incluida la relación entre nosotros. Estábamos tristes y cada uno lo manifestaba a su manera, pero Lucas...Lucas fue quizás el que más cambió desde ese día...

La mañana había iniciado como siempre, a excepción de que tu no habías tocado el timbre ni tampoco entrado por mi ventana, como ya era costumbre, algo que por supuesto me extrañó.
Te mandé mensajes y ninguno fue leído, te llamé muchas otras veces y no tenía repuesta, así que comencé a preocuparme en serio, por lo que le hablé a los chicos para preguntar si sabían algo de ti y al obtener una negativa por parte de todos, decidimos reunirnos en casa para ir a tu búsqueda.

Estando todos juntos, llamé a mis papás ya que ambos habían salido de casa desde antes que yo despertara, ellos me aseguraron que estabas bien, pero me pidieron que esperara ahí en casa y también el resto de los chicos.
Cuando llegaron, nos dieron a cada uno las cartas que habías dejado para nosotros. Desconcertados, nos sentamos en donde pudimos y leímos por individual la nuestra.
El departamento estaba en un silencio absoluto, lo recuerdo como si aún estuviera ahí. Ninguno nos atrevíamos a decir nada. Quizás fue que nos tomaste por sorpresa a todos, y realmente no lo terminábamos de asimilar.
Nos mirábamos entre nosotros como tratando de encontrar respuestas, excepto Lucas, que tenía su mirada fija en el suelo y se mantuvo así por lo que parecieron horas. Nunca supe qué fue lo que escribiste en esa carta, pero te juro que, desde ese momento, no volvió a ser el mismo y hasta sus ojos perdieron brillo.

Las últimas 2 semanas de preparatoria fueron muy difíciles, no había emoción por graduarnos y mucho menos para festejar, simplemente existíamos.

Luego llegó la universidad, claramente todos tomamos diferentes carreras, así que eso nos distanció más.
Nuestras reuniones eran cada vez menos frecuentes por el poco tiempo disponible que teníamos y cuando teníamos suerte y las tareas nos lo permitían, nos juntábamos un par de horas en Topanga's y hablábamos sobre lo que había estado pasando los últimos días.
Tu lugar en el sillón nunca fue reemplazado. Era imposible. Ese espacio se mantenía vacío como en tu honor. Incluso algunas veces pude ver cómo Lucas miraba de reojo el sitio, como si esperara de pronto verte ahí.

Pasaron 2 meses y faltaban sólo un par de días para su cumpleaños. Queríamos festejarlo, pero él ponía como excusa que la universidad estaba siendo bastante pesada y que las actividades pendientes no le darían tiempo de nada.
Intentamos ignorar sus comentarios y festejarlo de todos modos, así que lo citamos una noche antes de su cumpleaños en Topanga's. Habíamos comprando un pastel para él e incluso decorado un poco el lugar, sin embargo, él nunca llegó.

Cansados y algo molestos porque nos había dejado plantados, cada uno se despidió y marchó a casa.

Esa misma madrugada, estaba durmiendo cuando el ruido de alguien golpeando mi ventana, me despertó. Creí que era un ladrón entrando a robar, y casi grito, hasta que me percaté que en realidad era Lucas.
Lo dejé pasar pretendiendo que me diera alguna explicación, pero cuando lo hice, me di cuenta de que estaba muy borracho por sus movimientos torpes y el penetrante olor a alcohol, así que la ayudé a sentarse.

Fue la primera vez que lo vi llorando, también la última. Repetía una y otra vez que tu te habías ido por su culpa, que si él y yo no estuviéramos juntos, jamás te hubieras ido, así que comencé a llorar junto con él. Lloré por verlo tan devastado, lloré porque entendí que él no me quería a mí, al menos no de ese modo, y lloré también porque supe que el tenía razón, era nuestra culpa.

Terminamos nuestro "noviazgo" luego de esa plática, misma que aunque me dolió, agradecí enormemente, pues de no ser por la honestidad de Lucas al estar en ese estado, probablemente hubiéramos continuado algunos meses más con esa gran farsa.

