۞ Capítulo 23: Su nombre es....

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El joven Alibaba se encontraba trabajando como de costumbre, escuchando a sus espaldas como otras personas se burlaban de sus sueños y metas; conquistar el calabozo de Amon. No importaban los comentarios de los demás, y aunque su jefe fuese una mierda aún así daría lo mejor para poder demostrarles a todos que conquistaría ese peligroso calabozo al cuál muchos entraban pero ninguno regresaba. Todos morían ahí. ¿Y por qué entraban? pues quien lograba conquistar un calabozo conseguía fama, poder y riquezas.

- ya verán... - susurró Alibaba dirigiéndose a su carruaje en donde estaba toda la mercancía que debía transportar

Y en efecto, toda estaba en orden, ya podía empezar su entrega. El día transcurrió, y entonces ya se encontraba conduciendo su carruaje con cuatro pasajeros dentro; el dueño de la gran cantidad de mercancía que transportaba, una mujer y su pequeña hija y también un niño que miraba con asombro y emoción la ciudad de la cuál se iba alejando. 

- ¿tú también vas a la ciudad niño? - preguntó la señora mirando al pequeño

- ¡si, señora! - respondió el niño 

- ¡Oh vaya! ¿tan pequeño y viajando solo? - preguntó de nuevo la señora con una sonrisa

- ¡No, no estoy solo, mire! - respondió el niño muy entusiasmado mostrando su flauta 

- ¡Silencio! - pidió el señor dueño del vino que transportaba Alibaba - ¡Demonios! esta lugar es tan pequeño y ese mocoso es muy ruidoso, ¡¿no piensas hacer nada conductor!? 

- ¡Mis más sinceras disculpas, señor! - se disculpó Alibaba con una sonrisa - le aseguro que mis servicios son baratos pero nunca fallo al hacer una entrega ¡Le aseguro que usted y su valioso vino llegarán a su destino a salvo! ¿esta bien? 

- ¡Más te vale! - intimidó el hombre - ¡Este vino vale más de lo que tú ganarás en toda tu miserable vida! 

Mientras que ellos hablaban el niño, o más bien dicho, Aladdin, miraba embobado las manzanas que el señor comía e intentó estirar su mano hacia una de ella con el fin de comérsela. Sin embargo Alibaba pudo notarlo antes de que pudiese tocar una.

- ¡Oye, esas manzanas son para el señor! - gritó Alibaba

- pero solo quiero una - respondió Aladdin volteando a verlo con una sonrisa confusa

- ¿tienes dinero? - preguntó Alibaba pero Aladdin negó - entonces aléjate de las manzanas, el señor si tiene dinero y puede pagarlas ¿te queda claro? 

- q-que malo... - musitó Aladdin mirándolo con tristeza y aún hambriento 

- ¡JAJAJAJA! ¡Que listo eres, conductor! - celebró el señor a lo que Alibaba le sonreía tratando de dar a entender que lo apoya, y realmente era así pues quería ganarse su aprecio para recibir un mejor pago cuando termine su jornada laboral 

Y con eso en mente detuvo su carruaje unos segundos para abastecer a su cliente favorito con más frutas, poniéndose como objetivo que nada malo tendría que pasar en su viaje que pueda perturbar la "paz" del señor. Sin embargo cuando regreso con el nuevo cesto de frutas en sus manos quedó pasmado al ver como aquel niño extraño estaba tocando a su cliente estrella de maneras indebidas en cierta parte del cuerpo que solo tendrían las mujeres. 

- señor... usted es muy raro... - dijo Aladdin mirándolo sin dejar de tocarlo - ¡a pesar de que es hombre, usted tiene pechos! ¿por qué? 

En ese momento Alibaba probablemente sintió el verdadero terror y pegó un grito para luego golpear a Aladdin en la cabeza, cogerlo de ella y obligarlo a agachar la cabeza en modo de disculpa junto con él. 

DESTINO (Aladdin X Tu♡) (人・㉨・)♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora