5.

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Narración-Miku

Realmente tenía la peor de las suertes.

Jamás creí que las cosas se volvieran de esa manera.

Aún sollozando continué bañándome. Todavía sentía sus asquerosas mordidas. Todo fue realmente espeluznante. Si yo no me hubiera defendido el me hubiera hecho eso...

Terminé de ducharme y mientras me miraba en el espejo podía notar las marcas que Kaito había dejado en mi cuello, estaban terriblemente marcado al igual que mis muñecas.

Me coloqué un camisón delgado y estaba a punto de irme a dormir cuando entró Len.

Estaba con la camisa desordenada al igual que su cabello. Caminaba de forma lenta.

—Miku, perdóname— Dijo con tono raro sentándose a mi lado en la cama—He sido un real tonto, tan solo estaba celoso.

Recostó su cabeza en mi hombro, y por el olor lo mas seguro es que estuviera borracho, pero a pesar de aquello sentía la calidez que su cuerpo me brindaba. Estando con el nada me pasaría.

—Len, ¿porque tomaste?— Dije separandolo un poco para mirarlo a sus ojos.

Realmente fue una mala idea.

—Mejor explícame tu ¿que esto?— Dijo mientras tocaba las marcas en mi cuello. Había olvidado por completo cubrirlas.

—Len yo...

—¿Por que no me respondes?— Dijo tomando mis manos mientras me miraba fríamente.

—Len, no es lo que tu piensas...

—¿De verdad no? ¿Segura? ¿Después de volver de la casa de Kaito a esta hora?

Me quedé en silencio. Las palabras simplemente no salían de mi boca.

—¿Será que estas marcas aparecieron por arte de magia? ¿o tal vez así?— Dijo mientras se acercaba a mi cuello.

Poco a poco empezó a lamer mi cuello. Su lengua estaba fría. Tan solo con el tacto de esta generaba que empezaran a salir pequeños gemidos entre cortados.

Esta vez no sentía que fuera aterrador, era diferente.

La sensación era demasiado excitante. Len no paraba. Era como si quisiera devorarme entre lamidas.

Aquella acción generaba que mi espalda se arqueara.

—¿Esto es lo que hizo el Miku? ¿Que más le hizo a mi pequeña Miku?

Sin esperar respuesta alguna prosiguió a morder y succionar bruscamente mi cuello. El dolor que sentía era mínimo a comparación de lo que fue con Kaito.

Esto estaba mal, ¿realmente podíamos hacer esto?

El dejo mi cuello para empezar a besar bruscamente mis labios. Eran tan cálidos, tan dulces. 

Sin mi permiso, introdujo su lengua en mi boca. Yo no sabia que hacer, tan solo opté por mover muy poco mi lengua junto con la de el, pero no podía seguirle el paso.

Tan pronto dejo de besarme empezó a bajar el camisón que llevaba puesto, dejándome en ropa interior. 

Sentía una vergüenza extrema, traté de cubrirme inútilmente, pero no funcionó, Len quitó mis manos y empezó a acariciar mis pechos.

Creaba sensaciones que jamás había sentido. Unas muy buenas.

Quitó mi sostén y empezó a lamer y succionar ferozmente mis pezones. Mi mente estaba en blanco, tan solo salían de mi boca gemidos cada vez más fuertes. Pero eso no fue suficiente para Len. Me recostó en la cama para empezar a lamer desde mis pechos hasta mi vientre, generando miles de sensaciones en mi. Arqueaba la espalda. Sentía un incontrolable cosquilleo y ardor en mi cavidad, como si me pidiese a gritos que Len llegara hasta esa parte.

—Len— Pronuncié entre gemidos mientras acariciaba su sedoso cabello.

Rápidamente bajó la ultima prenda que faltaba y abrió mis piernas para comenzar a lamer. 

Empecé a gemir mas fuerte su nombre. La sensación era increíble, su lengua se sentía bastante cálida. No quería que parara, quería más.

Las lamidas se fueron haciendo cada vez más y más intensas.  La habitación estaba llena de gemidos míos. 

Estaba demasiado húmeda y sin previo aviso empezó a acariciar mi cavidad con sus dedos.

De pronto se detuvo.

 Dirigiendo su mirada hasta mi rostro, pude notar que su rostro mostraba arrepentimiento. Había vuelto en sí.

—Perdóname Miku, de verdad perdóname, yo, yo no me controle— Dijo mientras me cubría con una sabana.

—Len— Dije acariciando su mejilla para que se tranquilizara. Sus mejillas se tornaron rosas.

—Perdón Miku, yo soy el peor hermano— Dijo mientras se marchaba de mi habitación.

Realmente el no se había tranquilizado. El no entendía que a pesar de que estuviese mal eso yo estaba de acuerdo...   





Enamorado de mi hermana|Fanfic Lenku|LemonWhere stories live. Discover now