Y vi un asesino

que con una oruga estaba ebrio...

-Lindo corte Barnes... va con tu maldita mano de asesino...- El recién nombrado solo reacciono avanzando lentamente a Tony. -¿Qué sucede Soldado? ¿Hydra al fin recupero a su maldito perro?- Avanzo más, Tony se refugió detrás de unos postes de madera en caso de que le atacara tomaría uno para defenderse. -¡¿YA DIME QUE ES LO QUE QUIERES?!-

Me estoy arrancando la piel

pues no me gusta cuidarme...

-A ti...- Siseo, esas simples palabras salieron jadeantes desde la garganta de Barnes, Tony sintió asco al escuchar aquello de una manera depravada.

Los normales me hacen temer...

-No sé qué mierda te pasa Barnes pero será mejor que detengas tu fiesta de disfraces antes de que...-

Dementes me hacen sentir bien...

-Mi nombre es Jefferson...- Sonrió.

-... ¿Qué?-

Estoy demente, lo se

el más loco que puedas conocer...

-¿Qué?- Repitió el otro cruzando sus ojos de manera burlona a la expresión de impactado de Tony.

-¡MALDITO DEMENTE DEJAME IR!-

Me dices demente, que no pienso más...

-Adelante... Ahí está la ventana... Puede irse cuando quiera mi señor...- Respondió sirviendo con una reverencia sin apartarse de la puerta escondida. –Espero tengas alas... ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!- Sabía muy bien de la muerte al vacío.

Dile al psiquiatra que algo anda mal...

La risa estruendosa del otro hizo estremecer por dentro al castaño menor, podía verlo en su rostro, a pesar de no conocer a Barnes, ese hombre no era él, Oh... -Barnes...-

-¡MI NOMBRE NO ES BARNES!- La estruendosa risa paro de repente para responder irritado ante la insistencia del otro en compararlo. –Soy... Je... Ffer... Son... Vamos cariño repítelo...- De aquel peculiar sombrero multicolor que portaba, saco un arma con el cual apunto a Tony esperando realizara la acción.

-¡No! Espera...-

-Dilo amor... Jefferson...-

-Je Jeff... Fferson...- Al momento de decirlo, un vuelco en su interior nublo su visión por una mínima fracción de segundo en donde ya no se encontraba en aquel taller de costura, en un shock sin explicación se encontraba sentado en una gran mesa en medio de un bosque a plena luz del día cuando se suponía era de noche. -¡¿PE PE PERO QUÉ CARAJO?!- Pregunto exaltado, su ropaje sencillo cambio a un pulcro traje azul celeste, intento protestar, levantarse y huir pero sus pies y manos eran sometidos por varias serpientes de cascabel que amenazaban con morderlo si intentaba algo.

En otro mundo totalmente loco

te agrado más si estoy desquiciado...

-Espero te guste el té querido...- Dijo aquel hombre del otro lado de la mesa, esta estaba llena de varias teteras, platos, tazas, postres a montones, en especial donas que humeaban debido a su reciente salida del horno, cantidades exageradas de comida y bebidos para solo 2 individuos.

WHAT... THE F***?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora