°Chapter°: Once

1.8K 183 31
                                    

Sólo podía oír los latidos de mi corazón en mi cabeza. Eran constantes y abrumadores. Sentía que en cualquier instante perdería la consciencia, no tenía el conocimiento del porqué continuaba de pie cuando mi cuerpo entero temblaba como gelatina. Con las pocas fuerzas de las que disponía, busqué con mis dedos a Mark sin intención de abrir mis ojos aún, hasta que toqué con las puntas de mis dedos su mandíbula, su rostro estaba tan frío; Intenté subir un poco más mis manos pero él me detuvo sosteniendo mis muñecas.

— Sigo aquí — Confirmó a la vez que bajaba mis manos con delicadeza hasta su pecho.

— ¿Puedo mirar?

Mark acercó una de sus manos con cuidado hasta mi mejilla, su tacto era cálido en comparación con la temperatura de su rostro.

— Puedes.

Abrí ambos ojos con cuidado, tenía aún mucho miedo. Lo primero que ví fue una superficie blanca. Volví a cerrar y abrir mis ojos una vez más mientras que con mis manos recorría mi alrededor, sintiendo la fina tela de la sábana entre mis dedos. Me arriesgué a enderezar mi espalda jactandome de que en definitiva, aún permanecía en mi habitación; recorrí con la vista el lugar, ni una pista de que alguien hubiese estado aquí, ni la más mínima. Suspiré, aquel sueño se me hizo tan real, cada mínimo sensación...cómo se sentía la piel de Mark a través de mis dedos. Todo pareció ser tan real.

Dios. Estoy perdiendo la cordura.


××××××××××

— _______...

Una voz a la lejanía me regresó a la realidad consiguiendo que viese a mi izquierda.

— ¿Estás bien? — Kelly se sentó a mi lado viéndome preocupada.

— Sí. No tuve una gran noche — Sonreí desganada.

No quería hablar al respecto, todo se sentía irreal.

— ¡Buenos días, estudiantes! — La señorita Jessica se paseó al frente — Abran sus libros en la página 210.

Levemente dejé escapar el aire que estaba aguantando por sobre mis labios. Me sentía agotada, sin fuerzas.

— _______ — Ladee mi rostro a mi costado — Lucas me está mirando — Murmuró como niña pequeña con juguete nuevo.

Miré de soslayo a Lucas. Tenía una expresión distinta, casi indescifrable. Simplemente mantenía sus vista en nuestra dirección. Cerré los ojos con dureza, mi cabeza comenzó a dar vueltas de un momento a otro. Todo se tornó borroso.

— Kelly...— Chasquee con la lengua, a la vez que entonaba mis ojos — No me siento muy bien. Saldré un rato.

Sin dejar que diera su opinión al respecto me levanté de mi asiento y fuí por la puerta trasera. Por suerte, en donde estudiaba, permitían salir a mitad de clases sin avisar.
El suelo se tambaleaba por completo, me sentía como si estuviera flotando. Me sostuve con una de mis manos en la pared, tenía claro que me caería si no lo hacía.

— ¿Te encuentras bien? — Unos brazos me rodearon la cintura con cautela — ¿Quieres que te lleve a enfermería?

Volteé para descifrar al dueño de aquella voz. Lucas.

— Estoy bien.

— Vamos. Te llevaré a enfermería — Acomodó uno de mis brazos por detrás de su nuca, mientras que me sostenía con fuerza.

Por más que tratase me era difícil devisar por dónde me estaba yendo. Sólo veía el largo pasillo. Sin fin. Lucas esbozó una extraña sonrisa.

— Lucas — La voz de Kelly se escuchó ahogada — ¿Qué?... — Sus apresurados pasos llegaron hasta nosotros — Dios. Estás bien.

Kelly me sostuvo de la cintura a la vez que elevaba mi mentón. Su rostro se veía borroso. Me daba la extraña sensación de que estuviera bajo agua.

— Iba a llevarla a enfermería — Aseveró desconforme, Lucas.

— Vamos. Los acompañaré.

La angustiada Kelly me levantó desde el otro brazo con cuidado hasta la bendita enfermería. El enfermero apenas nos vió entrar se apresuró en ayudar a subirme a la camilla. Apoye mi espalda débilmente en la pared, mientras escuchaba como el chico le hacía demasiadas preguntas a Lucas y a Kelly, a las cuales no presté atención.

— ¿Has estado comiendo bien? — Cuestionó tomando mi barbilla.

— Sí. Creo — Sonaba como ebria.

El chico me observó moviendo mi rostro a su gusto. Sacó de su bolsillo una linterna pequeña y la sacudió frente a mis ojos.

— ¿Cuántas horas duermes?

— No lo sé. Últimamente no he dormido bien.

— Ok — Frunció el ceño en tanto bajaba la linterna de mi vista — Pareces algo desorientada. No puedo asegurar nada, pero tal vez sea por estrés o simplemente falta de sueño — Le dió una mirada rápida a Kelly, para después regresar su atención a mi — Intenta dormir más, no puedo recetarte nada, pero si te aconsejaría que visitaras a un doctor.

— Lo haré.

(...)

— ¿Quieres que te llame a un taxi para que venga por ti?

— Estaré bien Kelly. Sabes que vivo a un par de cuadras.

— Desearía ir contigo.

— No puedes, sólo a mí me permitieron irme antes de la finalización de clases.

— Lo sé, pero...— Hizo puchero — Apenas puedes mantenerte de pie sin chocar con todo.

— No exageres. Me siento mejor — Sonreí.

El timbre de fin de receso interrumpió nuestra conversación. El chico de la enfermería me había dado una autorización para poder retirarme antes e ir a casa. La verdad es que me sentía mejor de cuando llegué a enfermería. Lucas se fue apenas el enfermero comenzó a escribir el valioso certificado para salir de aquí. Supongo que ya no le interesaba seguir ahí.

El guardia de seguridad finalizaba de revisar la autorización a la vez que abría el portón. Salí pendiente de no dar pasos en falsos cuando me topé con algo inesperado.

— Ten — Mark me lanzo con energía un casco.

— ¿Y esto?

Sin contestar mi pregunta, como siempre solía hacerlo, se subió a la moto que yacía tras él y la encendió.

— Protección. Puedes lastimarte — Dijo mientras ladeaba su cabeza en dirección a la parte trasera de la moto — Sube.

Obedecí sin quitar la atónita expresión en mi rostro, me coloqué el casco para luego rodear con mis brazos su cintura.

— ¿Y tu casco?

— No lo necesito.

"Love On The Brain"  † Mark Lee & Tú † [TERMINADA]Where stories live. Discover now