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Los dos se separaron tímida mente, sin dirigirse la mirada comenzaron a caminar un poco distanciados. Miraban a su alrededor en vez de si mismo, fue cuando llegaron a la cabaña donde se hospedaba Hyejeong con sus amigas. Sin decir, absolutamente nada Hyejeong entró a la cabaña donde vio una competencia de Mina y Yuna de "Just Dance" lo cual le alegró un poco.

"Unnie. ¿Cómo es qué vas perdiendo?" -Preguntó Chanmi con una sonrisa traviesa.

"Chanmi no empieces" -Amenazó tierna mente Mina- "Aún estoy jugando".

"Unnie~" -Chanmi no contuvo su risa.

"¿Qué debo hacer?" -Yuna estaba sorprendida ante el baile rápido repentino.

Las dos chicas bajitas empezaron a moverse extraño que le causo gracia incluso a Hyejeong. Nadie pregunto nada de lo que sucedió, porque todas se habían dado cuenta que ella no había ido a ver a Seolhyun un día.

Chanmi y Hyejeong también compitieron, haciendo reír a sus amigas. Incluso a Jimin, quién miraba con diversión a su hermanita menor.

"A la mañana siguiente".

Con cierta culpabilidad, tomo un autobus de dos horas hacia el hospital. Aún no creía que haya faltado a ver a Seolhyun. Entró tímidamente a la habitación de la menor, mordió su labio inferior con nerviosismo, ¿Qué le sucedía?.

"Buenos días Seolhyun" -La saludo nerviosa- "Debes estar enojada conmigo, ¿Verdad?" -Le preguntó desvíando la mirada- "Lo siento por haber faltado. Tú.... sabes que...." -Ni siquiera podía completar la oración- "Lo siento Seolhyun, ¿Crees qué puedes perdonarme?".

No importa cuantas veces le preguntara, nunca habría respuesta. Debía acostumbrarse aquello pero cada vez era más difícil.

"Seolhyun, ¿Puedes recordar la primera vez que nos conocimos?" -Le preguntó con una gran sonrisa- "Nunca podría olvidar aquel día" -Se rió con tan solo recordarlo- "Fue algo inusual".

" Flashback ".

Hyejeong tenía recién seis años cuando la mandaron junto a su hermano mayor a retirar la ropa de la lavandería. En el camino juraba haber peleado con su hermano mayor, porque este se iría al extranjero cuando cumpla los trece años déjandolas solas a Jimin y ella.

"¿Realmente tienes que irte?" -Le preguntó con sus ojos húmedos Hyejeong.

"Lo lamento Hyejeong, pero debo irme. Tengo que terminar mis estudios en ese lugar".

"¿Por qué?".

"Hyejeong".

"Es que no quiero que te vayas Oppa"-

"Lo sé" -Suspiro, para luego sonreír y revolverle el cabello- "Volveré lo más rápido que pueda".

"Unnie y yo te extrañaremos".

"Yo también las extrañaré".

En ese tiempo, Hyejeong no entendía la razón por la cuál su hermano y nadie pensaba decirle la razón por la cuál se iba realmente. Dejando ese tema de lado, los dos se dirigieron rápidamente a la lavandería. Donde su hermano mayor le entregaba un ticket de retiro al que atendía.

Hyejeong estaba viendo como giraban los lavarropas, en cierta forma, le parecía divertido. Imaginando como sería estar ahí adentro, sin embargo, sabía con exactitud que un ser vivo no podría salir vivo de ahí.

Camino un poco por el lugar hasta que fuera hora de irse a casa cuando tropezó, dirigió su mirada hacía su pie. Donde encontró un peluche, miro a todos lados buscando a otra persona de su edad pero no había ninguna. Dispuesta a decirle al que atendía lo sucedido, un grito llamo su atención.

"¡Ladrona!" -Gritaron con fuerza- "¡Dévuelveme a señor abrazos!" -Volvieron a gritar.

Hyejeong vio como una niña un poco bajita, regordeta y con dos colitas se acercaba a ella. Estaba asustada, porque aquella niña le había gritado sin razón alguna cuando estaba haciendo su acto de bien.

"Ladrona".

"¿Yo?" -Hyejeong se auto señaló, a lo que la niña asintió- "No soy ladrona".

"Entonces, ¿Cómo explicas que tienes a mi peluche? ¿Eh?" -Cuestiono la niña frunciendo el ceño.

"Lo encontré tirado" -Respondió con seguridad Hyejeong- "Pensaba dárselo al señor por las dudas a que el dueño volviera".

La niña abrió su boca para pronunciar unas palabras pero la volvió a cerrar- Hyejeong le extendió aquel peluche, donde la pequeña le arrebato el objeto.

"¿No vas a darme las gracias?" -Preguntó Hyejeong sorprendida.

"¿Acaso debería?".

"Te devolví el peluche".

"Que es mío, no entiendo porque debería darte las gracias".

"Seolhyun" -Un chico de piel canela se acerco- "Debes decir gracias".

"No quiero".

"Kim Seolhyun, di gracias ahora mismo o le diré a mama que te portaste mal".

La menor hizo una pataleta, bufo, lloriqueo pero el hermano mayor no cedió a ninguno de sus caprichos. Esta no tuvo más opción que agradecerle.

"Gracias por devolverme el peluche" -Agradeció sin sinceridad como si estuviera leyendo un guión.

"De nada" -Hyejeong sonrió, a pesar de ser un agradecimiento falso, le satisfacía el hecho que igual lo hiciera.

"Pérdonala, aún no acepta el hecho que vendrá un nuevo hermano" -Se disculpo el recién llegado.

"Entiendo".

"¿Jongin?".

"Chanyeol Hyung".

Las dos menores se miraron confundidas. Sus hermanos empezaron a hablar animada mente, salieron de la lavandería despidiéndose del señor. Caminaron juntos, las dos pequeñas atrás una contenta y otra completamente enojada con la situación.

"No creas porque mi hermano es amigo del tuyo nosotras seremos amigas" -Comentó Seolhyun enojada.

"O créeme, seremos las mejores amigas" -Hyejeong la abrazó.

En el camino se podían escuchar las quejas de la menor Kim. Causando gracia no solo a los hermanos y a Hyejeong, sino a todas las personas que pasaban junto a ellos.

" Fin del Flashback ".

Hyejeong sonrió mientras contenía sus lágrimas, si, esa fue la primera vez que se conoció a Kim Seolhyun, una chica un poco caprichosa y gordita, quién con el tiempo se hicieron mejores amigas para luego convertirse en el amor de su vida.

Aviso: "El fanfic termina en dos capítulos más".

Nunca te diré adiósWhere stories live. Discover now