7-Ayuda

160 8 2
                                    



Corrí por las calles cada vez más familiares pero no por ello menos escalofriantes sin poder evitar ponerme en lo peor. El tipo que estuvo a punto de matarme hace apenas una semana había entrado en mi casa quien sabe cómo, no una, sino dos veces. Y lo peor, ahora tenía a mi hermano. No podía evitar sentirme culpable. Debí haberlo avisado, haberle enseñado la primera nota cuando la encontré. Además, ese tipo había entrado en mi casa buscándome a mi, yo debería ser, por tanto, la desaparecida, y no Matt. Suspiré de alivio al localizar al fondo de la calle el viejo cartel con luces que indicaba la entrada al bar dónde estaba segura de que encontraría lo que buscaba.

Aceleré el paso hasta llegar a la puerta y al abrirla me entraron náuseas a causa del gran olor a hierba. Lo ignoré, centrándome en escudriñar cada rincón del lugar en busca de mi objetivo. Tarea difícil, he de decir que aquella noche aquel maldito bar o lo que sea que fuese estaba mucho más lleno de lo que lo había estado en mis visitas anteriores. Busqué en cada una de las mesas, repasando todos los rostros sin conseguir nada. No estaba ahí. Empecé a pensar que quizás estaba equivocada. Al fin y al cabo no tenía otra garantía a parte de mi intuición de que mi plan funcionaría. Pero una cosa estaba clara, no me iría de allí sin intentarlo por todos los medios. Así que me coloqué la capucha y caminé hacia la barra. Conseguí abrirme un hueco entre dos borrachos rezando porque mi sudadera ancha y su estado de embriaguez fuesen suficientes para mantener su interés lejos de mi. El barman sin embargo me vio y, tal cómo hizo la primera vez, colocó una sonrisa bastante espeluznante antes de dirigirse a mí.

-¿Pero qué tenemos aquí? ¡Por cómo te fuistes la última vez creí que no volvería a verte! Bueno cariño, ¿Puedo ayudarte en algo? Espero que digas que sí, no suelen venir por aquí chicas tan guapas

Tragué saliva, la simpatía de este hombre tenía algo que me inquietaba. Entonces hablé, rezando internamente porque pudiese realmente ayudarme. No se lo pondría muy fácil, dado que solo tenía un nombre.

-Busco a Blake

Por como cambió su expresión supe que mi plan había funcionado. Sabía de quién estaba hablando. Era de esperar teniendo en cuenta el efecto que unas simples palabras del muchacho fueron suficientes para alejar aquel depravado de mi la otra noche. Sin duda, es alguien respetado por aquí.

-¿Blake Patterson?

-No sé su apellido.

-Da igual, seguro que es él. ¿Ves aquella puerta? -dijo señalando la misma que me había indicado cuando buscaba a Matt -debe estar ahí, pero ten cuidado dentro criatura

Murmuré un simple gracias antes de empezar a caminar hacia la puerta. El mismo cartel de "solo personal autorizado" colgaba a lo alto. ¿Qué habría ahí dentro? Me hubiese gustado decir que lo descubrí ese día, pero no. Justo cuando iba a apoyar mi mano en el pomo para abrir la puerta ésta se abrió bruscamente y alguien salió rápidamente sin percatarse de mi presencia. Todo pasó muy rápido, sentí un torso duro impactar contra mí y perdí el equilibrio. Antes de que pudiese caer al suelo unos brazos envolvieron mi cintura mandando un escalofrío a todo mi cuerpo. Cuando me recompuse y fui capaz de levantar la mirada encontré unos ojos oscuros que me observaban entre sorprendidos y enfadados. Antes de que pudiera hablar deshizo su agarre y tiró de mi muñeca hasta un rincón algo más apartado.

-¿Qué estás haciendo aquí?

-Te estaba buscando

Vi cómo durante una fracción de segundo su mirada se empañó de confusión antes de volver a su característica indiferencia.

-No deberías.

-Es importante. Es sobre mi hermano.

-No me importa tu hermano, cumplí mi parte del trato, no le vendí nada por mucho que insistió, así que sea lo que sea lo que pase con él no es asunto mío. Si no te importa, tengo prisa

BlakeNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