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Había sido un día agotador y Jungkook estaba conciente de ello.

Escogió ir por aquel camino largo, deteniéndose en aquel callejón.

El minino no se encontraba por los alrededores, pero Jungkook no era de rendirse fácilmente.

Abrió la lata con cuidado, generando un ruido que no pasó desapercibido para el pequeño, quien comenzaba a asomarse.

Taehyung se acercó con dificultad, pues su pata derecha tenía una gran mordida.

Estaba bastante hambriento, por lo que no le importó la presencia del castaño.

-¿Qué tienes ahí?- dijo algo preocupado.

Tomó al pequeño, pero éste se sorprendió y por instinto lo arañó profundamente.

Jungkook se quejó y soltó al minino en respuesta

- Esta bien, entendí...No volveré a tocarte.

El castaño se reincorporó, desapareciendo de la vista del minino.

Taehyung automáticamente se sintió como un completo ingrato. Le hizo daño a aquel que lo alimentó, se sentía tan terrible con cada bocado.

Con sus orejas hacia atrás, se recostó enrollando su esponjosa cola en el recipiente de comida, la cual acababa de terminar.

En sus interiores rezaba para que el castaño volviera. Tenía la ligera esperanza de que tal vez lo comprendiera y no se alejara por completo.

- Romperé mi promesa sólo por un minuto.

El castaño tomó la patita de aquel que lo miraba sorprendido. La revisó, limpió, curó y vendó.

- Estarás bien, pequeño.

El castaño quiso acariciar al minino, pero su promesa lo impedía, así que se limitó a sonreír, el pequeño Taehyung maullo y el castaño tomó esto último como un Gracias.

-No es nada... Cuida de ti. No te lastimes.

Tomó su mochila y se alejó, esta vez sin voltear a ver al pequeño arrepentido Taehyung.

My Cat // KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora