Prólogo

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Narrador omnisciente

—Bien... —decía la mujer sentándose en los sillones de la sala de reunión.

—Bienvenida -anunció un mayor de edad sentado en el sillón opuesto—. ¿Qué nos trae está vez, señora Jung?

La susodicha sonrió y alzó la mano para que su secretaria le diera los papeles.

—Lo de siempre, nuestro apoyo a su compañía.

—Siempre bien recibidas, señora Jung —dijo el señor Han.

—Para servirle —asintió sonriente.

Quedaron en silencio unos segundos mientras el mayor leía los papeles que le había pasado la susodicha señora Jung, antes de que el señor Han prosiguiera.

—¿Cómo se encuentra su familia?

—Muy bien, mi esposo está en Japón revisando algunas cosas, y mis hijas están en la sala de espera. ¿Y la suya, señor Han?

—Muy bien, mi hijo está por graduarse del bachiller. En unos momentos se encontrará aquí.

Tras otros segundos más de silencio ambos dieron por terminado los negocios que tenían. Salieron a la sala de espera donde se encontraban dos jóvenes.

De un lado una chica menuda de cabellos castaños oscuros, acercándose al negro, su semblante serio daba a decir que no le parecería que interrumpieras su lectura.

Y del otro lado está una chica algo regordeta, con la mirada baja y su cabello cubriéndole el rostro como si fuese una cortina. Jugaba avergonzada con sus dedos.

Ambas al escuchar la puerta voltearon a ver a los socios salir. Las dos se levantaron e hicieron una pequeña reverencia para saludar al mayor.

Seguidamente del otro lado de la habitación un joven de cabellos negros se abría paso a la habitación. Su piel era lechosa y su mirada era penetrante y dura.

—Jumin -saludó el mayor.

El llamado levanto la vista y dio la bienvenida, después de todo el era el único heredero de C&R.

La chica regordeta no podía estar más nerviosa y avergonzada. Eso pensaba hasta que tuvo que levantar la vista y pudo ver cómo Jumin le veía.

Rápidamente sus mejillas cubiertas por su cortina de pelo se tornaron rosadas.

Quito la vista por unos largos segundos y luego los dirigió de nuevo al joven, insegura de si aún le veía. Y efectivamente, aún la miraba. Y para acabar de ajustar, le dedicó una sonrisa leve y amable.

En esos momentos no sabía si era a ella a quien le sonreía, pero solo sabía que quería irse de ahí antes de desmayarse de pura vergüenza.

Y el resto de la plática se perdió mientras ella estaba muy ocupada enrollando un mechón de su pelo en su dedo para distraer su vista de aquel joven de mirada grisácea.

Y el resto de la plática se perdió mientras ella estaba muy ocupada enrollando un mechón de su pelo en su dedo para distraer su vista de aquel joven de mirada grisácea

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Bueno señoras... Mi primer fic con rayita, espero les guste, yo sé que (los que leen ¿Yo Un Idiota? CofcofSPAMcofcof sabrán mejor que nadie cada cuánto actualizo) es extraño lo que acabo de escribir pero son las 1:26 AM

Como sea, espero dar buen material para esto. Y...

No sé

Adiós(?

(Tampoco soy buena despidiéndome alv)

Mi entera mitad (Jumin x Mc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora