FLORES

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-Himu...ro...joven... joven Himuro...-Escuchaba a lo lejos como lo llamaban mientras lentamente abría los ojos, siendo cegado momentáneamente por la claridad que entraba de las ventanas, con dificultad intento enfocar la vista en aquella persona que le hablaba mientras tocaba ligeramente su hombro-

-¿Arata-san?...-Dijo somnoliento-

-Jeje... ¿Qué hace durmiendo en la sala joven Himuro?-El de mayor edad sonrió levemente al mirar como el azabache frotaba uno de sus ojos con el dorso de su mano mientras dada un pequeño bostezo, esa era una escena completamente adorable-

-Me siento incomodo dormir en esa habitación tan escondida, además desde la última vez que vimos películas Murasakibara-san no entra a la habitación, así pensé no tendría nada de malo dormir aquí... ¿hay algún problema?... –Dijo mientras hacia un pequeño mohín esperando no ser regañado-

-Por supuesto que no –Le sonrió el hombre- pero para la próxima vez puedo darte una habitación en donde te sientas más cómodo, además prometo que no estará para nada escondida-

-Gracias Arata-san –El pelinegro le sonrió-

-No tiene que agradecer joven Himuro, pero bueno... el desayuno ya está listo, ¿gusta que le sirva?

-No tengo hambre pero muchas gracias-Contesto rápidamente el pelinegro-

-Joven Himuro no ha estado comiendo adecuadamente y eso puede ser perjudicial para su salud, puede volver a enfermarse

-No se preocupe realmente estoy bien, es solo que de verdad no tengo mucho apetito

-Si usted lo dice...-No muy convencido el mayor se quedó pensando por unos segundos sinceramente le preocupa que Himuro se volviera a enfermar pero si el azabache no quería comer no podía hacer gran cosa- dígame... ¿le guastaría ayudarme a hacer un pastel de chocolate?, asi podría entretenerse un poco en lo que el joven Atsushi despierta.

-Me encantaría

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La mañana se fue preparando la mezcla para el pastel de chocolate, además de platicar de cosas triviales, como las tareas de la escuela y los quehaceres del hogar, alguna que otra receta para compartir y de los platillos favoritos del azabache, una vez que el pastel se encontraba en el horno prosiguieron a limpiar calmadamente la cocina-

-Pensé que el chef de la mansión también se encargaba de hacer los postres...-Comento el pelinegro mientras secaba los utensilios que había lavado recientemente-

-Regularmente si lo hace pero a veces a mi también me gusta ayudar en la cocina, ¿Sabes?... este es el pastel favorito de Atsushi-Dijo mientras cortaba las fresas que adornarían el pastel-

-Ya veo...-Respondió el azabache sin mucho interés mientras seguía con su labor, es verdad que en las últimas semanas el Peli-morado no lo había tratado mal y la relación entre ellos estaba mejorando, incluso podría decirse que ya se estaba acostumbrando a la situación actual, pero aun tenia algunos sentimientos encontrados-

-Lo solía preparar la abuela del joven Atsushi... -Prosiguió contando- su nombre Anzu y era la persona más cariñosa y compasiva que podrías conocer, ayudaba a quien se lo pidiera, no le importaban las clases sociales, ni las cosas materiales... tenía una cálida sonrisa y los hermosos ojos del joven Atsushi, también era muy paciente, amable, todos en esta casa la adoraban.

-...-El azabache se quedó unos segundos en silencio antes de hablar- ¿Puedo preguntar qué sucedió con ella? –Pregunto algo intrigado el azabache-

¿INOCENTEMENTE ERÓTICO?Where stories live. Discover now