Ich werde dich nicht gehen lassen.

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Austria x México.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*











En el cuarto de un motel barato,  se encontraban dos personas sobre la cama. Una dormía profundamente y la otra lo veía con atención.

¿Cómo podía él estar en un lugar tan sucio y poco decente? La respuesta estaba frente a su persona.

El chico que dormía profundamente boca a bajo. Con la cara volteando hacia él como si lo mirara.

Se levanto con cuidado de no hacer ruido. Y fue a la regadera de aquel cuarto.
Antes de salir de la habitación hecho otro vistazo a la cama. Veía como la respiración lenta y relajada del muchacho no daba señales de lo que habían hecho anoche.

Cerro la puerta, saco su teléfono. Después de esperar que este prendiera vio varias llamadas perdidas y también varios mensajes de su "prometida".

Elizabeth:

¿Donde estas?

Los estamos esperando...

Llámame por favor...

¿Por que no contestas?

¿Estas con él?

Roderich sabes que Antonio te matara cuando se entere.

Mas te vale no aparecer por ahora... Antonio esta furioso.

Suspiro pesadamente, dejo el celular sobre la ropa. Y se dio un baño, al salir se quejo un poco... Tendría que usar la misma ropa otra ves.

Al salir, vio que el joven de la cama seguía durmiendo.

“—¿Enserio estoy dejando una vida de lujos y música por estar con él?”

Pensó, mientras se sentaba en la cama y acariciaba el cabello oscuro del "menor de edad".

—Juan... Despierta. —Hablo bajo mientras novia su hombro. El chico se quejo. —Juan, despierta,  ya es tarde.

Unos minutos mas, el mexicano abrió los ojos, mientras se los restregaba un poco se sentó en la cama dejando ver su cuerpo desnudo y lleno de marcas de chupetones, lo que parecían ser arañazos y algunas mordidas.

—Buenos días señor Roderich~ —Menciono en tono alegre y soñoliento.

—Buenos días, ve a bañarte que es hora de irnos. —Menciono en voz calmada.

—¿Irnos? ¿Adonde? —Pregunto curioso.

—Te llevaré con tus padres. —Aunque no lo pareciera, su voz salio dolida.

—¡¿Como?! —Exclamo mientras se le acercaba. —¡Yo no quiero ir con ellos, me quiero quedar con usted!

El menor se aferro a sus ropas, su rostro expresaba una profunda tristeza. Roderich trataba de no abrazarlo y seguir con él.

—Lo siento mucho. Pero no es correcto que estés con alguien como yo. —Menciono, el moreno comenzó a llorar. —Encontraras a alguien de tu edad, que te de la vida de lujos que tienes y que...

—¡No quiero! —Exclamó entre sollozos. —Yo quiero estar con usted, quiero oír su música clásica, lo amo a usted aunque no me valla a dar lujos... ¿Para que quiero esa vida si no soy feliz?

El austriaco a cada palabra del joven Fernández se le partía el corazón.
No sabia que hacer, ya tenía suficientes problemas con la familia "Fernández de la Cruz" y mas con su amigo y socio Antonio, se había metido con su hijo menor en todos los sentidos.

Si no fuera por su mejor amiga Elizabeth que fingió ser su prometida. Ahora mismo seria hombre muerto, literalmente.
Se había enamorado de ese muchacho de 18 años, no solo se metió con el sentimentalmente sino que también físicamente.

A Juan lo que mas le enamoro de aquel hombre fue su música tranquila, hermosa. Y claro, lo caballeroso que llegaba a ser aquel austriaco de lentes. Y no le importaba lo que dijera su padre, amaba a Roderich y no se casaría con el hijo del inglés, amigo de su padre.

—Por favor Juan, ve a bañarte... Ya veremos que pasa sino quieres ir a casa. —Menciono limpiando las lágrimas del mexicano. Y darle un casto beso.

Cuando todo estuvo hecho, subieron al auto del austriaco. No tenía un rumbo fijo, no podía ir a casa. No era seguro, teniendo en cuenta que Antonio estaba furioso.
No podía moverse libremente y eso lo frustraba.

Miro por el rabillo del ojo a su amante, lo mejor era afrontar las consecuencias y saber que el español lo mas seguro lo metería tras las rejas...

Eso hizo que se pusiera tenso, al verlo distraído puso los seguros. Y empezó a acelerar.

—¿Roderich? ¿Que haces? —Preguntó nervioso el mexicano, cuando iba a recibir respuesta sonó el teléfono del austriaco. El cuando atendió poniendo el altavoz.

—¿Que pasa Elizabeth? —Pregunto, Juan no entendía nada.

"—¡Hasta que al fin contestaste! ¡¿Donde están?! Antonio esta furioso. —La voz desesperada de la chica anuncio lo que el de lentes ya tenía."

—Trata de calmarlo, por favor... —Trago en seco. —Y di le... Que ya llevo a su hijo para allá.

—¡Pero Roderich! —Replico, pero la húngara lo interrumpió.

"—¿Estas seguro? Recuerda que si lo logro convencer... No habrá vuelta atrás. —Su voz sonaba decaída."

—Estoy seguro... Hazlo por favor. Y dile que, yo desaparecer de su vida y la de su hijo. —El menor trataba de salir del coche, pero no podía.

"—Esta... Esta bien Roderich... —La chica afirmo y suspiro. —Espero no te arrepientas de tu decisión."

Ella colgó la llamada, el austriaco siguió conduciendo. A pesar de las quejas del mexicano de que parara.

Todo estaba claro, lo mejor era que aquel muchacho que apenas iniciaba su vida la viviera con alguien de su edad. Y no alguien que le  llevaba casi 15 años.

Estaban a dos cuadras de llegar, trago en seco... “—¿Enserio voy a dejar a la persona que en realidad amo por una vida de lujos y música?”.

Pensó y entre mas se acercaban más crecía su dudaba.

¿Qué debía hacer?













[......]










—Ahí vienen. —Anuncio Elizabeth, viendo el auto negro del austriaco.

—Mas le vale no acercarse a mi hijo o lo mataré. —Menciono el español. —Tiene suerte de que sabes negociar.

La familia del mexicano veía como el auto venia a una gran velocidad. Antonio estaba serio, metería a su hijo en un internado de ser posible.

El auto estaba a dos casas... Cuando paso de largo la casa de la familia "Fernández de la Cruz".

Elizabeth sonrió al ver eso.

—¡Nunca nos vas a separar!

Se oyó un grito del auto, Antonio se mostró furioso.

Desde ese día nadie supo que paso con ellos.











—Ohayo y México.

Pd: No se cuando actualizare las otras historias, aun así. Tengan paciencia por favor.

Gracias por su comprensión.

México Mundialmente Shippeable [One-Shoth Y Drabbles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora