La Hermana De Scott Mccall

capítulo 2

Katherine

Los viajes en aviones nunca eran buenos, en la mayoría siempre me tocaba al lado se un niño y este no era lo contrario. No es que no me agraden los niños, de hecho, me encantan. Solo que, a veces, son muy llorones.

Mi celular sonó, tenía una llamada telefónica, y era mi madre.

Llamada telefónica

Katherine:- ¿Hola?— tomé mis cosas.

Melissa:- Katie, ¡hija!— su voz me causaba tanta felicidad.— Mira, tuve un inconveniente y no puedo ir a recogerte.— mordí mi labio inferior.— Pero en lugar de mí, irá Noah, ¿recuerdas al padre de Stiles?.

Ni siquiera recordaba a Stiles, esa era la respuesta.

Katherine:- Esta bien, mamá.— rodé los ojos.— Nos vemos luego.

Melissa:- Esta bien, primero irás a casa a dejar las cosas y luego vendrás aquí.— asentí aunque sé que ella no me podría ver.

Katherine:- Claro.— recordé a mi hermano.— ¿Scotty no estará ahí?

Melissa:- No.— hubo un silencio.— Esta en su trabajo.

Katherine:- Esta bien, nos vemos.

Colgué, antes de que ella dijera algo. Tome mis cosas y comencé a caminar en dirección a la salida de este horrible aeropuerto. Tenía demasiada ganas de llegar a casa y dormir unos cuantos días.

Salí de aquel lugar y en la calle del frente me encontré con un auto policial, supongo que ese debe ser Noah. Me acerqué a pasos lentos y al estar en frente de ese auto, toque la ventanilla con mis nudillos. El hombre de adentro se percató de mi presencia y salió rápidamente del auto.

Katherine:- Usted debe ser Noah, ¿no?— sonreí.— Soy Katherine.

Él me miró sorprendido.

Noah:- ¿Katherine? Esto es real, ¿no?— asentí con vergüenza.— ¡Vaya! Estas enorme.

Agache la cabeza, avergonzada.

Katherine:- Me gustaría responder eso.— me encogi de hombros.— Pero, soy real, el momento es real, supongo.

El policía sonrió de oreja a oreja, se veía bastante emocionado y eso me hacia poner nerviosa. Quería irme con mamá.

Noah:- Supongo que no recuerdas a mi hijo.— negué.— Tú y él se llevaban bastante bien, hace poco me enteré que estaba enamorado de ti.— hizo una mueca.— Bastante enamorado.

Sentí mis mejillas arder.

Katherine:- Supongo que es como un halago, ¿no?— murmuré.— Lamento no recordar mucho de mi infancia. Mi memoria es de corto plazo.

Noah:- No te hagas problema.— dijo despreocupado.— Ahora podrás conocerlo bien.

Katherine:- Eso espero.— murmuró.

Noah:- ¡Ha si! Casi lo olvido.— se acercó a mi.— Hay que poner las maletas en la cajuela.

Torpemente lo ayude a poner mis cosas en la cajuela de la patrulla, estaba nerviosa y la poca información que obtuve de Stiles me había bloqueado la mente.

Ambos nos subimos al auto, él de piloto y yo de copiloto.

Noah:- ¿Y cómo está tu padre?— frunci el ceño.