Él se encontraba tan mal, que tuve que llamar a Zay para que lo llevara a casa.

Después de eso, todo cambió.

Las reuniones pasaron de ser escasas a nulas. Pero no me malentiendas, todos quedamos en buenos términos, incluso actualmente seguimos siendo amigos, sólo que el estar juntos, era un recuerdo constante de que el "nosotros" no estaba completo si no estabas tú, así que cada uno siguió con su vida como pudo.

Hay muchas cosas más que no te puedo decir porque no es a mí a quién me corresponde decírtelas, pero lo hice porque como dije antes, seguimos siendo amigos, por lo tanto, están invitados a la fiesta, y aunque no estoy segura de que vengan, es cierto que hay una gran probabilidad de que te encuentres con ellos, también con Lucas.

Por malentendidos y suposiciones creíste que me casaría con él, y el darte cuenta que no, te tomó por sorpresa, no quisiera que pases otro mal momento, Maya. Si llega a venir, deberías hablar con él, quizás aún haya algo que puedan rescatar. —

Tal cual se lo prometí, no la interrumpí en ningún momento, aunque en realidad eso se debía en gran parte a que el nudo que crecía en mi garganta tras cada oración que le escuchaba, no me permitía hablar, pero ya he pasado bastante tiempo en silencio y tengo que decir algo.

—Gracias por contarme todo esto, ahora entiendo que no fue nada fácil para ninguno de nosotros. En cuanto a lo de Lucas... a lo mejor el sintió algo por mí, pero te eligió a ti. —

—Todos cometemos errores, Peaches. Deberías saberlo. —

—Por favor, Riles, dejemos el pasado en paz. Lo más seguro es que ya haya encontrado a alguien más. — Y sí, debo reconocer que la idea de Lucas con otra chica me duele, pero vamos, él siempre fue un chico muy apuesto y caballeroso, chicas deben sobrarle.

—Bueno, a decir verdad, no puedo aseverar ni negar nada. Supe que tuvo algunas relaciones, nada serio al parecer, o al menos así era la última vez que lo vi. Desconozco si actualmente está en pareja o...— "Algunas relaciones", por supuesto que sí, es lógico, pero no deja de doler.

—O nada, Riles. Dejemos ese tema, por favor. —

—Maya, por favor tu deja de ser tan negadora, es un tema que tienes que enfrentar. Espero que ambos se comporten como los adultos maduros que son, y que puedan hablar tranquilamente. No tienen obligatoriamente que estar juntos si tu no lo quieres, pero quizás eso sirva para que cierren el ciclo, para que puedan verse a la cara sin rencor ni culpa, para volver a ser esos grandes amigos que alguna vez fueron, o simplemente para seguir con sus vidas por separado, pero con un peso menos que cargar. Por favor piénsalo. — Me da un beso en la mejilla y se va, dejándome sola.

Riley siempre fue una gran consejera, pero no hay duda de que los años la han convertido en una mujer muy sabia. Ella tiene razón.
Si esta noche me encuentro con Lucas, no lo voy a esquivar, voy a enfrentar la situación, pero... ¿y si es él quien no quiere hablar conmigo?

Dios, esta noche está siendo muy pesada, y eso que recién inicia.


*

*

*

Hola de nuevo y perdón por la demora jajajaja.

Esta historia se está alargando más de lo que imaginé pese a que la idea original de la historia sigue intacta. Pasa que desarrollando cada situación hay mucho que decir, y las palabras aumentan y aumentan y yo no quiero subir capítulos tan largos para no aburrirlas, pero... el final ya está cerca.

Ya sé que me quieren matar porque aún no sale Lucas, pero en el próximo capítulo hará su entrada triunfal.

Espero que les guste. Estaré leyendo sus comentarios, me gusta saber qué opinan al respecto.

Actualizaré pronto.

-L

When we were young (Lucaya)Where stories live. Discover now